Se encontraba en un hermoso salón con paredes de mármol y grandes ventanas, los marcos de estos estaban hechos de un material parecido al oro pero no sabría decir que cual. El pelinegro no recordaba como llego allí.
En el medio del salón había un piano, Zeldris se acercó al instrumento maravillado por su hermosura. Recordaba haber tocado uno en su clase de música en la secundaria, se sentó en la banca y comenzó a tocar una hermosa melodía que había aprendido por esos años, escucho otros instrumentos comenzar a sonar acompañándolo en su melodía.
Siempre que había tocado una melodía en ese instrumento imaginaba que lo hacía para Gelda, sonrió al pensar en su amada y sin pensarlo comenzó a cantar con su profunda voz en un compás lento:
Tú, mi gran sueño
La mariposa
Tú, la princesa
La más hermosa
Sintió unas manos femeninas que conocía muy bien acariciar sus hombros, sonrío sin dejar de tocar el piano. Gelda apareció por el costado de su ojo izquierdo sonriéndole con amor vestida en un hermoso vestido rojo largo hasta el piso con escote de corazón que dejaba a la vista sus hombros, su cabello estaba trenzado como siempre, se apoyó en el instrumento acercando su rostro a Zeldris, sus labios se rozaron pero la rubia no lo beso sino que comenzó a cantar igual que él pero su voz era dulce:
Tú, caballero
De mis deseos
Príncipe azul
Mi amor eterno
Llévame lejos, como en el cuento
Llévame lejos hasta tu reino
No pierdas tiempo, no te das cuenta
No quiero ser más cenicienta
Zeldris le tomo las manos a Gelda pero a pesar de dejar de tocar el piano, la música no paro, se levantó y llevo a la rubia al centro del salón. Con una mano sostenía la mano de Gelda y la otra la paso por la cintura femenina mientras que ella coloco su mano libre en uno de los hombros de Zeldris y comenzaron a bailar un vals. El pelinegro continúo cantando:
Tú, la más bella
La más ingenua
Tú, me enloqueces
Eres mi dueña
Gelda se sonrojo por las palabras de su amado y lo acompaño en esa canción:
Tú, el esperado
El más soñado
Entre tus ojos
Veo tan claro
Te necesito, no llegues tarde
Te esperé tanto, quiero besarte
No pierdas tiempo, no te das cuenta
No quiero ser más cenicienta
Zeldris la atrajo hacia él y Gelda se inclinó para unir sus labios en ese esperado y necesitado beso, el cual sellaría para siempre su amor...
Unos golpes a la puerta lo despertaron, Zeldris estaba confundido. Miro a su alrededor dándose cuenta que estaba en su oficina, recostado en su sofá para ser más preciso. Se sentó en el mueble algo confundido.
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Amor En Invierno [Geldris] [Libro 1]
Hayran KurguGelda termina su relación con Zeldris cuando este le comunica que debe irse del país por estudios pero Gelda no le dice que esta esperando un hijo suyo. Nueve años después en un dia tranquilo en su trabajo, se encuentra con el hermano mayor de Zeldr...