«Esto sí que es... Emocionante.»El joven científico pensó sonriendo maquiavélicamente para sus adentros, mientras tanto, el joven cubierto había terminado de realizar su orden y tomar su camino de regreso a su mesa pero cuando volteó se encontró con la mirada del contrario fijamente sobre él.
«¿eh? Este chico... ¿Porqué se me queda viendo tanto? ¿En verdad me reconoció? Ah, creo que venir así de cubierto no ha servido para nada. No, espera, no es eso de ser así ya hubiera actuado diferente.»
–Bien, ¿no te han dicho que no es de buena educación mirar a alguien fijamente por un largo tiempo?¿es que acaso tengo algo sobre la mascarilla o hay una mosca sobre mis anteojos que no puedo distinguir?.— cuestionó el azabache apartandose del mostrador para colocarse cerca de quién mantenía su mirada a través de los lentes.
– Heh, es sólo que me pareció haber visto a un payaso estrafalario y fuera de los esquemas en este lugar.— sólo se limitó a decir de forma sarcástica.
«ah, es ese tipo de persona». Una venita saltó de la frente del joven de melena azabache y sonrió con disgusto.— Bueno, señor, tampoco es educado hablarle de esa manera a alguien que no conoce ¿no es así?~
– Kukuku ¿señor? Deja las formalidades, se ve que no hay mucha diferencia de edad entre nosotros y que no soy tan viejo. Dejando eso de lado, debes reconocer que resaltas bastante la atención aquí.
– Mm, yo no diría eso. Pero ¿en verdad quieres hablar de estilos conmigo? Bien entonces ¿qué sucede con ese peinado?—río entre dientes con tono burlesco.
– Ah, mi cabello es naturalmente así. —encogió de hombros sin tomarle importancia.
– Interesante, no señor. Bueno, me retiro. Ah, y trata de no colocarte en medio de la fila de nuevo impidiendo el paso a los demás ~
El joven cubierto levantó la mano a señal de despedida y fue rumbo a su mesa, a lo que el científico asentó y sonrió pero sin responder a su despedida.
«Kukuku, en verdad que es emocionante. Este chico me servirá como investigación sobre mi caso, tendré que realizar experimentos y observaciones, quizá de esa manera logre resolver lo me sucede desde la infancia. Ah, sería bueno poder tomar algunas muestras o indagar sobre algo que se relacione a él y a los hilos. Esta no será la última vez que nos veamos. Tenlo por seguro al diez mil billones por ciento.»
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.– Te tardaste bastante para solo pedir tu postre favorito ¿pasó algo?.—preguntó curioso el joven de cabello platinado que estaba sentado en la mesa del azabache.
– ¿Qué te digo, Ukyō-chan? Me encontré con un alguien, realmente no lo conozco pero por mi primera impresión diría que es un tipo inteligente aunque con una personalidad crispante.— respondió el joven de ojos zarcos quitándose las gafas y bajando su cubrebocas.
El oji verde soltó una tenue risa al tratar de imaginar al sujeto.— déjame adivinar ¿un fan resentido por la cancelación de tu última presentación?
– No, no creo que sea de mis fans. Espero no volverlo a ver si solo va a burlarse del cómo luzco.- soltó haciéndo un pushero.
– Debo admitir que si resaltas algo a la vista, Gen.—Rio un poco.— pero no tanto ¿Es tan importante venir tan cubierto?
– Sé perfectamente que no soy tan famoso.— respondió el joven de cabello azabache remarcando ello en la frase.— no obstante, nada me garantiza que haya quién si me conozca y no nos deje comer tranquilos~
– Bueno, te doy la razón aunque no se mucho sobre eso, solo soy un joven que esudia un doctorado y se prepara para ayudar en la milicia.
– un joven que le encanta ayudar a las personas, salvarlas etcera y la palabra "milicia" no van muy de la mano Ukyō-chan.
– Eres un par de años más joven que yo, no lo entenderías, sin contar que estoy hablando con el mentalista más conocido en Japón por ganar a todos sus oponentes siendo invicto haciendo trampa en programas de TV, Gen.
– ¡Shh! ¡Baja la voz! Tengo una reputación que mantener y vine con todo esto encima por si las dudas que alguien me reconociera ¿sabes? Por cierto, ¿cómo te diste cuenta?
– Es un secreto.— el rubio platinado rio nuevamente tomando un sorbo a su taza de café.
Mientras tanto, en el otro extremo de la cafetería se encontraba Ishigami quien se encontraba ya de regreso con los demás quienes estaban teniendo una entretenida conversación pero ajena y monótona a los ojos del científico. Le entregó su frappé a Chrome y posteriormente se sentó y dejó a un lado su café sobre la mesa para ponerse a teclear concentrado en su pc portátil, lo que atrajo la curiosidad de su compañero castaño.
– ¡¿oh?! ¿Qué haces, Senkū? Te vez muy emocionado ¿Algún experimento nuevo?— dijo el joven tratando de ver la pantalla de su compañero sin éxito.
– Kukuku. Si, algo cómo eso.— dijo cerrando su laptop y tomó su taza para dar un sorbo.
– ¡ooh! ¿Puedo saber sobre qué es esta vez?-cuestionó su amigo frente a él.
– Senkū-kun siempre está inmerso en sus proyectos pero de alguna manera terminamos involucrados en ellos.— continuó Yuzuriha.
– Si Si, Dinos y te ayudaremos.-terminó Chrome.– No, esta vez no es necesario.— rió por lo bajo el oji carmín.— No se preocupen, en este caso no se trata nada de sustancias extrañas y raras. «probablemente no»
Los tres se quedaron viendo, sabían que lo que Senkū estuviera planeando, si era uno de sus experimentos no saldría a la primera y probablemente acabaría mal ¿pero qué iban a hacer? Solo les quedaba confiar en él, sea lo que sea, al final funcionará. Solo sonrieron, al fin y al cabo conocían demasiado a Ishigami. ¿Qué es lo que podría pasar?
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My Red String Of Fate
RomanceIshigami Senkū, estudiante de la universidad en la carrera de ciencias jamás se tomaría el tiempo de creer o distraerse pensando en cosas tan banales como "el hilo rojo del destino" como la mayoría de los ciudadanos lo hacía incluyendo a sus amigos...