Cinco Años Después…
Donde hubo fuego, cenizas quedan.
Gelda había escuchado y leído esa frase en algunas ocasiones de su vida pero siempre pensó que era una frase que no tenía mucho sentido aplicarla en las personas y en las situaciones.
Había estado muy equivocada.
Y lo estaba comprobando en ese mismo momento.
Sus fuertes gemidos inundaban la habitación, Zeldris le sostenía con firmeza las caderas mientras la penetraba con fuerza. Escuchaba los gemidos del pelinegro en su oído.
Llevo sus manos a la espalda de Zeldris y lo araño con sus uñas. Su amante lanzo un fuerte gemido placentero.
-No tan fuerte, los niños están durmiendo.-le dijo entre jadeos.
Sin decir ninguna palabra, Zeldris se apoyó mejor en sus rodillas, elevo las piernas de Gelda y las coloco sobre sus hombros mientras mantenía el ritmo de las embestidas. La rubia se mordió los labios para evitar gritar de placer ante la nueva y mejor postura, lo sentía hasta el fondo. Gelda identificó por la mirada de Zeldris que su vista estaba en sus pechos que no dejaban de rebotar por el movimiento.
-Gel…da...-gimió su nombre.
La rubia lo miro y tuvo un pequeño momento de lucidez.
¿Cuándo habían acabado así?
No, eso lo sabía. La pregunta era: ¿Cómo habían acabado así?
Fue hace un año, Elizabeth y las demás chicas la habían invitado a una noche de chicas. Al principio se quiso negar pero Zeldris la convenció argumentando que él se quedaría a cuidar a Alexander y a las gemelas en su casa y que ella saliera a divertirse. En trece años solo se había preocupado en ser madre y que se debía consentirse a sí misma.
Acepto y salió con Elizabeth, Diane, Elaine y Merlin a un club nocturno que se estaba asiendo popular en la ciudad. Como era verano, podía ponerse un vestido sin embargo a falta de vestidos sexys, como le dijo Merlin, la pelinegra le presto uno. Era muy corto y ajustado, apenas y le cubría el trasero, sin mangas, solo un cierre en la espalda con escote de corazón y negro que lo decoro con un cinturón color rojo y zapatos de tacón de diez centímetros también rojos, Elaine le recogió el cabello en un moño dejando al aire libre sus hombros y cuello, Diane la maquillo de manera sutil, solo mascara de pestañas, delineador y un poco de rubor para darle un poco de color a sus mejillas debido a su piel pálida aunque el labial fue de un rojo muy intenso. Elizabeth le presto un poco de su perfume chanel número cinco.
Sonrió al ver el resultado final en el espejo. Debía admitirlo se veía despampanante, había recuperado su figura dos años después de haber dado a luz a las gemelas.
Antes de salir de su habitación, se colocó el collar que Zeldris le habida regalado. Siempre lo llevaba puesto.
Al bajar se encontraron con Zeldris y sus hijos.
-¡Ta-dan! Contemplen a su madre.-dijo Diane a los niños mientras la señalaba con las manos, le recordó al meme de Will Smith.
Los niños sonrieron al ver a su madre.
-Mama te ves hermosa.-le dijo Alexander.
-Mami, eres muy bonita.-dijo Celine con su tierna y dulce vocecita.
Amélie solo la miraba con sus expresivos ojos rojizos. Las gemelas, al igual que Alexander, heredaron su color de ojos y los cabellos negros de Zeldris aunque tenían facciones finas como ella mientras que las de Alexander se estaban pareciendo más a las de Zeldris. Tenía sentido, su hijo ya tenía trece estaba dejando de ser un niño.
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Amor En Invierno [Geldris] [Libro 1]
FanfictionGelda termina su relación con Zeldris cuando este le comunica que debe irse del país por estudios pero Gelda no le dice que esta esperando un hijo suyo. Nueve años después en un dia tranquilo en su trabajo, se encuentra con el hermano mayor de Zeldr...