•13•

2.4K 236 28
                                    










Los días pasaban y los chicos entrenaban casi todos los días no se cómo hacen para tener tanta energía yo tengo la condición física de un perro salchicha gordo tratando de bajar escaleras, justamente me encontraba sentada en el sillón junto a Rosalie viendo una película estábamos viendo Titanic, Emmett llegó poco tiempo después.

–Hola mis lindas señoritas.

–Hola osito–Dijomos las dos al mismo tiempo.

–¿Están seguros de  pelear mañana?

–Bella y tú son de la familia y protegemos a la familia.

–Puede que Bellota no me agrade pero no por eso la dejaré morir.

–Rose eres una persona muy amable

–Yo lo se, soy la reina de la amabilidad.

–Deverdad están perdiendo cuatro horas de su vida viendo Titanic– hablo Jasper al entrar a la habitación.

–Podemos ver Shrek– sonreí con burla– Así te veremos en una película príncipe encantador.

–Jaja que graciosa– me abrazo– Tu eres Fiona y Emmett es Shrek.

–Edward es el lobo de sexualidad dudosa.

–¡¿Y yo por qué?!– grito.

–Tienes que admitir que tienes mucha tención con Jacob– declaro Bella.

–¡Hasta tu novia lo noto!

–Rosalie es Fiona cuando no es una ogro.

–Alice es el gato con botas.

–¡Yo quería ser la galleta de gengibre!– hablo la vidente.

–Mi hermano es la hermanastra fea– Grite.

Seguíamos peleando y divirtiéndonos, por un momento se nos olvidó que en unos días habría una pelea muy fea, la presión volvió a oprimir mi pecho y solo me dedique a mirar a cada una de estas personas.

En poco tiempo me quedé dormida entre los brazos de Rose que me llevo cargando a nuestra habitación y me dejó en la cama.

Durante la noche tuve un sueño bastante extraño, me soñé a mi misma muy delgada casi en los huesos y después era yo otra vez pero mis ojos eran de color violeta, me desperté un poco asustada pero lo deje pasar, con paso lento me encamine al cuarto de baño y me tomé mi tiempo para hacer todo lo que tenía que hacer ahí.

Cuando me estuve secando el cuerpo un pequeño dolor en la parte baja de mi espalda me asusto y con cuidado me vi en el espejo de reojo pude ver una pequeña marca algo así como un sol nunca antes la había visto pero no le preste atención y cuando por fin estuve seca y con ropa interior puesta me dedique a poner un poco de crema corporal y a empezar a vestirme pero un ruido en la puerta me alerto Emmett entro y cuando los dos nos vimos soltamos un pequeño grito el tapo sus ojos con sus manos.

–¡YO NO VI NADA!

–¡EMMETT VAS A CHOCAR CON LA PARED!– y justo como le dije su cara choco con la pared.

Con preocupación me acerque y quite sus manos de su cara, yo no me podía ver pero podía asegurar que tenía las mejillas rojas.

–Tranquilo Emmett, no pasa nada.

–No te molesta que te vea.

–Eres mi novio,¿No?

–Si lo soy pero puede ser incómodo para ti– empezó a tartamudear– Y y...yo quiero darte tu espacio para no incomodarte.

–Nada de eso, si me da un poco de pena por mis estrías y tal vez por un poco que tengo zonas mas oscuras que otras pero no me incómoda que me veas.

–Tienes las ondas del mar en la piel, eres hermosa de pies a cabeza.

Cuando termine de vestirme el me pidió dejarlo cepillar mi cabello y lo deje hacerlo, cuando termino de cepillarlo me llevo de la mano en dirección a la cocina para poder desayunar.

–Hola Esme.

–Hola Alex– me sonrió y dejo un plato con hora cakes frente a mi junto con una taza con chocolate caliente con pequeños bombones flotando.

–Esme esto está delicioso.

–Lo hice con amor.

–Lo se, Esme tú me recuerdas mucho a mi mamá.

–Es un honor.

Desayuné  entre una plática tranquila cuando todos llegaron Rosalie camino en mi dirección y dejo un beso en mi cabeza, la pelea era mañana y todos estábamos un poco ansiosos.

Magnus puso unas salvaguardas en la casa y también en donde era el campamento de Edward y Bella, yo estaría con ellos junto con Jacob y esto sería sumamente incómodo usando Bella y yo tomamos todo lo necesario yo tomé más cobijas por si acaso.

Al llegar al lugar donde sería el campamento gracias a un portal que hizo Magnus llegamos sumamente rápido, la noche no tardó en llegar y hacía tanto frío que les podría jurar casi se me congelan las ideas, tiempo después entro Magnus y Jacob Magnus realizó un hechizo para comenzar a calentar la casa de campaña mientras tanto yo me recargue en el hombro de Jacob.

El alba llegó y con ello llegó Seth y Magnus y Jacob se fueron nosotros cuatro nos quedamos y poco tiempo después mi hermano llegó todos estábamos alertas no nos enteramos de mucho en realidad pero un olor a polvo y a cosas viejas llegó a mis fosas nasales y los ojos de mi hermano tomaron un color dorado.

–Esta aquí, la escucho pensar... No está sola.

Cuando la pudimos ver un chico también se dejó ver, a el lo había visto en los carteles de se busca.

–Genial dos por uno– dijo con burla la pelirroja.

–¡TE ESTA USANDO!– le grite al chico– Es una manipuladora jugo con tu mente.

–Eso es mentira– contra atacó la pelirroja.

–Ella necesitaba a alguien que conociera el área, tu eres de aquí.

Lo último que te recuerdo es un dolor insoportable en mi cabeza y estar de lleno en la nieve.

Cuando todo volvió a tomar color y mi vista mejoro Victoria y Edward peleaban ya solo eran ellos dos Bella y yo recordamos las leyendas y ella y yo tomamos la desición más estúpida de nuestra vida.

El cuerpo de Victoria estaba en el suelo y Edward la dejo arder entre las llamas, cuando llegamos al claro corrí en dirección a Rose y Emmett, los lobos se fueron con Jacob en brazos y poco tiempo después la loca de Italia estaba ahí junto con sus chacales.

Una mano delgada tomo la mía y solo en ese momento fui consiente de que una chica de casi dieciséis años estaba ahí con calma tomé con más fuerza su mano y dedique una mirada a Magnus y este asintió dando su aprobación.

–Debo admitir que estoy sorprendida, no con frecuencia somos inecesarios

–Si hubieran llegado media hora antes abrían cumplido su cometido.

–Tuvinos suerte– dijo Carlisle.

–Eso lo dudo– inclino su cabeza y miro fijamente a la chica a mi lado–Les faltó una.

–Le ofrecí asilo si se rendia– hablo Magnus– No puedes hacerle nada puesto a qué tengo un trato con Aro, soy intocable para el y por ende mi familia también.

–Le interesará saber que aún son humanas

–Se acordó el día.

Tras ese pequeño intercambio de palabras se fueron.



























No se olviden de votar comentar y seguirme.

Dos AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora