Capitulo III

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Gelda iba caminando sujetando a Zeldris de la muñeca para que la siguiera, agradecía que el pelinegro estuviera callado pero también le causaba ansiedad. Ese silencio no le auguraba nada bueno.

-¿A dónde vamos?- pregunto Zeldris hablando por primera vez en diez minutos.

La rubia suspiro, no tenía ni idea adonde ir solo quería alejarlo de la peluquería en donde estaba Alexander. Tenían que hablar a solas pero había personas por todas partes, se maldecía por vivir tan lejos.

Alexander se habia quedado en la peluquería con Ren, no tenía ni idea de cómo había logrado salir con Zeldris de ahí.

-Mami, ¿Quién es el señor?-

Gelda miraba fijamente a su hijo sin saber que decir o cómo actuar, no estaba preparada para ver a Zeldris muchos que este viera a Alexander. Estaba segura de lo que el pelinegro estaba pensando en ese momento.

-Es un viejo amigo de la escuela de tu mama.-Ren salió a salvar la situación-.vino por un corte y se encontró con ella, que pequeño es el mundo ¿no?-

-¿De la escuela?- pregunto Alexander y miro a Zeldris-.es cierto, usted es el de la fotografía.-

-¿Fotografía?-preguntaron Gelda y Zeldris al mismo tiempo.

Alexander asintió.

-En un álbum fotos que está guardado en una caja, usted está con mi mama abrazándola y otras dos personas en una plaza.-

La rubia sabía a qué foto se refería su hijo, era una foto en la que salía junto con Zeldris y sus amigos, Monspeet y Derieri.

Zeldris miro de Alexander a Gelda, la rubia se veía nerviosa luego volvió a ver a Alexander acaso ¿sería posible?

-Una pregunta niño, ¿Cuántos años tienes?-pregunto Zeldris.

"No se lo digas, No se lo digas" pensó Gelda.

-Tengo ocho años y cuatro meses.-dijo orgulloso Alexander-.soy un niño grande-

¿Por qué los niños son tan sinceros? pensó Gelda. Inhalo profundo y exhalo dándose media vuelta hacia Zeldris para luego acercarse a él y tomarlo de la muñeca para jalarlo hacia la puerta del local.

-Quédate con Ren, cariño.-le dijo a su hijo mientras tomaba su abrigo.

-No te olvides de la película.-dijo Alexander

-Estaré devuelta para esa hora.-

Se puso el abrigo y salió con Zeldris de la peluquería.

Cuando se dio cuenta estaban en la plaza, no había muchas personas debido a la ligera nieve que estaba cayendo. Las pocas que había se estaban retirando para ir a algún más cálido como el centro comercial o algún café cercando.

Gelda soltó la muñeca de Zeldris y volteo hacia él, el pelinegro tenía el ceño ligeramente fruncido pero suavizo su expresión para mirarla de manera seria.

-¿Tengo un hijo y nunca me lo dijiste?-

-¿Por qué dices que es tuyo?-

-Si a ocho años y cuatro meses le sumamos cinco meses para completar los nueve que dura un embarazo me da justo el tiempo en que estábamos juntos.-Dijo Zeldris mirándola acusatoriamente-.Ese niño es mío o me engañaste con alguien muy parecido a mi físicamente y dudo mucho que sea esta última opción, ¿Por qué no me lo dijiste?-

-¡¿Para qué?! Para que no supieras que hacer, para que te preocuparas de que decepcionaste a tu padre, por favor Zeldris si te decía que estaba embarazada ibas a tener problemas con tu padre o peor dejarme porque sería imposible ser padre e ir a la universidad.-

Amor En Invierno [Geldris] [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora