My Red String Of Fate

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—También están en consideración los signos cuando se presenta una atracción mutua, es decir, el que ambas partes se gusten entre sí y hay algunos realmente obvios pero muy difícilmente ambas personas pueden notarlo. Según tu área, Senkū-chan, el primer paso del método científico u el desarrollo aquí van de la mano. —dijo mientras tomaba cercanía al científico ya su lado emocionado por la información que había recaudado en menos de una semana.

—Bien, Señor mentalista ¿es necesario presentar cada signo para confirmar una atracción que no sea unilateral? —Respondió Ishigami sin apartarse de la ahora reducida distancia entre uno y otro.

—Mmh... —Pensó y continuó— pues son varios, yo diría que al menos la mitad y como dije, ya que muchos de estos son físicos la persona no puede verse así mismo o pueden ser disfrazados por otras razones
—¿Qué esperas para decirlas? —respondió Senkū, quien había bajado una cuarta su tono vocal.

—El lenguaje corporal puede pasar desapercibido por muchos, incluso para alguien tan observativo como tú. —Gen igualó su tono al de Senkū y continuó— Está la ya conocida dilatación de pupilas, sonreír para dar una sensación positiva, imitación al lenguaje corporal del otro, también está el ya conocido por las chicas de acariciar o mover su cabello, jugar con un accesorio o el hecho de ruborizarse...

Ishigami guardó silencio durante la explicación y aunque fuera una persona que le gustara mantener su distancia y espacio personal a raya, con Gen cerca, su cuerpo y su mente se negaron a apartarse porque no le resultaba peculiarmente incomodo o desagradable, eso sino contaba con la arritmia que suscitaba en su pecho en ese preciso momento.

—inclinar la cabeza para denotar atención, inclinarse hacia el otro, el que hay contactos 'accidentales', mirar en conjunto ojos-labios-ojos en ese orden... —continuó en voz relativamente baja imitando estas acciones.

Los dedos de la mano del mentalista ahora rozaban los de la mano de Senkū y ahora estaban peligrosamente cerca. Por supuesto que desde el inicio, Gen estaba consciente de sus acciones, había hecho esto solo por molestarlo y probar que tanta tolerancia le tenía el científico antes de que lo empujara lejos y luego burlarse de él o reír por esa broma, quería hacerlo de una forma divertida para mostrar lo ridículos que suelen ser estos signos tan cliché en el mundo de la psicología del romance.

Gen no había tenido la intención como tal de coquetear o intentar hacer nada realmente con él, y sin embargo, al ver más detenidamente esos iris de color escarlata no pudo evitar pensar que eran bastante hermosos y atrayentes, esos labios que repentinamente se veían suaves pero al mismo tiempo secos, el toque que dio a la mano a un costado de Ishigami se sentía cálido y de un momento a otro esto ya no era una broma, dejó de ser un juego y en verdad no quería apartarse.

No cuando Senkū tampoco parecía no querer hacerlo e incluso, si su vista no quería jugarle una mala pasada, parecía que incluso Ishigami también había acortado la distancia entre ellos quedando a escasos centímetros el uno del otro, si lo había imaginado o no eso ya no tenía sentido. Las respiraciones continuaban mezcladas, miradas que no dejaban los ojos del contrario. Senkū juraría que Gen podría escuchar el latir de su corazón si es que eso fuera científicamente posible así como Gen creía que si no se controlaba en este instante, terminaría haciendo algo por impulso de lo que se arrepentiría después. El sentimiento que comenzaba a surgir en el corazón de los dos era algo que ninguno de ellos pensaba que podría suceder y ahora era algo que sin duda ya no podían ignorar.

Gen, tomando todo el auto control que le quedaba, repentinamente se alejó,aplaudió sonriente y se levantó para intentar aligerar el ambiente y sobresaltó un poco a Senkū quien se recompuso rápidamente.