Capitulo XIII

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Las puertas del ascensor se abrieron, Zeldris y Gelda entraron al penthouse entre besos y suspiros. Zeldris le había puesto la mano en la cintura y la atrajo hacia él ni bien las puertas del elevador se cerraron cuando subieron en recepción y se habían estado besando en todo el tiempo que el aparato subía.

Zeldris dejo de abrazar a Gelda por un momento, sin romper el beso mientras se quitaba el abrigo y lo dejaba tirado en el suelo.

Avanzaron hacia el sofá y Gelda cayó en la suavidad del mueble, Zeldris se recostó sobre ella. La rubia abrió las piernas para dejar que el pelinegro se acomodara mejor.

Zeldris repartía besos a lo largo del cuello femenino mientras Gelda lo abrazaba y acariciaba suavemente sus cabellos con las manos.

-Zel.-dijo Gelda en un suspiro-.espera...-

-¿Qué sucede?-pregunto Zeldris levantando la cabeza y dirigir la mirada hacia ella.

-¿No estamos yendo muy rápido?-

-¿No quieres hacerlo?-

Gelda se mordió el labio inferior en señal de duda y nerviosismo. Claro que quería hacerlo pero primero le gustaría volver a hacer otras cosas que hacían juntos como ver películas, leer algún libro o simplemente hablar de cualquier tontería que se les ocurriera o peinar el cabello de Zeldris, ¡Le encantaba peinar el cabello de su Zeldris!

-Si quiero pero también quiero hacer otras cosas que hacíamos juntos, como peinar tu cabello o ver alguna película.-

-Gelda, tenemos el resto de nuestras vidas para hacer todas esas cosas ahora déjame hacerte el amor ¿o acaso no has extrañado hacerlo durante todos estos años?-

-Claro que lo extraño pero estamos devuelta juntos hasta hace unos minutos.-

-Gelda...-

-¿Tan desesperado estas? Contrólate un poco.-

-Lo admito estoy algo desesperado y controlarme es algo que no pienso hacer esta noche.- dijo y beso a Gelda nuevamente.

La rubia no pudo evitar corresponder el beso con ansias, era un beso suave y tierno pero gimió al sentir que Zeldris le mordió levemente el labio inferior, Gelda pasó su lengua en el labio inferior del pelinegro y este al tomarlo como buena señal, profundizo el beso invadiendo la boca de la rubia con su lengua. Gelda abrió los ojos con sorpresa, Zeldris nunca la había besado así pero no se quejaba, al contrario le encantaba. El pelinegro estaba siendo bastante atrevido.

Se separaron en busca de aire y Gelda volvió a hablar:

-¿Desde...desde cuando besas así?- le pregunto entre jadeos.

Noto en los ojos de Zeldris la duda sobre si decirle o no. Gelda tuvo una idea pero no sabía si era acertada.

-Tiene que ver con tu ex esposa, ¿verdad?-

Zeldris suspiro.

-No me gusta admitirlo pero aprendí unas cuantas cosas con ella, algunas me gustaron, otras no pero hay cosas que supongo que las tengo incorporadas.-

-¿Qué cosas aprendiste?-

-¿Realmente quieres saber de la poca pero algo intensa vida sexual que tuve con mi ex esposa?-

Gelda lo pensó un poco, en realidad no le gustaba para nada la idea de que Zeldris se haya acostado con otra mujer pero había sido su esposa y no podía decir o hacer nada otra ello pero aun así un sentimiento de enfado y rabia crecía en su interior, otra mujer había tenido el descaro de tocar a su Zeldris.

Zeldris se dio cuenta que no debió de haber dicho eso a pesar de que fue Gelda quien pregunto y luego supuso sobre su pasado matrimonio, tal vez mejor dejaban para otro día el asunto. ¡Rayos, con las ganas que tenía y de que tenían la casa sola!

Amor En Invierno [Geldris] [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora