✔️Ghosting -Minsung/Hanknow (LMH+HJS)

TREINTA

-Favorite crime, Olivia Rodrigo-

-¡Minho, cariño! ¿Puedes atender la llamada que no deja de sonar?-preguntó la señora Park entrando a la habitación de su hijo.

Minho estaba dormido tan profundamente que podría acabarse el mundo y él no se enteraría. La mujer suspiró con una sonrisa en sus labios y se acercó al teléfono del chico. Vio en la pantalla el nombre de Seungmin y decidió atenderla para decirle que Minho estaba más muerto que vivo en esos instantes.

-Minho, llevo llamándote 15 minutos. Ya te vale no contest...-comenzó a hablar el chico. La señora Park soltó una risita al escucharlo exasperado con su hijo.

-Hola, Seungmin.- habló la mujer interrumpiéndolo. No quería que Seungmin contara algo que ella no debía saber pensando que estaba Minho al teléfono. La señora Park no era del tipo de madres/personas que se meten en la vida de sus hijos. Ella confiaba plenamente en Minho.

-¡O-oh!-se sorprendió Seungmin algo avergonzado- Señora Park, buenos días.

-Buenos días para ti también.-dijo riendo levemente- Minho está tan dormido que ahora mismo estoy a su lado y no se entera de nada. Le diré que te llame cuando despierte.

-No hace falta que me llame de vuelta. Por favor, dígale que esta tarde hemos quedado en mi casa alrededor de las 18h. Es importante que venga.-dijo rápidamente Seungmin.

-Está bien. Trataré que se despierte antes de esa hora.-añadió la mujer. Seungmin rió al escucharla.

-Muchas gracias, señora Park.

-A ti por cuidar siempre de mi hijo, Seungmin.

***

Minho llegó a la residencia donde vivía Seungmin. Acostumbrado a la enorme mansión en la que vivió tantos años el chico, a Minho se le hacía extraño ir a ver a Kim Seungmin a un lugar tan casual. Era una buena residencia con muchas habitaciones para estudiantes. Pero Minho no se imaginaba a su amigo, acostumbrado a habitaciones enormes sólo para él, en una habitación minúscula compartida con hasta dos personas más.

Pero el tiempo había pasado desde la última vez en que Minho estuvo en esa ciudad y, aunque todo parecía igual, muchas cosas habían cambiado.

Tocó la puerta de la habitación que Seungmin le había indicado en el mensaje de texto que le había mandado con la dirección y esperó pacientemente a que le abrieran desde el interior del lugar.

No fueron muchos segundos los que tuvo que esperar para que un "¡Voy!" se escuchara desde el interior de ésta. La puerta se abrió dejando paso a un chico que Minho podría reconocer en cualquier parte del mundo. Una pequeña sonrisa se formó en los labios del mayor y creyó que estaba soñando por tenerlo delante suya después de tanto tiempo.

Examinó su cabello oscuro con reflejos rubios, el pendiente en su oreja, el lunar en su mejilla, su ropa ancha, los anillos en sus dedos... Y sus ojos que lo miraban sorprendido y a la vez sin sentimiento alguno. Como si fuera la primera vez que lo viera en su vida.

-¿Puedo ayudarte en algo?- preguntó con un tono neutro. Minho sentía que había perdido su voz en el momento en que la puerta se abrió y vio al chico que lo había salvado frente a él luciendo tan bien, así que no fue capaz de decir nada salvo sonidos sin sentido. Jisung alzó una ceja frente a él sin entender y soltó un bufido antes de tratar de cerrar de nuevo la puerta en las narices de Minho.

-¡Espera!-consiguió articular. Jisung dejó un tramo de la puerta entreabierta y lo observó por el pequeño hueco esperando que tuviera algo importante que decir.- Seungmin me llamó... y...