«A fin de cuentas yo... yo... Cierto, yo decidí jamás el decirle mis sentimientos por él...Así que, como seguramente diría Senkū-chan, esto es lo diez mil billones por ciento más lógico que llegaría a pasar algún día y... Quizá ella sea la chica que...»
Sin embargo, aún mientras esos pensamientos cruzaban por su cabeza, Asagiri Gen agradecía internamente por billonésima vez el saber controlar sus expresiones faciales para no mostrar el cómo se sentía en realidad.
—Vaya vaya~ Senkū-chan, no sabía que había una chica tan linda aquí contigo~ —reunió suficiente valor para hablar de nuevo, esta vez, con una sonrisa bastante practicada cuando ya estaba cansado en sus presentaciones, y funcionó, la chica reaccionó ante el gesto y las lindas palabras dichas— Me hubieras dicho que estabas ocupado~ así podría venir después y-
—¿Ah, de qué estás hablando? —respondió el científico confundido.
—Senkū-chan, no te hagas el inocente~ verás, no me hagas explicar a qué me refiero de lo que pueden hacer un chico y una chica, solos, en la casa del joven muchacho ¿verdad?~Al decir esto, la chica no pudo evitar el ruborizarse aún más, pues entendió completamente el doble sentido de aquella insinuación. Claro que le gustaba Ishigami Senkū y quería conquistar su científico corazón pero imaginarse en una situación de esa magnitud era demasiado vergonzoso incluso para ella, incluso, si lo deseaba para un futuro lejano.
—Ugh... No digas cosas de esa forma —respondió Ishigami con una notoria expresión de desagrado rompiendo la burla de Gen y los pensamientos hilarantes de Luna. —Si te refieres a-
—Vamos, Senkū-chan, es completamente natural~ hasta tu sabes eso~
—Pero qué de-
—¡Hola! —interrumpió la chica haciendo notar de nuevo su presencia y ambos dirigieron su vista hacia ella— Es un placer, mi nombre es Luna Wright —dirigió su vista a Asagiri, el rubor había disminuido pero seguía presente en un ligero tono rosado y continuó— soy una estudiante de intercambio desde que el primer año y siento si mi japonés aún no es el indicado a comparación del inglés, soy una chica capaz y bueno, yo...Asagiri estuvo a punto de presentarse a sí mismo, por cortesía claro además de que la chica no había continuado y su voz se redujo hasta llegar al silencio, y... También, porque a decir verdad, era raro o poco común que alguien no lo conociera para este tiempo, pues había portadas de revistas, anuncios y anaqueles con su rostro y su nombre en ellos, además... Su idioma nativo era inglés, fácil podrían comunicarse en aquella lengua ya que el podía hablarla con bastante fluidez, pero la idea se descartó totalmente debido a que Ishigami tomó la palabra nuevamente.
—Luna, lo que este mentalista charlatán dice no está del todo errado. —las palabras sorprendieron a ambos, y aunque Gen estaba con una cara interrogante e inocente, por dentro que confirmara supuestamente sus sospechas, en verdad le dolía —Es bastante tarde y nosotros ya-
—¿verdad? —interrumpió Gen de una forma cantada. —Sabes, Senkū-chan, estoy muuuy~ agotado de todo el trabajo, mañana comienzan mis vacaciones así que no es necesario que esté aquí todavía~ tal vez venga mañana si no me siento tan cansado como ahora...Asagiri se dio la media vuelta con gracia y avanzó hasta la mitad del pasillo escuchando la voz del científico llamando su nombre en vano. Al final de este, se volteó nuevamente e hizo un ademán de despedida.
—¡Bye bye, Senkū-chan!~ —gritó con una sonrisa burlona antes de desaparecer ante la vista del científico y su compañera.
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El Mentalista logró llegar a su automovil tranquilamente, entró y arrancó a una velocidad que creía normal, pues pese a que le ardían los ojos, logró mantener su vista puesta en el camino y tarareó todo el recorrido hasta llegar a su casa. Estacionó el auto y se bajó, el reloj marcaba casi la media noche ¿Cómo se había tardado tanto en llegar? Entró y dejó carse al suelo con la puerta cerrada pegada su espalda.
—Algún día tenía que suceder, lo sabía, pero aún sabiéndolo seguí estando cerca, aún sabiéndolo... me enamoré, aún sabiendo que yo no podría estar siempre a su lado... —bajó su tono vocal y escondió su rostro entre sus rodillas— a pesar de que me mentalizé desde que identifiqué mis sentimientos para este momento...
«Todavía duele...»
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—Escucha Luna, tu tutoría ha terminado desde hace mas de un hora, que permanezcas más tiempo puede llegar a prestarse para comentarios fuera de contexto como hace unos minutos o a otras malas interpretaciones. —Exhaló antes de regresar su atención a la joven Wright.—Es mejor que vayas a tu casa ya, casi no habrá transporte y no puedes quedarte ya que saldré temprano por la mañana.
—En-entiendo, entonces... —vaciló la chica de cabello rosado encaminandose hacia la puerta— Nos vemos después en clases, Senkū— se volvió un segundo antes y sonrió antes de cerrar la puerta dejando el hogar de Ishigami.
—Si si. —respondió el científico para cuando la silueta de la joven ya había desaparecido.Senkū regresó adentro y se desplomó en el sofá de la sala de estar. Sacó nuevamente su celular de su bolsillo y abrió su chat que tenía con el mentalista y dejó escapar un suspiro. Quería comunicarse, llamar a Gen pero él ya se había ido diciendo que estaba muy cansado por el trabajo...
«Cansado mi trasero, ese mago farsante estaba mintiendo en un diez mil billones por ciento. Nadie llega con ese nivel de energía y decir que no la tiene.»
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Quizá lo pensó demasiado, quizá dudó cuando es algo que no suele hacer. Todo esto era tan ilógico. Antes de darse cuenta había desperdiciado una hora con treinta y dos minutos recostado en su sofá observando cada parte del nombre de dicho contacto como si no se lo supiera ya de memoria.
Finalmente se decidió, el teléfono sonó y sonó pero Asagiri Gen no respondió a ninguna de sus llamadas. Volteó su vista al reloj, marcaba cerca de la una de la madrugada y desistió.
«Tal vez analicé demasiado, después de todo el mentalista si que podría haber estado agotado. Ah bien, debería leer los avances que Xeno me mandó en vez de estar aquí sin hacer nada.»
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El celular de Gen había parado de sonar hacía unos minutos, podría haberlo apagado apenas dio el primer timbre, pero, prefirió dejarlo sonar para recordarse que él no era una prioridad en la vida del científico, que solo había coincidido con él por un lugar concurrido y sólo habían entablado una amistad por haberse involucrado en su investigación y experimento.
Se levantó y se fue a dar una ducha, una larga al parecer pues aún no tenía una pizca de sueño.
—Lo siento Senkū-chan, pero aunque fueras una linda chica, no eres mi tipo... —musitó en recuerdo de uno de sus primeros encuentros con aquel científico de cabello extraño y suspiró— Así era... Y ojalá hubiera sido siempre de esa manera.
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My Red String Of Fate
Roman d'amourIshigami Senkū, estudiante de la universidad en la carrera de ciencias jamás se tomaría el tiempo de creer o distraerse pensando en cosas tan banales como "el hilo rojo del destino" como la mayoría de los ciudadanos lo hacía incluyendo a sus amigos...