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Solo recuerdo haber llegado lo más rápido a casa de los Cullen
Y así como llegué abrace a Bella y ella me abrazo de vuelta, después de ese abrazo me senté junto a Rosalie, Emmett y Jasper no estaban y eso me preocupa.

–¿Que pasa?

–Alguien entro en casa de Bella.

–Un nómada, ¿Talvez?

–Jamás habría dejado vivo al padre de Bella– dijo firme Rose.

–Tal vez solo tenía curiosidad– hablé–Supongo que al ella pasar tanto tiempo con Edward el olor de el se quedó en su casa y solo sintió curiosidad de saber porque.

–Tiene logica– dijo Carlisle.

El sonido de la puesta y de pasos nos hizo voltear a ver  en esa dirección, Emmett y Jasper habían llegado y por su semblante no tenían buenas noticias.

–El rastro se pierde a cinco millas de la casa de Bella– dijo el rubio.

–¿Y si es la pelirroja loca?– dije en voz baja– Digo, cuando ustedes no estaban aquí ella intento atacar a Bella y por ende a mi también.

–Ella tiene razón– hablo la castaña.

–Lo habría visto– dijo Alice.

–Pues no descartes esa opción– dije seria– ella ya la intento matar una vez, y tengo el presentimiento de que lo volverá a intentar.



















°°°°









Me encontraba con Rosalie recostada en la cama que había comprado recientemente para que yo pasará el tiempo ahí, ella estaba recostada entre sus piernas con mi espalda recargada en su pecho, ella acariciaba mi cabello y yo estaba leyendo un libro para ser mas específica era el libro del principito.

Rosalie dejo un beso en mi mejilla y me abrazo a pesar de su temperatura fría lograba transmitirme calor lo cual era extrañamente hermoso.

–Rose, tu y yo ¿nos vamos a casar?– la mire

–Sí–me sonrió en respuesta–¿Quieres un vestido o un traje?

–Ambos

–Pues tendrás ambos.

Tras una pequeña risa entre ambas le di un beso en los labios, ella respondió de la misma manera, no era un beso necesariamente necesitado, era más bien un beso tranquilo y con mucho amor de por medio.

–No sé si enojarme porque no me invitaron o emocionarme por lo que estoy viendo.

–Cállate Emmett.

El a paso ligero se acercó a nosotras y se recostó junto a nosotras, con sus enormes brazos nos envolvió a las dos y así entre se abrazo me quedé dormida

La verdad no se cuántas horas pasaron pero cuando desperté estaba abrazada a Emmett como un koala, sin pensarlo lo abrace más fuerte y el soltó una pequeña risa.

–Hola osita

–Hola osito

–¿Tienes hambre?–pregunto.

–Yo siempre tengo hambre

–Bien, Esme te preparo comida y quiere saber que te parece.

–Esme cocina delicioso

–Ella dice que gracias–dijo confiado.

–¿Me cargas hasta la cosina?

–Sí– así como el respondió me dió la espalda y me colgué como un mono araña– Dice Jasper que te consiento demasiado.

Dos AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora