EPILOGO
Tres Años Después…
Un pequeño gemido se escuchó en la habitación aun oscura seguido de uno más alto. Gelda se cubrió la boca con las manos, no debía gemir muy alto o sus hijos se despertarían pero era imposible con Zeldris penetrándola así.
-No tan fuerte o los niños se van a despertar.-dijo Zeldris cuando levanto su rostro del cuello de la rubia.
Gelda estaba recostada en la cama con las piernas abiertas y con la falda del camisón levantada hasta el estómago mientras que Zeldris entre sus piernas y con su miembro viril dentro de ella. El pelinegro tenía el pantalón lo suficientemente bajo para dejar libre su pene y poder penetrar bien a Gelda. Se encontraba encima de la rubia.
Gelda abrazo a Zeldris por el cuello, volteo hacia la mesita de luz. Eran seis y cuarenta pero era martes. Los niños se despertarían en cualquier momento para prepararse para la escuela pero aun había algo de tiempo.
-Continua.-le dijo la rubia a su esposo.
Zeldris reanudo los movimientos, esta vez aumentado la fuerza y la velocidad. Gelda mordió el hombro del pelinegro para evitar gritar de placer pero esta vez quien gimió alto fue Zeldris. La rubia rodeo con sus piernas la cintura del pelinegro.
-Zeldris…-gimió Gelda.
La rubia se sentía cerca, la presión en su vientre bajo apareció y Zeldris estaba en las mismas condiciones pero cuando ambos estaban a punto de explotar de placer, la puerta se abrió de golpe y cuatro voces sonaron al unísono:
-¡Feliz Aniversario!-se escuchó por toda la habitación acompañados de ladridos.
Zeldris rápidamente se bajó de encima de su esposa y los cubrió a ambos con las sabanas. Gelda estaba totalmente sonrojada de la vergüenza.
-Perdón por interrumpir su celebración pero nosotros también queremos celebrar este día, así que pospónganlo hasta la noche.-dijo Alexander mientras levantaba la persiana veneciana de la ventana y luego corría las cortinas.
Gelda y Zeldris se miraron avergonzados, sus hijos habían naturalizado el hecho de encontrarlos en medio de sus encuentros íntimos. Durante la madrugada se sentían seguros ya que sus hijos estaban durmiendo y se habían atrevido a hacerlo en algunos lugares de la casa pero en ocasiones tuvieron la mala suerte de que sus hijos los escuchaban o lo encontraban por casualidad cuando se despertaban para ir al baño o ir a beber a la cocina.
Sentían que eran pésimos en ser discretos en ese asunto.
-Feliz día mami y papi.-dijo un pequeño niño de dos años mientras se subía a la cama con ayuda de su hermana Celine. Emma tambien se subio arriba de la cama.
La pequeña perrita ya tenía sus años, pasaba los días recostada por algún lado de la casa pero siempre tenía energías para acompañar a la familia en sus momentos alegres.
-Gracias cariño.-le dijo Gelda a su hijo de dos años mientras lo abrazaba. Zeldris se inclinó y deposito un beso en la cabeza de su hijo menor.
-Cedric dale el regalo a mama y a papa.-dijo Amélie mientras que dejaba la bandeja de desayuno con patas para la cama apoyada en la mesa de noche de su madre.
Cedric Alan Demon, era el hijo menor de Zeldris y Gelda. Su madre se había sentido aliviada cuando le dijeron que era solo un bebe en esa ocasión. Al igual que el resto de sus hermanos, Cedric, tenía el pelo negro y los ojos rojizos pero a diferencia de Alexander y sus hermanas, que tenía el cabello lacio como su padre, Cedric lo tenía ondulado como su madre y su tono de piel era tan blanco como Gelda. Sus hermanos tenían un poco más de color. Cumplió los dos años el pasado treinta de abril.
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Amor En Invierno [Geldris] [Libro 1]
Fiksi PenggemarGelda termina su relación con Zeldris cuando este le comunica que debe irse del país por estudios pero Gelda no le dice que esta esperando un hijo suyo. Nueve años después en un dia tranquilo en su trabajo, se encuentra con el hermano mayor de Zeldr...