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«¿Qué más da

Pensó. Su agotamiento no daba para más y podía afirmar que, a pesar de todo, Shishio Tsukasa era una persona carismática, honesta y recta. No obstante, nada le impedía hacer un último intento.

—Es realmente impresionante cómo las emociones nos afectan —comentó por primera vez después de un tiempo. Ahora era turno de escuchar, al joven de cabello marrón.

—La razón por la que solo podemos ver el aspecto positivo de las cosas cuando estamos contentos, y el aspecto negativo cuando estamos tristes, es que las emociones individuales pertenecen al estado mental a largo plazo; a lo que las personas solemos llamar "estado de ánimo". —continuó, su vista se dirigió hacia el mar— Además, paralelamente se encuentran otros factores como la salud, la dieta y los biorritmos...

Asagiri sonrió recordando todas aquellas pláticas con aquel científico en la que mezclaban y encajaban perfectamente su pasión por sus áreas de interés.

—Nuestro estado de ánimo afecta a que los recuerdos sean accesibles o no —continuó—, en la que se llama 'memoria dependiente' del estado animico, por lo que cuando estamos de huen humor nos vendrán a la mente los buenos recuerdos, y viceversa. Un recuerdo triste invoca la tristeza que activa otros recuerdos tristes. Y entonces... de repente nos asaltan recuerdos del final de una relación, un trabajo que se ha acabado, etc. Ah~ ah~ —Se quejó— Un pensamiento triste lleva a otro y para entonces acabamos todos deprimidos~

—. . .

—¡Oh! También es interesante sobre que nuestro estado de ánimo puede modificar la exactitud de nuestros recuerdos ¿Sabías? —prosiguió—. Es más probable que seamos exactos en nuestros recuerdos si nuestro estado de ánimo actual corresponde con el contenido emocional de dichos recuerdos. Ambos sucesos facilitan la percepción de lo que es una interpretación subjetiva de lo que consideramos es la verdad y solo la verdad-

—En ese caso, ¿Cuál es tu verdad, Gen? —volvió a cuestionar.
¡Ahí esta!. Así es, definitivamente no había escapatoria. —¡uel-cray, Tsukasa-chan!~

El mentalista finalmente se levantó dando unos pasos al frente y suspiró, viendo cómo su en su respiración podía percibirse en pequeño rastro de humo. Aún sentía el frio colándose por sus pulmones. El color que teñía el cielo seguía siendo tan profundo como lo reflejaba el mar, tan profundo como sus propios sentimientos.

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«Amor. Un sentimiento tan bello y tan desgarrador al mismo tiempo. Un interesante campo de estudio con el que no debes jugar~ ya entendí~... »

°

—Aha~ ¿te gustaría conocer algo acerca de este lindo mago fraudulento?~ ¡qué honor!. —pronunció entonces con un tono cantado.
—. . .
—Lo siento —enunció al seguir sin recibir una respuesta.

—. . .
—N~... —gimoteó con soslayo y continuó. —Mi... Situación palidece junto a la tuya. —declaró aún dubitativo.— La... persona, mis sentimientos y mi... —tragó hondo—, vínculo con él, en mi caso es muy diferente.

— Mh.
—Es... Simplemente es distinto.
—Experimentar sentimientos a tal magnitud en ocasiones suele ser algo complicado. —finalmente habló.

—Entonces, ¡tenía razón!~ Tsukasa-chan sí tiene una enamorada~ —Sonrió travieso, intentando desviar una vez más el tema de conversación.

—No.—falló de nuevo— Yo no hablaba de ese tipo de sentimiento. Pero Gen, puedo ver que justamente eso es lo que te tiene así de preocupado. ¿No es así?

—Ah haha... —una frívola risa salió y una lágrima traicionera fue derramada. —La vida puede llegar a ser un poco injusta ¿no crees?~

Las olas rompían en la costa, el viento gélido hacía que el sonido de éstas se hicieran más pronunciadas y sus palabras sintiéndose al borde de la insignificancia.

—¿Tsukasa-chan cree en las almas gemelas? —inquirió, mientras su vista ahora se fijaba hacia el oleaje que producía el mar. El joven luchador lo observó con curiosidad.

El silencio se hizo presente una vez más. Aunque en esta ocasión, ya no podía definirse como uno incómodo, no.

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—He de admitir; —comenzó después de un par de minutos y con un resoplido— al inicio creía que era un error involucrarme contigo. —confesó tardío. Asagiri le regresó la mirada confundido, no había respondido su pregunta inicial, sin embargo, se abstuvo de hacer algún comentario al respecto.

—Mh. Sé que te juzgué deliberadamente... —continuó —Sin embargo, ahora sé que agradezco el haberte conocido.
—. . .
—No eres una mala persona, Gen.

Asagiri sonrió. Sin embargo, al parecer su duda quedaría sin una respuesta clara. O más bien, sin alguna en realidad. Y podría ser que, probablemente no sería una mala noche solitaria y por completo como lo suponía.

Ambos caminaron un tiempo cerca de la orilla costera en compañía del otro hasta que el joven de cabello marrón tuvo que retirarse puesto que debía regresar a cuidar de Mirai, el cual era el nombre de su pequeña hermana menor quien seguía conectada a un respirador artificial sin esperanzas de recuperación en el hospital que se encontraba a poca distancia de esa playa.

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Las emociones son la fuerza dominante y el principio fundamental de la psique de cada persona. Estas influyen en nuestras decisiones, en nuestro concepto del bien y mal, en nuestras relaciones personales y curiosamente; también en nuestra salud corporal. además, también influyen en nuestra percepción sobre las cosas, situaciones e individuos.

«Siempre lo he sabido, ya lo sabía... así que tengo que volver a dominarlas antes de que esto se vuelva una catástrofe.»

Se repetía una y otra vez. Enfrentar al científico no sería sencillo, todavía tenía un trabajo que entregar. Era un profesional después de todo.

Suspiró, un poco más tranquilo. Ya era muy tarde. Sin embargo, no esperaba que aquella tranquilidad surgiera de aquella amena conversación que tuvo con Shishio Tsukasa.

Quizá, solo quizá acercarse un poco a los demás no es algo tan malo a fin de cuentas.

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My Red String Of FateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora