Capítulo 12

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—¿Como supiste? —las palabras salían de mi boca con miedo, su sonrisa perversa me lo provocaba.

—Emma nunca se fija quien va detrás suyo —sin que lo invitará, paso y se tiró en el sillón más grande de mi livin, dejé la puerta entrecerrada.

—Que quieres, Josh —mi semblante había cambiado totalmente a uno de frialdad.

—Que seria —dijo burlón— Oí que sales con el líder de Mötlëy Crüe.

—Eso creo que lo sabe todo Estados Unidos.

—¡Que bien! —dijo sarcástico, parándose y acercándose a mi— Me da gusto que seas feliz, Kate.

Su aliento rozaba mi mejilla y no, claro que no le daba gusto, una persona como él nunca se alegraría por mi felicidad.

—Sigues siendo la misma arrastrada de siempre —me espetó— Solo que ahora con Nikki Sixx.

Su presencia empezaba a incomodarme más que al inicio, me mordía el labio para evitar decir algo que empeore las cosas con él sabiendo lo agresivo que podía llegar a ser.

—Al parecer te dieron una paliza —de un empujón lo alejé— Daría lo que sea por haber visto ese momento.

—Que mierda quieres —dije— ¿Dinero?

—Solo recordarte que aún existo mi amor.

Trague duro y por fin respire tranquila al ver que se alejaba por el pasillo del edificio, no había dejado de temblar en ningún momento, cerré la puerta y tiré de mis cabellos, su presencia había causado en mi miedo, enojo y muchos sentimientos de rechazo, lo había amado enfermizamente en algún momento pero ahora que era más consciente de las cosas me arrepentía por haber estado con alguien como él.

—Kate, vi a Josh —Emma entro dando un portazo, y tomo mi rostro entra sus manos para que la mire, intenté mantener la compostura pero a ella no podía ocultarle nada— ¡Mierda! No debí dejarte sola.

—Tranquila, ya no causa nada en mi —dije firme y era la verdad, el pensar en Nikki y el maravilloso amor que compartíamos mejoraba mi estado de ánimo.

Luego de un rápido baño, me encontraba intentando dormir pero no llegaba a concebir el sueño, lo sucedido antes me seguía atormentando y a pesar de tomar infusiones relajantes y agua de azar no conseguía liberarme de la tensión. Presentía que Nikki vendría en cualquier momento y tenía que hacer todo por mostrarme como siempre, feliz. De mi habitación pase a el livin, me acosté en el sofá del lado derecho mirando la tenue luz que penetraba, sin nada más que hacer, en unos cuantos pasos llegue a el ventanal que daba a la calle, mire los escasos autos que pasaban y uno de ellos aparcó afuera, del auto salió la inconfundible cabellera despeinada de mi pelinegro, mi corazón latía fuerte. Corrí a mi habitación, puse algo de base en los más grandes moretones de mi rostro y dejé solo la herida de mi ceja. Quite mi pijama para ponerme un jean y una blusa blanca junto a unas zapatillas, lista para salir con Nikki a donde sea que se le haya ocurrido ir.

Al llegar al livin escuché su voz del otro lado de la puerta.

—Nena —abrí la puerta de golpe, tenía una sonrisa de oreja a oreja en su rostro y me avalance a sus brazos, lo necesitaba, quería olvidar lo que había sucedido entonces besé con desesperación sus labios para poder sentir las mariposas revoloteando en mi vientre, pase rápidamente de sus labios a su cuello mientras que con mis manos acariciaba sus brazos por encima de su camisa.— ¿Prefieres que nos quedemos aquí?

Su tono de voz denotaba algo de deseo.

—Vamos a donde sea que quieras —susurré, el pelinegro me cogió por los hombros separandome de él— Vamos a la casa de Tommy.

Love on the Wild Side (Nikki Sixx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora