Capitulo V

580 34 2
                                    

-Bueno, comprobé lo que el señor Demon me dijo y efectivamente las ratas hicieron nido.-Explico el fumigador-.es la primera vez que veo más de un nido en una casa-

-¿Hay más de un nido?-pregunto horrorizada Gelda.

Era pasada un poco del medio día, Zeldris y Gelda estaban con el fumigador que tal y como había prometido el pelinegro consiguió uno que pudiera venir un domingo a esa hora del día. Era uno de los mejores de la ciudad.

-Por lo menos encontré tres nidos en lo que vi la casa, también vi los cajones de cartón en el sótano y estos estaban roídos también encontré heces en las esquinas del sótano y detrás de algunos muebles de la cocina, ¿Cuándo fue la última vez que hizo una limpieza general de la casa?-

-En realidad nunca, solo somos mi hijo y yo y solo limpiamos en las habitaciones que estamos más frecuentemente pero tampoco no las limpiamos a fondo a excepción de nuestros dormitorios.- explico Gelda.

-¿Eso influye en la invasión de las ratas?- pregunto Zeldris. Tenía los brazos cruzados en una postura seria.

-Las ratas buscan lugares con fuentes de comida cerca y lugares donde estén aisladas, al no haber limpieza general en mucho tiempo consideran que es un buen lugar para quedarse y eso fue lo que sucedió aquí, debió haber llegado una camada primero y luego las otras.-

-¡¿Prácticamente tengo una ciudad de ratas en mi casa?!-

-Bueno, las ratas hacen nidos cuando van a dar a luz, las crías ya nacieron y hace bastante y el promedio es de ocho a doce crías por camada, suponiendo que solo son tres nidos de doce crías cada uno y con una madre por cada nido, serian 39 ratas.-

Gelda se sostuvo del hombro del Zeldris para evitar desmayarse por la repulsión que sintió luego de escuchar al fumigador, 39 posibles ratas. Había estado viviendo desde hace un tiempo desconocido con prácticamente casi 40 ratas ¡¿Cómo es que nunca se había dado cuenta?!

Claro que le había parecido extraño las galletas o la fruta que desaparecía de la mesa pero había creído que su hijo las tomabas y le jugabas bromas al decir que no era el o que no sabía nada sobre eso. No sería la primera vez que Alexander jugara así con ella pero el niño no le había mentido, habían sido las ratas y nunca sospecho nada. Por suerte ella siempre limpiaba antes de cocinar, ya que las ratas al parecer subían sobre la mesa y sabía bien que estos roedores transmitían enfermedades y virus por suerte nunca les había pasado nada a ella y a Alexander pero ahora en más tendría más cuidado en la limpieza de su casa.

-¿Cuál es el procedimiento ahora?-pregunto Zeldris mientras le pasaba un brazo a Gelda por la cintura, no confiaba que pudiera seguir manteniéndose de pie por sí misma.

-Generalmente en casos de ratas se colocan trampas pero son demasiados roedores y a veces son inteligentes, así que en este caso sería mejor aplicar veneno.-

-¿Cuánto tiempo tomara eso?-pregunto Gelda.

Aunque ella y Alexander se quedarían en casa de Zeldris, no quería molestar mucho.

-Sesenta días, ya que nos ocupamos de preparar la casa para la fumigación al igual que también aplicamos medidas para que ya no vuelva la plaga, en este caso las ratas y tenemos un equipo que realiza una limpieza una vez que el exterminio de la plaga acabo y la casa sea habitable para las personas de nuevo.-

-Bueno, escuchando todo lo que incluye el servicio es entendible porque son sesenta días. Bien, ¿cuánto es el precio del servicio?- pregunto Gelda, algo temerosa de escuchar la respuesta.

-Son mil euros por todo el servicio.-contesto el fumigador.

-¡¿Mil euros?!-exclamo Gelda.

-Es un buen precio por ese gran servicio, hay quienes cobran más y apenas hacen la mitad de las cosas que esta empresa hacen.-le dijo Zeldris en un intento de calmarla.

Amor En Invierno [Geldris] [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora