Capítulo 20

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Las locuras de Nikki y Tommy hacían mis días más entretenidos, mi vida había dado un giro de 180 grados, jamás imagine estar de gira con una banda tan aclamada y menos de ser la esposa de Nikki Sixx.

—Hola, Emma —dije con la voz más calmada que tenía, la rubia no contestaba pues su nuevo trabajo le ocupaba la mayor parte del día y con eso esperaba que también ocupara su mente para sacar a Vince de ella— No me extrañes mucho que regresare pronto, idiota.

Solté una carcajada y colgué de golpe el teléfono, me giré para encontrarme a Nikki tendido en la cama boca abajo, el pelinegro gemía constantemente debido a la resaca que se cargaba, así que me recosté a su lado y hundí mis largos dedos en su frondosa cabellera.

Totalmente desubicada luego de dormir no se cuantas horas decidí ir a pasear por el hotel, y de paso a buscar algo de comida .

—¡Hey, Kate Sixx! —No reconocí la voz al instante pero cuando di la vuelta me encontré con el cuerpo flacucho de Brooke, en unos cuantos pasos ya estaba frente a mi con su sonrisa de oreja a oreja como si hubiera encontrado a una vieja amiga. De pronto sus brazos me rodearon y respondí con suaves palmadas en su espalda, no me hacía ni puta gracia y en mi seguían los celos y la intención de querer matarla por aquella vez que manipuló a Nikki para que cumpliera su capricho.

—¿Que te trajo por aquí? —dije lo más calmada posible antes de separarnos.

—Vacaciones —se encogió de hombros y no borró su lúgubre sonrisa lo cual me hizo sentir escalofríos, no le duele la cara o que.— Es un milagro haberte encontrado.

Y tenía razón, de entre tantas ciudades justo en esta nos veníamos a encontrar, entonces asentí y caminé lentamente alejándome.

—¿Podríamos desayunar o beber algo juntas?

—No lo creo, aún me estoy adaptando a este nuevo hotel —dije mientras  retrocedía sin despegar mis ojos de su cara viendo cómo se enfurecía.

—No seas grosera.

—Solo no me apetece tomar desayuno —me encogí de hombros y paré mi caminata— Para ser sincera no me apetece tomar desayuno... contigo. Aún no he olvidado lo que le hiciste a Nikki, eh pequeña manipuladora.

Al oírme, rió y rodó los ojos.

—No puedes despreciarme así Kate —tomo uno de los mechones de mi cabello y lo observo cuidadosamente.

—Puedo hacer lo que quiera —quite bruscamente mi cabello de sus manos y me aleje sin mirar atrás.

Podría parecer que me ponía al nivel de Brooke pero no la quería en mi vida, ni un solo día, todo marchaba de maravilla como para que ella venga y lo arruine. Regrese entonces a mi habitación y Nikki aún seguía dormido, sin intención de despertarlo me acosté junto a él y me acurruqué de nuevo, mi hambre no se había disipado pero con Brooke en el hotel no quería dejar solo a Nikki, no para que esa arpia lo captara de nuevo y lo intentara convencer de cualquier otra tontería.

Nikki solía levantarse a las 5 de la tarde casi al mismo tiempo que T-bone, y todo volvía a lo mismo, salidas, bares, una que otra travesura en el hotel, todos unos niños rebeldes.

Después de más de tres meses viviendo de hoteles en hoteles, vuelos y viajes en autobús al fin podía decir que el hotel en el que nos estábamos quedando sería nuestro hogar por las dos semanas siguientes, unos contratiempos y malas administraciones a la hora de vender los boletos en los siguientes conciertos nos llevó a este pequeño break, aunque hablando en serio no lo iba a ser pero al menos aprovecharía todo lo posible para hacer una velada increíble junto a Nikki y de paso para tirarme en la cama por un muy buen rato.

Nikki

Un poco de esto y un poco de aquello, iba llenando mi vida de placeres momentáneos que estaba seguro no me llevarían a nada bueno pero al menos me hacían olvidar parte de lo que llevaba arrastrando. Mi soporte era Kate y cada momento que pasaba con ella, ablandaba un poco mi estrés con la banda y los nuevos proyectos que tenía en mente.

Eran exactamente las 5 de la mañana y el sol aún no había salido, las cortinas estaban algo rasgadas por el desastre diario que hacíamos ella y yo, mis ojos se posaban en la forma que Kate dormía, un hilo de baba caía por su mejilla, intente limpiar delicadamente pero la palabra "delicado" no existía en mi diccionario así que ocasione que Kate despertara abruptamente, su mano cogió la mía fuertemente y al reconocerme la soltó.

Mis labios se estamparon fuertemente contra los suyos en un largo beso que luego se fue desvaneciendo, Kate volvió a recostarse en mi pecho y suspiro fuertemente.

—Gracias por despertarme —fruncí el ceño, totalmente confundido y ella continuó— Estaba teniendo una pesadilla ¿Ya viste quien esta de vacaciones en el mismo hotel?

Negué.

— Brooke —continuó, mi mente recordó entonces a la adolescente que se me acercó el día anterior, no la había reconocido. —¿La viste?

— Creo que si —dije despreocupado y noté el cambio en el rostro de Kate, una mezcla de celos y miedo, sonreí entonces y besé su cabeza.— No hay de que preocuparse nena, este anillo representa la unión de nuestras almas.

—Nikki no quiero que me mientas ni que me ocultes nada, lo que sea que pase con Brooke tienes que decírmelo —asentí entonces ante su leve tono mandón y solté una leve carcajada.— ¿Que es tan gracioso?

—Nada puede separarme de mi esposa —tomé su mejilla y acerque mis labios a su frente y Kate suspiró.

—Por favor Nikki... no me hagas sufrir.

Love on the Wild Side (Nikki Sixx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora