Love on the Wild Side (Nikki Sixx)

Capitulo 19

Las pastillas para dormir de Emma habían funcionado a la perfección pues no me desperté hasta que la rubia con un montón de ruleros en sus hebras doradas llegó casi espantándome en medio de la oscuridad de mi habitación.

—¿No recuerdo que tú habitación sea tan oscura? —oí su voz mientras me volvía a acurrucar en el calor de mis frazadas, una ligera risa salió de mi y estaba muy segura que Emma frunció el ceño, abrió las cortinas y mi habitación se iluminó muy poco, ya se había dado cuenta del por qué todo estaba tan oscuro, el montón de papeles negros en las ventanas impedía el ingreso de los rayos de sol a medio día o tal vez ya era más de medio día.

Un sueño largo me acompañó durante todo este tiempo y como siempre Nikki estaba presente, los nervios de días anteriores se habían disipado y al recordar lo que Nikki me había dicho la seguridad había vuelto a mi.

La rubia dejó el vestido de novia en mi cama, me quede estática viendo cada detalle de la prenda ¿Estaba segura? ¿Era esto lo que Nikki y yo necesitábamos? Un escalofrío inundó mi cuerpo y cerré fuertemente los ojos, mi mente me llevó al recuerdo de mi primer beso con el pelinegro, un impulso que me había llevado a enamorarme como nunca antes pensé y que ahora estaba a un paso de ser suya para siempre.

Los ligeros golpes en la puerta me despertaron de mi ensoñación así que me apresuré a ducharme, salí muy relajada y cepille mi cabello, en un momento deje de comerme la cabeza con pensamientos negativos acerca del matrimonio, me aliste como pude hasta que Sharise entro por la puerta, ella ya estaba arreglada y venía a ayudarme, Emma por su parte volvió a su habitación para evitar cualquier roce con la novia de Vince.

—¿Viste a Nikki? —le pregunté a la rubia y por el espejo vi como asentía.— ¿Tiene mucha resaca?

—No mucha pero percibí que está igual o más nervioso que tú —en mi boca se formó una "o" y la rubia continuó ajustando mi vestido — Nikki no suele hablar conmigo pero estaba vez me pregunto por ti.

—¿Que te pregunto? —gire de inmediato lo que hizo molestar a Sharise quien me lanzó una mirada matadora.

—¡Por que mierda te mueves!

Me encogí de hombros y volví a mi postura, mi amiga apretó tanto el corsé que mis pechos salieron a relucir, de ninguna manera aguantaría estar así toda la noche.

Un maquillaje algo cargado y mi cabello castaño en ondas me hacían ver un poco distinta.

—¡Nikki estará tan sorprendido!

Una sonrisa nerviosa salió de mi y mire a todos lados para no olvidar algo, ¡oh si! Faltaba el velo, antes que pudiera atravesar la puerta llegó Emma cargando delicadamente entre sus brazos una caja blanca, en su rostro se dibujó una linda sonrisa.

—Yo me encargo —Sharise dio un leve apretón en mis hombros y salió dejándome con Emma.

La rubia en total silencio me iba acomodando el velo, toda una perfeccionista, mire a través de mi ventana y ya había oscurecido. Emma fue a terminar de arreglarse, me quede sola mirando un punto fijo hasta que sentí golpes en la puerta y luego que esta misma se abría.
Empecé a oír murmullos y pasos que se dirigían apresuradamente, pronto pude escuchar mejor lo que las personas del otro decían.

—Nikki largo, no tienes que verla.

—La veré de todas maneras.

—¡Kate no abras la puerta!

Puse el pestillo de inmediato y el pelinegro empezó a tocar la puerta insistentemente.

—Kate, Kate, solo dime que no escaparás.