My Red String Of Fate

Prelude

Desde hace mucho, mucho tiempo se contó una historia, una que daría el inicio a una leyenda, una que Ishigami Senkū nunca podrá olvidar por más que así lo deseé.

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Cierto emperador, se había enterado que en una de las provincias en su reino habitaba una poderosa bruja, la cual tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino, por ello mando a su llamado y la llevó ante su presencia.

Cuando la bruja arribó al palacio, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado su meñique y lo guiara ante la que sería su futura esposa; la bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir el rastro del hilo

Esta búsqueda los llevo hasta un mercado en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba la joven, se detuvo frente a ella, la invitó a ponerse de pie e hizo que el joven emperador se acercara; estando cerca de ella, la bruja señaló a la bebé y le dijo: "Aquí termina tu hilo", pero él al escuchar esto, enfureció creyendo que era una burla de la bruja.

En medio de su ira empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña hija en los brazos y la hizo caer haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente. Restándole importancia, se retiró y ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.

Años después, llegó el momento en que el emperador debía casarse; su corte le había recomendado que la mejor opción fuera que desposara a la hija de un general muy poderoso. Él aceptó esta sugerencia y así comenzaron todos los preparativos para esperar a quien sería la elegida como esposa del gran emperador.

Llegó el día de la boda, pero sobre todo había llegado el momento de ver por primera vez la cara de su esposa. Ella entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente su rostro.

Cuando fue momento de levantarle el velo, él vio por primera vez que su hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente. Aquella era la cicatriz que él mismo le había provocado rechazando su propio destino años antes. Un destino que la bruja lo había puesto frente suyo y que decidió descreer

«Este hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse y ser almas gemelas, no importando el tiempo, lugar o las circunstancias. Éste hilo puede estirarse, contraerse o enredarse, pero nunca podrá romperse.»

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Hoy en día la sociedad en Japón tiene muy presente aquella historia que ahora suele contarse a la mayoría de los pequeños, gran parte de su población cree en ello desde hace generaciones y la del pequeño Ishigami no era la excepción.

Desde que tenía 10 años tuvo que escuchar aquella historia que al inicio no le tomó importancia ["kukuku, algo así no tiene la más pizca de lógica, yo vengo a aprender cosas científicas pero esto no la tiene y no me interesa"] por lo que no prestó mucha atención a la clase fijando su atención al libro sobre Thomas Alva Edison que tenía entre sus manos.

No obstante, había algo que siempre le molestaba; había algo atado a su meñique y por más que intentara quitárselo no podía. Éste pese a ser tan delgado que solo podía notar su atadura y un poco de éste colgando un poco era bastante resistente para no soltarse de su dedo.

Se supone que el famoso hilo era invisible pero Senkū era una extraña combinación entre aquel emperador y la bruja del reino en aquella historia folclórica. No creyendo en habladurías sin sentido, muy pequeño sin entenderlo completamente pero así como la bruja. El hilo rojo del destino... él podía verlo.

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Aquí la autora-chan con una nueva historia. Esta vez decidí optar por un AU de recuentos de la vida (?) dónde la petrificación no se presenta. Sin embargo hay personajes que se conocen entre sí.