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Habla del diablo y aparecerá —exhaló y musitó viendo el libro en su regazo.

『—¿Qué? —Ishigami preguntó al otro lado de la línea no habiendo escuchado con claridad.
¡Senkū-chan! —alzó un poco la voz ganándose una risa del científico
Si sigues así serás tan ruidoso como Chrome.
Mh, ¿es que acaso no podías hablar saludado antes y decirme que eras tú?
Oh, pero fue bastante divertido como intentabas engañar a la pobre persona que trabaja contigo, debe ser un idiota si cae en trucos mentales tan baratos como ese. —dijo riendo, causándole un sonrojo de vergüenza a Gen que no está dispuesto a admitir.
Bien, supongo pero en ocasiones sí que me funciona, eso lo hace un medio imbécil~ no te permito que ofendas a mi mánager, sólo yo puedo~
Sí, sí ¿En verdad manejan hasta tu dieta? Al parecer eres una causa perdida, mentalista.
Bueno, mejor dime a qué se debe el honor de tu llamada a las nueve de la noche.
Fácil, seguir con la investigación del proyecto. ¿Eso que dijiste era todo o hay algo más que creas es útil?
hehe, justamente no hace mucho encontré un libro sobre eso, te mandaré una foto para que lo busques en línea y lo leas. Aunque muy probablemente ya lo hayas hecho~
¿Libro? Lo más seguro es que sí, envía la fotografia de todas formas. Ya te mandaré un mensaje en caso que ya lo haya visto o algo.
¡Okey! Buenas noches, espárrago-chan~
Oye... Para ya de deci-』

—Ups~ se cortó. —Asagiri hizo una mueca divertida y colgó. Arrojó su móvil a la mesa, tomó los últimos sorbos del resto de su café y decidió que ya pronto era hora de volver a su casa. Se estaba haciendo tarde y no tardarían de cerrar el local.

Al terminar su bebida, se colocó el ya olvidado cubrebocas que llevaba en su bolsillo desde que salió de su casa, aunque en este punto de la noche dónde la mayor parte de los comensales ya se habían retirado y quedaban relativamente pocos, era bastante inútil por lo que al final terminó guardándolo nuevamente y fue al área de caja para realizar su pago e irse, claro, no sin antes tomar una foto al libro y enviarla por Lime al científico.

Era finales de otoño y las hojas de los árboles caían, el viento ya helaba ligeramente el ambiente anunciando la llegada del frío invierno, por suerte llevaba un suéter amplio y cómodo de su color preferido; lila. Se hundió en el asiento de su vehículo y tomó rumbo a su propio lugar.

El camino no era tan largo pero eso no le evitó sumergirse en sus pensamientos con el horario ya previamente fijado de las siguientes semanas, claro que tuvo que avisar a su mánager que tenía un proyecto externo sobre el tema de romance y lo había convencido de que al término de éste podría usar sus conocimientos en algún programa o concurso psicológico atrayendo a la juventud como target, haciendo cambios a su esquema.

Claro que no le dio detalles sobre cómo el proyecto ni siquiera era suyo, de qué en realidad eran encuestas e información para Ishigami Senkū y cosas científicas de las cuales no entendía ni la mitad. No necesitaba saberlo ¿verdad?

Llegó en una media hora después de conducir, estaba cansado y quería holgazanear lo que pudiera esa noche ¿Quién sabe? Dormir temprano aunque decirlo a las 11:00pm no podía ser llamado "temprano" de ningún modo. Quizá ver una película hasta quedarse dormido o... Tomar una nueva llamada de Senkū-chan a estas horas de la noche- espera ¿qué?

El científico no le envío el texto sobre el libro, decidió que marcarle sería más conveniente para aclarar detalles, ver perspectivas y debatir sobre si ese libro era parcialmente "un mierda" o no, acorde las palabras de Senkū o divertido bajo su propio punto de vista y criterio, llamada que sin quererlo, terminó disfrutando y siendo bastante extensa.

My Red String Of FateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora