El día había amanecido un tanto gris y triste. Se ve que la meteorología estaba conectada con Lee Minho.
El chico se había encerrado en su cuarto desde que sus padres y los Kim le anunciaron el inminente compromiso con Kim Seungmin. Había puesto el seguro en la puerta y no había salido en 2 días cuando los demás estuvieron despiertos. Alguna noche había sido vencido por el hambre y había terminado saliendo a por algo de comer para volver a encerrarse al momento.
Por una vez, odió a sus padres por algo relativamente bueno. Odiaba que respetaran su orientación sexual y la aceptaran tan sólo para poder aprovecharse de ello. Había días en los que no veía semejanza alguna con sus padres. No entendía dónde se suponía que estaba ese sentimiento de ambición y grandeza que sus progenitores emanaban allí a donde fueran.
Él era un chico muy simple que apenas se sentía feliz con su vida planificada y su mala salud mental. No podía simular una sonrisa como ellos querían cuando sentía que algo dentro de él estaba muerto.
Seungmin no tenía la culpa de nada, pero aún así Minho sentía cierto rechazo hacia él por culpa de sus padres, y eso le hacía sentirse culpable. El chico siempre había estado a su lado desde hacía varios años en todos sus malos momentos. Y por mucho que Minho no se hubiera abierto con Seungmin, eso no quería decir que no le tuviera gran aprecio y lo considerara su único amigo.
Finalmente, a los dos días decidió que quería volver al instituto. Sí, fue algo extraño viniendo de Lee Minho, pero esa noche tuvo un sueño. No pudo recordar bien sobre qué trataba, pero tan sólo la sensación de calidez que se había formado en su pecho al recordar la sonrisa de Han Jisung dirigida hacia él, fue como si le inyectaran un chute de adrenalina. Y sabía que no podía quedarse en la cama todo el día. Al menos hoy no. Tal vez fue cosa del destino y su forma de no dejar que Minho huyera de Jisung.
Al bajar a la cocina, la señora Park se acercó casi corriendo a él y lo envolvió en sus brazos sin preguntar.
-Señorito Lee, está bien.-dijo en voz alta aunque pareciera que se lo decía a sí misma. Minho se sintió bien por ese acto de cariño y preocupación, a lo que le regaló una pequeña sonrisa a su cuidadora.
-Sí, no se preocupe, señora Park.- le contestó sonriendo.
La señora Park le devolvió la sonrisa un tanto apenada.
La pequeña felicidad del chico se vio turbada cuando sus dos padres hicieron acto de presencia. Lucían sus lujosos ropajes a pesar de que iban a trabajar y ambos miraban más el móvil que lo que tenían delante.
Minho deseó que se tropezaran y cayeran al suelo, pero para su mala suerte no ocurrío.
Más bien, cuando el matrimonio tomó asiento en la mesa donde estaba siendo servido el desayuno, ambos dejaron sus dispositivos móviles a un lado, y fijaron la vista en su primogénito.
-¿Y bien? ¿Ya se te pasó la rabieta?- quiso saber su madre de forma burlona.
Minho frunció el ceño ante esto.
-¿Perdona?
-Sí, hijo. -intervino su padre- Nos dejaste en ridículo, más de lo normal, frente a los Kim. Da gracias que nuestra relación con ellos es bastante estrecha y no puedes afectar en ella, pero pobre Seungmin. ¿Acaso no pensaste en él? Debió sentirse muy ofendido.- dijo llevándose una cucharada del desayuno a la boca.
El chico se mostraba asombrado por la crudeza de las palabras de sus padres, aunque de cierta forma es lo que se esperaba. Bajó la cabeza mientras observaba fijamente su desayuno, buscando algo de calma en él. Pero fue en vano, porque su mecha se había acabado y no pensaba con claridad ni las consecuencias que le traerían sus actos.
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✔️Ghosting -Minsung/Hanknow (LMH+HJS)
Fanfiction"¿Qué se supone que debes hacer cuando tu corazón y tu mente corren en sentido contrario? ¿Y si la muerte siempre estuviera pisandote los talones? Lee Minho desaparecía cada vez que eso ocurría, pero esta vez fue por Han Jisung. Y, oh Minho, Jisun...