✔️Ghosting -Minsung/Hanknow (LMH+HJS)

TRES

-Butterfly, BTS-

El corazón aún le latía con fuerza cuando llegó a casa. No podía creer que había escapado como siempre hacia.

Idiota, idiota.

Se repetía constantemente. El hecho de que Han Jisung le hubiese ofrecido su amistad sin esperar nada a cambio, hacia que su pecho se llenara de una extraña calidez que le dolía. Su corazón latía contento por ello, pero su mente le gritaba que no lo hiciera.

Su cuerpo perdió el control y tan sólo tenía dos opciones:

1.Tener un ataque de ansiedad en medio de la clase.

2.Huir y que todos lo miraran, pero acabar sano y salvo.

Obviamente escogió la segunda opción.

Abrió la puerta de casa con las llaves, pero antes de que él la empujara, abrieron desde dentro.

-Aquí estás- Minho rodó los ojos al escuchar dicha voz. Kim Seungmin le sonreía amablemente como siempre hacía, lo cual sólo podía provocarle náuseas al mayor.

No es que Seungmin fuera una mala persona, al contrario. Minho estaba convencido de que Kim Seungmin era el ser más puro que existía en el planeta Tierra. Y por ello no era compatible con Lee Minho.

-¿Qué haces aquí otra vez?- preguntó Minho mientras cerraba la puerta al entrar. Echó un vistazo dentro de la casa, y pudo escuchar más alboroto de lo normal. -¿Tus padres también están?

-Ajam -sonrió el contrario mientras asentía- Hoy llegaste más temprano. O sea para ser tú. -trató de esconder una pequeña risita.

Minho frunció el ceño ante esto. - Tenía ganas de llegar a casa -mintió.

Seungmin asintió sin decir nada más y le dejó pasar al interior del hogar. Minho subió rápidamente a su cuarto para dejar la mochila y ponerse cómodo.

Los Kim eran compañeros de negocios de los Lee. Para Minho era normal la constante presencia de Seungmin. No es como si le molestase, pero prefería estar solo. Caminó hacia el espejo para observar su reflejo. No se sorprendió al ver su rostro pálido y sus ojos apagados.

El rostro sonriente de Jisung apareció en su mente sin venir a cuento e, inconscientemente, sonrió. Al ver cómo su expresión adquiría luz tras pensar en Jisung, se apartó del espejo asustado. Tan sólo le había ocurrido eso una vez más en su vida, y podríamos decir que no acabó muy bien.

Fue directo al baño a refrescarse y tratar de mantener la mente en blanco, pero siempre las palabras del mejillas de ardilla abordaban su mente.

¿Por qué su ofrecimiento de amistad le estaba dejando tan alborotado?

Negó rápidamente con la cabeza tratando de disipar esos pensamientos. Por un instante, recordó cómo le pareció verle cuando agarró el autobús.

No podía ser, no había forma de que Han Jisung hubiera corrido tras él. No era tan importante. Lo más seguro es que se había reído con sus amigos sobre su comportamiento y había perdido todo tipo de interés en alguien tan poco funcional como él.

Bajó al salón a pesar de las pocas ganas que tenía de ello. Sabía que sería peor si lo evitaba.

Al llegar, se encontró un ambiente tan típico que ya no le sorprendía. Seungmin charlaba con las madres mientras los padres estaban en otra parte del salón hablando sobre negocios seguramente. Minho decidió acercarse a Seungmin antes que a los adultos, al menos él le caía bien. Su padre le echó un vistazo cuando entró y asintió a modo de aprobación. Por lo menos se libraría de una reprimenda.