Love on the Wild Side (Nikki Sixx)

Capítulo 14

Mi apatía empezaba a ser notoria en estos momentos, en el día que se suponía era mío, lo sentía más aburrido que cualquier otro, cumplía 25 pero no podía evitar sentirme de esa manera, los "invitados" me abrumaban pidiendo y queriendo más cosas del las que había a simple vista.

—¡Nena! —Nikki gritó en mi oído a lo que un gesto de dolor por parte mía no se hizo esperar, estaba ebrio y drogado más que fijo, su aliento a licor me hacía dar ganas de bajar y buscar una botella pero a lo mejor ya se habrían acabado.

—¿Te la pasas bien, cariño? —acomode el cuello de su camisa negra con bolas blancas con una segunda intención de buscar algo malo pero felizmente no había nada.

El pelinegro se avalanzo y robo un beso de mis labios, sus fuertes brazos me estrecharon y correspondí, apegándome a su delgado pero sexi cuerpo.

—Feliz cumpleaños, nena —dijo al separarnos.

—Feliz cumpleaños, Nikki —volví a estrecharlo en mis brazos aunque no sentí los suyos rodear mi cintura. 

—Que linda cola de caballo —sus manos se encontraban acariciando mi largo y lacio cabello que caía detrás de mi cabeza, reí ante sus palabras y la forma en que me hablaba, el pelinegro siempre conseguía mejorar mi estado de ánimo por muy malo que fuera.— Aún no me decido por tu cabello ondulado o lacio.

—Pronto me haré ondas de nuevo —mis labios rozaron suavemente su mejilla, y mía manos pasaron a sus hombros.

Nuevamente sola, miraba desde lo alto de las escaleras a toda la gente que estaba en la casa divirtiéndose como si la fiesta fuera de ellos, a penas eran las nueve de la noche y aún había tiempo para hacer algo lindo con Nikki, un pequeño detalle.

—Kate —volví hacia atrás y mis ánimos decayeron nuevamente.

—Que quieres Josh.

—Saludarte, no seas tan hostil.

—Ya lárgate, imbécil —camine intentando esconderme del castaño, mirando repetidas veces hacia atrás hasta que sin darme cuenta choque con la clavícula de alguien.— Lo siento.

Sabía quién era y no quería separarme, así que abrace la cintura de Nikki, gracias al empujón de alguien, nos tambaleamos un poco y quedamos apoyados en la pared mirándonos fijamente.

***

Nuestro día aún no terminaba y más gente había llegado, entre ellos algunos artistas y adolescentes eufóricos por conocer a sus ídolos, la fiesta de Nikki daría mucho de que hablar los próximos días, y hablando de mi pelinegro, él, aparecía y desaparecía, a los demás integrantes de Mötley Crüe solo los vi una vez, y al parecer se habían ido luego de saludar a Nikki. Yo volví a mi posición de antes en el final de las escaleras y solté un gran suspiro, todos se divertían menos yo, botellas quebrarse, murmullos y humo de cigarrillo en mi cara empezaban a sacarme de quicio.
Entonces baje de las escaleras con sumo cuidado de no ser empujada por alguien, algunos estaban tan borrachos que ni siquiera podían pararse, salí de la mansión y me dirigí por los alrededores a buscar la caja de electricidad. En un abrir y cerrar de ojos se escucharon abucheos que provenían del interior de la oscura casa y una carcajada mia no se hizo esperar, algunas personas salieron a ver qué pasaba y me oculte en una pared, luego de un corto momento primero me cerciore de que nadie me viera y entre a la casa como si nada, unas cuantas personas tenía encendedores en llamas y otras solo optaron por irse.

—¡No sean idiotas, apaguen eso! —exclamé.

La escalera estaba casi vacía y subí rápidamente en busca de Nikki, tenía planeado que fuéramos a cenar ya que moría de hambre, mi estómago gruñía ferozmente así que volví a bajar y me dirigí a la cocina, las alacenas estaban hechas un completo desastre y no muy lejos para mí suerte encontre un paquete de galletas, nuevamente subí las escaleras y esta vez ya casi no quedaban personas, el único ruido en la casa era el crujir de la galleta cuando masticaba. Pase por la habitación de Nikki en busca de alguna linterna, tal vez encender la electricidad sería mejor pero eso atraería de nuevo a las personas, con la linterna pase por la mayoría de habitaciones vacías.