Capítulo 10

534 53 10
                                    

Los próximos meses de gira son una idea aterradora para alguien que ama a un músico y así me sentía yo, mi otra mitad como había empezado a llamar a Nikki se iría, estaba a punto de irse. Ya nos habíamos despedido pero aún sentía la necesidad de tenerlo cerca una vez más, lo iba a extrañar muchísimo. No estaba segura si el pelinegro lograría escucharme entre todo el bullicio pero aún así quería intentar algo.

—Te amo —grité. Vi a Nikki detenerse, de inmediato volteo, tenía la misma bella sonrisa de siempre tatuada en su rostro.

El pelinegro volvió a mi y beso mis labios con pasión, no importaba quién nos viera, solo quería al pelinegro pegado a mi.

—No te atrevas a engañarme, Sixx —susurré en broma en su oído y el soltó una risotada.

Acaricie una última vez su frondoso cabello negro, nos separamos y se fue.

—¡Te amo, Kate! —grito a lo lejos antes de desaparecer por un pasadizo. Mi corazón saltaba de alegría, y sentía mi rostro algo adolorido por la sonrisa que tenía todo este tiempo.

A casi una semana del accidente, Emma fue dada de alta, seguía con un humor de perros y nada podía hacerla feliz. La casa de Nikki se sentía tan sola y no llegue a acostumbrarme, era demasiado para mi así que en ese pequeño tiempo encontre un nuevo apartamento no tan lejos del anterior, era un poco más grande así que sin pensarlo lo compre, aún teníamos mucho dinero y teníamos que administrarlo bien.

***

Meses después

Emma y yo ya nos encontrábamos instaladas en nuestro nuevo departamento desde hace mucho tiempo, la rubia ya estaba recuperada, según ella, yo había ordenado muy mal algunas cosas y mi decoración era pésima. No había vuelto a la casa de Nikki pues los últimos días el pelinegro no llamaba más a la hora que siempre quedamos, eso me tenía muy preocupada pero también pensaba en lo ocupado que podría estar. Estaba de camino a la casa de Nikki a ver si todo estaba en orden, al llegar abrí delicadamente la puerta principal y me adentre en la gran casa, se oían murmuros pero no podía encontrar el lugar exacto de donde salían. Caminé silenciosamente y me acerque al livin de la casa, me asomé por la puerta y supe quien era.

—¡Mierda, Kate contesta! —Nikki estaba de espaldas con el teléfono en su oído, al ver su gran figura, mi corazón salto de alegría, era una gran sorpresa e instantáneamente sonreí.

El pelinegro tiro el teléfono y al darse vuelta, su rostro cambió, parecía que había visto algún fantasma.

—¡Dios! Estaba tan asustado —sin decir más se acercó a mí y nos dimos un necesitado abrazo.—Llevamos días sin hablar, creí que te había pasado algo o que no te encontraría nunca en esta gran selva de cemento.

—Emma me tiene como loca ordenando el nuevo apartamento... —no terminé de hablar porque el pelinegro ya tenía sus labios pegados a los míos, moviéndose desenfrenadamente. Sus labios tenían un ligero y delicioso sabor a whiskey.

—El tiempo no pasaba, te lo juro —me habló Nikki luego de separarnos. Sus ojos verdes coincidieron con los míos, me dejaron hipnotizada por un momento y luego se dirigieron a la sonrisa de Nikki y bese cortamente la punta de su nariz.

—Ya no soportaba más estar lejos de ti —dije.

—Te traje algo —ambos tomados de la mano subimos hasta su habitación, Nikki echó toda su maleta en la cama y empezó a buscar algo, pelinegro estiró un conjunto de ropa interior negro de encaje y me lo puso encima.

—Que... Lindo regalo —dije riendo y sosteniendo mejor el conjunto— ¿Se lo robaste a alguna stripper?

—Tiene la etiqueta por ahí —el pelinegro se acercó más y ya me tenía embobada besando sus labios.

—Mas te vale, Sixx.

—Te parece si te lo pruebas ahora —sus labios se pasearon desde mi cuello a mi clavícula.

—Tal vez en otra ocasión especial.

—Mierda —apoyo su cabeza en mi hombro— ¿Por que eres tan difícil de convencer? ¿Acaso no me deseas?

Reí entonces, si que lo deseaba, es más, en ese momento ya no aguantaba las ganas de tenerlo junto a mi.

—Ahora vengo —mi pelinegro levantó la cabeza y sus ojos brillaban como estrellas.

***

—Estaría así toda la vida —besó mi cabello alborotado.

—No deberías alejarte de mi —dije.

—Si alguien quisiera venir conmigo a las giras no estaríamos separados tanto tiempo.

—Te tomaré la palabra, Sixx —me aleje del cuerpo de Nikki y en una mesita de noche busque unos cigarrillos que había dejado días antes.

—Te veo en todos lados —hablo a mis espaldas mientras yo encendía el cigarrillo y le daba una ligera calada y lo dejé en un envase de vidrio— Eres como un jodido fantasma y no puedo sacarte de mi cabeza.

—Eso hará que te aburras más rápido de mi —no quería pensar en eso pero era inevitable, tenía a muchas mujeres esperando por él pero él me había elegido a mi y debía confiar en mí pareja.

—No, no, no nena —cogió mis hombros desnudos haciéndome girar para verlo— Me gusta verte, pero me atormenta el que desaparezcas.

Nikki tenía las pupilas dilatadas, me regaló una sonrisa de lado y llevo una mano hacia mi cabello acariciándolo por su largo.

—No me iré, Nikki —dije sonriendo, tal vez le hacía falta que alguien le dijera eso "no me iré", "no te dejaré" algo cursi para endulzar su día, amaba a Nikki por sobre todas las cosas. Ambos nos abrazamos sintiendo la calidez de nuestras pieles desnudas, era un abrazo cargado de mucho amor y ternura, muy románticos ambos.

— No puedo esperar a que seas mi esposa —el pelinegro habló en mi oído, no sabía si lo decía en serio o solo era para darle más romanticismo a nuestro primer encuentro.

— Kate Sixx no sonaría nada mal.

—Te amo tanto, Kate —dijo separándose y tomando mi rostro entre sus manos— Nunca pensé encontrar el amor de mi vida en un hospital. 

Hola.
¿Hay alguien ahí?
Siento mucho no haber podido escribir antes, mi perrito murió hace poco lo que me bajo los ánimos por completo, pero ahora volví y espero que la novela siga siendo de vuestro agrado.
Las quiere.
Val ♡

Love on the Wild Side (Nikki Sixx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora