– Así que física cuántica... —Asagiri tomó una hoja de las tendidas cerca en la mesa.— termodinámica, astrofísica, mecánica cuántica... Tan sólo al leer los títulos hacen que me duela la cabeza. —añadió con un gesto de dudas y exhaló.
– Lo principal vendrían siendo los principios de la aerodinámica y termodinámica, el cómo los objetos cambian, se mueven, la temperatura de dichas cosas; así mismo en cuántos grados Fahrenheit o Celsius...— respondió Ishigami tecleando datos en su ordenador.
– Chelsea-chan, dime qué tú si entiendes de qué está hablando esta cebolla viviente...
– hehe~ algo, si, no es mi especialidad pero si—respondió divertida.
– como te decía aquella vez, suele ser así naturalmente, así que para de llamarme como un vegetal.– No te creo, pero si insistes~...
– Bien, hablando de cabellos extraños, la última vez que te vi lo tenías todo negro ¿Qué? ¿Acaso perdiste una apuesta o algo así,, Onigiri-San?«Bien, ¡suficiente! ¿Todos los cerebritos nerds tienen éste carácter? ¿O acaso tuve la mala suerte de encontrarme con este?»
Esbozando una sonrisa falsa que cualquiera tomaría por auténtica. Asagiri respondió divertido y de forma retadora.
– Ah, ¿estás seguro de que quieres tener de nuevo un debate sobre rarezas en la cabeza, Senkū-chan?
–Kukuku. Me tiene sin cuidado, lo cual no puedo decir lo mismo sobre ti ¿no es así, mago farsante?
– ¿Qué quieres decir?— cuestionó inquisitivo mientras el científico le mostraba algunos textos de la PC portable a Chelsea y fijando su vista hacia él. Senkū solo le dedicó una sonrisa maquiavélica y volteó de regreso hacia donde estaba la peli castaña con su ordenador.
«Con que un artista “superficial”, ¿eh? No me he fijado realmente en los hilos de celebridades, quizá sea otro factor a agregar a mi investigación después de todo.»
– ¡Ho~! Sin duda no sé qué estás haciendo, Senkū pero definitivamente te apoyaré, todos estos datos suenan interesantes, ¡cuenta conmigo para tus viajes!— comentó la chica emocionada interrumpiendo su linea de pensamiento.
– Si claro, gracias pero no vinieron aquí a que Chelsea preguntara por mi trabajo, ¿no van a ordenar algo?
Comentó haciendo que los dos jóvenes presentes recordarán que no habían tomado sus órdenes y ahora tenían que ir a la barra para ello y se miraron un momento entre sí para posteriormente romper el breve silencio que se había formado.
– ¡Cierto! Gen, ¿te pido lo de siempre o quieres otra cosa?— cuestionó la chica antes de comenzar a irse hacia mostrador.
– Lo de siempre querida Chel~. —respondió rápidamente.
Una vez teniendo en cuenta la joven se había marchado Asagiri e Ishigami quedaron en silencio, uno incómodo por parte del mentalista mientras que el científico comenzaba a proseguir guardando algunas hojas.
La linea de pensamiento de Gen era evitar tener una conversación más con ese chico, no era que no le agradaran los retos pero en este momento no tenía el ánimo para discutir con un extraño sobre cosas que no comprendía del todo. Todo esto se fue al olvido cuando notó brevemente una hoja en la cual hablaba de magia y su cuerpo se movió por inercia hacia él, tomando dicho papel arrebatándolo de sus manos.
–¿ah? ¿Qué rayos te pasa?— Ishigami preguntó al ver el rostro sorprendido del chico frente suyo.
En seguida de esa pregunta el mentalista se recompuso y solo devolvió la mirada mientras sonreía y cuestionó.— creía que los científicos no creían en Dioses, religiones o... En este caso, la magia. —terminó con un aire de burla.
Senkū solo exhaló sin muchas ganas de responder a ello mientras frotaba su dedo en el tallo de su nariz; no tenía la necesidad de agregar a su lista de personas a las que le contaría sobre su proyecto, a un excéntrico falso mago el cual sin duda alguna estaría burlándose a carcajadas de él por investigar sobre 'el hilo rojo del destino' y más aún, decirle que quería hacerlo su sujeto de pruebas porque su hilo era de alguna manera 'incompleto' a comparación de otros estaba fuera de discusión.
– Entiendo si quieres burlarte.—dijo finalmente.— pero es algo que va relacionado a mi tema de investigación así que piensa lo que quieras.
– ¿Seguro, Senkū-chan?
– Es un experimento relacionado al ámbito social, para ello las personas tienden a verse envueltas en diferentes situaciones, eventos, gustos, pasatiempos, entre otros factores que por lo tanto; deben ser cubiertos.Si bien el mentalista supo que el chico frente suyo no seguiría su broma y estaba siendo completamente serio sobre esto ¿en qué se relacionaba la magia con la ciencia? Sobre todo tratándose del chico oji carmín, no se por su lenguaje corporal y gestos podría decir que definitivamente estaba alejado de cosas "mágicas" y "supersticiones"y sin embargo, tenía en sus manos algo que decía lo contrario. Esto no tenía sentido alguno incluso para alguien como Gen.
Para ser honesto consigo mismo, le intrigó un poco el asunto, realmente quería saber más.
«sé que esto es una mala idea, no, para ser preciso, es una PÉSIMA idea, este tipo definitivamente no me agrada y también estoy seguro que me arrepentiré en cuánto la pronuncie, pero...»
– Bueno, Senkū-chan, ya que soy un mentalista puedo ayudarte en ese campo, es una de mis especialidades ¿sabes? Lidiar con las personas es lo mio. —dijo aún viendo los papeles queriendo sonar desinteresado.
– Déjame ver si entiendo esto. Estás ofreciendo tu ayuda de la nada, a una persona que recién conoces o solo haz visto un par de veces, sobre un experimento científico del cual tampoco conoces los detalles, sin conocer el mismo puede o no interferir con tu cotidianidad además de que si éste puede o no ser peligroso ¿solo porque viste un papel con el tema de magia y sus derivados?¿Qué eres, un niño pequeño?
– Ajá~ ¿o es que acaso no quieres mi ayuda Senkū-chan?— El científico soltó una risa siniestra y de inmediato Asagiri confirmó lo que ya sabía.
Como bien dice el dicho: curiosidad mató al gato, o en este caso, al mentalista.
– Entonces... Si estás de acuerdo en ser mi sujeto de pruebas, adelante... A s a g i r i - S e n s e i.
–¡Espera, espera! No me refería a eso exactamente ¡¿qué es lo quieres hacer conmigo?!— respondió cubriéndose el cuerpo dramáticamente atrayendo la mirada de algunos comensales cerca de su mesa hacia ellos con caras de disgusto.
Ishigami solo rodó los ojos y suspiró agotado. Advirtiendo que bajara la voz y se comportara. ¿Qué no estaba tratando de permanecer inadvertido desde que llegó?¿Qué pasa con esa actitud tan contraria?
– Bien, supongo que nos mantendremos en contacto para afinar detalles y sepas un poco más sobre que va esto así como también tendré guías arqueológicas por parte de Chelsea.
– ¡Ok!~ — respondió el joven de ojos zarcos en un tono alegre pero bajo, pues se le había olvidado brevemente que en realidad lo que menos quería era llamar la atención—
Los jóvenes terminaron de intercambiar sus contactos para cuando Chelsea regresó con los alimentos y bebidas. Al paso del tiempo los tres entablaron conversación aunque la mayoría de palabras y frases venían de Gen y Chelsea mientras Senkū solo respondía en ocasiones a temas científicos o algún reto por parte del joven de cabello monocromático.
Ishigami terminó lo que estaba haciendo, observaciones del ambiente, hilos, y era suficiente para ese día, se levantó de su asiento para despedirse de Chelsea y Gen antes de retirarse, dejándolos a ambos terminar sus postres. No sin antes decirle al mentalista que se mantuvieran en contacto debido al proyecto.
Asagiri Gen estaba arrepentido de su idea. Debió haber resistido el impulso de la curiosidad. En fin, trataría de no odiar mucho a este espárrago viviente en el intento.
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My Red String Of Fate
RomanceIshigami Senkū, estudiante de la universidad en la carrera de ciencias jamás se tomaría el tiempo de creer o distraerse pensando en cosas tan banales como "el hilo rojo del destino" como la mayoría de los ciudadanos lo hacía incluyendo a sus amigos...