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Decir que para Callie y para mí eso de acostumbrarnos la una a la otra no ha sido tarea fácil, se que Rose y Emmett van a cazar por las noches para que pasemos más tiempo juntas pero parece no tener resultado, Callie llora y yo lloro por no saber que hacer, el sueño era algo que disfrutaba cuando tenía oportunidad me encontraba de nueva cuenta  mirando a la pequeña bebé entre mis brazos por fin había logrado que se quedará dormida, su pequeña nariz se arrugo un poco y la sobó con su pequeña manita pero sin despertarse, la puerta de la habitación se abrió y Carlisle se asomo yo soy reí en su dirección pero en una mala jugada por parte de mi cerebro vi a dos de el.

–Carlisle no sabía que tenias un gemelo– dije rápido.

–Alex yo no tengo un gemelo

–¡Oh!

–Ve a dormir un poco yo las cuidó.

Con cuidado deje a Callie en los brazos de Carlisle, para posteriormente recostarme  en mi cama y taparme con las cobijas, tenía ese cobertor de colores sobre mi anatomía y trataba de conciliar el sueño pero por cualquier ruido me despertaba de manera rápida, Calisle estaba  sentado sobre el sillón junto a mi cama lo mire y el ya me estaba mirando.

–¿Quieres que te dé un té?

–No, solo que me está costando mucho eso de ser madre.

–Es natural, Rosalie aún no se lo cree y para ser honesto contigo Emmett una vez perdió a Callie– esto último lo dijo en voz baja.

–¿Perdió a mi bebé?

– Prácticamente la dejo al cuidado de Leah pero lo olvido.

–Emmett suele olvidar muchas cosas.

El rubio empezó a dejar  caricias en mi cabello también empezó a contarme como conoció a Esme, también me contó que cuando recién despertó como neófito intento acabar con su existencia, también me contó que llegó nadando a Europa, mientras el me contaba estás historias me fue imposible no pensar en mi mamá que hacía lo mismo conmigo cuando no podía dormir, también Alec me contaba historias increíbles cuando éramos niños.

–Carlisle

–¿Que pasa?

–Puedes llamar a mi hermano por favor.

– Claro– con su mano libre tomo su celular y marco el número de Magnus y hablaron por un par de minutos.

Y a los pocos minutos se escuchó el timbre de la casa, el dejo a Callie en su cuna y salió para recibir a los recién llegados, cuando mi hermano atravesó el umbral de la puerta me levanté corriendo para poder abrazarlo, me aferre a él de inmediato.

–¿Que pasa Teletubbie?

–Solo abrázame ¿si?– hablé bajito.

Mi hermano me cargo y camino conmigo en dirección a la cama cuando estuvimos ahí se recostó junto a mi y me abrazo y yo por mi parte lo abrace y me acomode sobre su pecho, el acariciaba mi cabeza, por alguna extraña razón el estaba logrando calmarme.

–¿Pasa algo?– me preguntó.

–No, solo que está nueva vida me está consumiendo un poco– suspire– Amo a Callie es mi adoración pero solo por un segundo quiero que todo vuelva a ser como antes, quiero volver a ser la chica que chocó con una desconocida depresiva en dirección a la cafetería; solo por un segundo quiero volver a estar entre los brazos de mi hermano mayor, quiero que el me cuente historias sobre princesas, hadas y unicornios.

–Puedo contarte historias, hay una que me encantaría contarte– respiro profundamente– Es sobre un lobo, es la historia del Lobo Blanco

Dos AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora