Senkū se estiró, arregló sus cosas y colgó su bata en su lugar antes de salir del laboratorio de la universidad. Después de todo, era el último en permanencer ahí habiendo trabajado en esa mezcla de goma casera por horas hasta perfeccionarla.
Pasaba de medio día, y en su pensamiento, aunque no lo dijese, sabía perfectamente que Chrome tenía razón en lo que comentó, en todo. Sí, hace días que había contactado al joven de cabellera monocromática, pero él tampoco lo había intentado contactarlo de regreso ¿Porqué le daba tanta importancia a esto? No es como si no tuviera más cosas por hacer al igual que el mago farsante pero de igual manera seguía sintiendo cierta inconformidad y un espectro de vacío sin conocer realmente el porqué de aquellas sensaciones.
Tomó su celular mientras caminaba por la acera y ociosamente, se deslizó por la linea de sus contactos, se detuvo y su vista se dirigió a un número en específico de la pantalla, al menos, 214 segundos de tiempo que ahora, una vez reanudando su camino, ha perdido según las cuentas de Ishigami, pues al final no hizo nada más que mirar el nombre de dicho contacto y guardó de nueva cuenta el móvil en su bolsillo dejando escapar un suspiro silencioso.
Después de todo, aún tenía otras ocupaciones como para seguir desperdiciando tiempo pensando en-
Sacudió su cabeza como si eso realmente fuese a despejar sus pensamientos, aún sabiendo que era algo ilógico y siguió su camino.
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.Se hacía tarde, no había tenido la oportunidad de revisar su celular desde temprano en la mañana y tenía curiosidad por si tenía alguna nueva novedad por parte de Ukyo, un nuevo descubrimiento de Chelsea o alguna nueva prenda que probarse por parte de Yuzuriha, además, ha estado tan ocupado en toda la semana que... ¡ni siquiera ha podido entrar por completo a sus redes sociales, ni ver algún video divertido o memes!
Sabe que su amigo rubio platinado se reiría por su comportamiento berrinchudo, su "no amor platónico no correspondido y que no debería amar", es decir Senkū, seguramente le soltaría alguna burla sobre lo que debe de evitar usar en demasía los aparatos electrónicos como el celular, tablet etc., ya que afectan la vista y demás cosas así.
Suspiró y se resignó a continuar arreglándose para salir a una demostración de Ilusionismo en vivo. Al finalizar el día, el reloj marcando las 10:48 de la noche, dejo caerse en el asiento de su auto agotado abogando internamente por un respiro y daba gracias nuevamente que sería su último día tan ocupado y anhelaba ya sus vacaciones.
Sacó su teléfono móvil dispuesto a ver memes y publicaciones graciosas para intentar bajar el cortisol que se había acumulado desde que se despertó, daba gracias por haber sobrevivido esta semana. Aunque trató de evitarlo, una sonrisa emanó de su rostro al ver que tenía 2 llamadas perdidas de Ukyo, seguramente quejándose sobre Nanami-chan lo que le causó una sonrisa que se convirtió en una sonrisa tan sólo de imaginar la situación. Después recorrió sus mensajes donde previamente su manager decía que a partir de ahora estaría libre hasta la primera semana de año nuevo, una nueva foto de Chelsea en algún punto del amazonas donde pudo encontrar señal para enviarla y recibirla y paso por un último mensaje de texto que parecía más un reclamo que un mensaje, aún así, sonrió con alegría, pues parecía estar condicionado a recibir y tener comunicación a diario con el científico. Encendió su auto soltando un suspiro mientras en voz baja soltaba 'Nunca duermes, ¿verdad? No importa cuántas veces te lo diga' y tomó rumbo al departamento de este.
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.—No sabía que fueras como cualquier chico que se le pasa con el celular en mano, Senkū. —comentó la chica de cabello rosado.
—Te restan 30 minutos del tiempo pagado el día de hoy, tu decides si lo utilizas para aprender o no —el científico respondió alzando sus hombros sin dar importancia al comentario de la joven Wright.
—Lo siento, yo solo decía. Continuemos Sensei.Senku colocó nuevamente su celular en la mesa para reanudar su lección.
Pasado el tiempo que el mensaje había sido enviado, recibido y leído se le hizo ilógicamente eterno a Ishigami, no es que hubiera estado revisando de forma constante por si acaso su teléfono movil sufría alguna avería que impedía se activara su sonido de notificación, lo cual, era ilógico también puesto que él mismo lo había armado hasta perfeccionarlo y no tuviera fallas. Definitivamente no estaba al pendiente y el comentario de Luna hizo demostrarle justamente lo contrario.
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."deja de holgazanear, mentalista, ni creas que te haz librado de nuestro proyecto. Kukuku te espero para ver si tienes más avances o hagas algo de provecho también ayudándome en algún experimento"
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.Dos horas más tarde un sonido bastante familiar sonó a su puerta, trató de simular las ansias crecientes y sin sentido por ir a abrir la puerta llendo a paso relativamente lento, pero al ser abierta en medio de los quejidos, todo sonido se detuvo momentáneamente.
Gen vio moverse la manija de la puerta que daba entrada al apartamento del científico pero antes de que fuera abierta en su totalidad, optó por molestar un poco al científico.
—¡Senkū-chan! Te he dicho mil veces que debes dormir temprano y dejar tus cosas científicas para después o al menos dejarme A MI, DORMIR, no pienso regresar a armar más ¡baterías caseras! mejor compra unas nuevas y... ¿A quién se le ocurre pedir un favor con ese tono? Al menos pon un kaomoji más amigable la pro-... —el mentalista detuvo su pantomima cuando la figura que observo frente suyo no correspondía para nada a la de Senkū.
Había comenzado a preguntarse internamente si se había equivocado puesto que el lenguaje no verbal de la chica, así como su expresión facial indicaban confusión y extrañeza, además de que no lo había interrumpido lo cual denotaba cierto grado leve en estado de shock, pero, había ido a ese apartamento prácticamente una infinidad de veces, tanto que ahora que lo piensa era imposible equivocarse de puerta o de piso. Sus dudas momentáneas fueron esclarecidas cuando Senkū salió detrás de la joven de cabello rosado pellizcandose el puente de la nariz.
Entonces para Gen todo tuvo sentido, un doloroso y vengonzoso sentido, al menos era a lo que su mente no encontraba otra respuesta.
«Debía suponerlo después de todo, a fin de cuentas, yo...»
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My Red String Of Fate
Lãng mạnIshigami Senkū, estudiante de la universidad en la carrera de ciencias jamás se tomaría el tiempo de creer o distraerse pensando en cosas tan banales como "el hilo rojo del destino" como la mayoría de los ciudadanos lo hacía incluyendo a sus amigos...