II

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*POV SETSUNA*

Al terminar la entrega de premios y recoger mis cosas salí hacia el Lobby donde mama y Towa de seguro me estarían esperando. Las busque con la mirada percatándome de que estaban con alguien mas.

-¿Moroha? ¿Qué haces aquí?- Pregunte acercándome hacia ellas.

-Iva a venir a verte, pero llegue tarde así que e tenido que ver la actuación por las pantallas.- Explico señalando a las pantallas que estaban distribuidas por las paredes y que ahora anunciaban los resultados del Certamen Nacional de Violín.

-Lo has echo de maravilla cariño.- Interrumpió mama abrazándome.

-A sido increíble.- Añadió Towa uniéndose a mi madre para aplastarme en un abrazo, que a diferencia de ellas para mi era bastante incomodo.

-Wow, el primer premio de este año es mas grande que el de los anteriores.- Comento Moroha al ver el objeto que llevaba en mi mano.

-Señorita Taisho.- Dijo un señor que claramente era uno de los botones del auditorio. -Ya hemos reunido todos los obsequios que han dejado para usted.- Hablo con una reverencia dejándome ver los carritos porta equipajes que habían detrás de el.

-Puedes tirarlo todo.- Concluí sin mas yendo a la puerta del auditorio donde seguramente el chofer estaba esperando con el auto ya listo.

-Mándelo a esta dirección.- Dijo mama entregando una nota al ver la cara confusa del hombre.

Nada mas salir nos abrieron las puertas del lujoso e innecesario auto para permitirnos entrar.

-Deberíamos de celebrarlo.- Hablo Towa agarrándome del brazo.

-No.- Respondí.

-¡Si!¡Hagamos una fiesta!- Sugirió Moroha

-No.- Volví a responder.

-¡¿Por qué no?!- Pronunciaron al unísono.

-Porque no me apetece hacer nada de eso.- Gire la cabeza para ver por la ventana.

-¿Y que tal si hacemos un picnic en el bosque de bambú?- Menciono Towa, utilizando el conocimiento que tenia sobre mi. -Podemos ir a comer y llevarnos algunas frutas.- Continuo diciendo rascando en mi punto débil. Towa era malvada.

-Acepto con tal de que me dejéis tranquila lo que resta del viaje.- Alegue para ponerle un fin a la conversación antes de que se les ocurriese otra idea peor.


*POV HISUI*

La nueva casa era muchísimo mas grande que la anterior, o al menos eso me parecía a mi, ya que aun teníamos que amueblarla. 

Kirara y yo nos recorrimos la casa entera, y en un momento casi nos perdemos pero en seguida nos volvimos a ubicar, llegando así por fin al salón donde mis hermanas y madre estaban atentas a la conversación que mi padre mantenía por el teléfono.

-Si, si, esta bien.- Contestaba dando vueltas por todo el salón. -¿E?, A si, si que los e visto, son casos algo complejos. Antes de hacer el traslado los revise.- Dijo parando de dar sus tediosas vueltas. -Vale, esta bien, muchas gracias, hasta pronto.- Posteriormente finalizó su llamada soltando un sonoro suspiro.

-¿Esta todo bien?- Pregunto mama acercándose a el.

-Si, tan solo es un cliente del hospital privado preocupado por los casos de su familia.- Respondió restándole importancia.

-Aun no te a dado tiempo ni a acomodar tus cosas en el Hospital y ya te están importunando.- Hablo mama molesta.

-Sobre eso, me han pedido que vaya mañana al Hospital para darme un despacho y un consultorio en el ala oeste.- Nos informo.

-¿Que hay en el ala Oeste Papa?- Pregunto Gyokuto.

-Esta dedicada a Hanyos,  humanos con dolencias sobrenaturales o espirituales, entre mas cosas.- Contesto. Tampoco le supondría gran problema, era lo mismo que hacia en el anterior hospital en el que trabajaba.

-Mañana también vienen los de la mudanza a traer y montar todos los muebles.- Nos recordó mama.

-Pues yo había quedado con unas amigas para ir al rio y de paso hacer alguna que otra pintura.- Dijo Kin'u.

-No pasa nada mama. Yo me quedare a ayudarte.- Me ofrecí para no dejar sola a mi madre.

-Yo no tengo planes. También me quedare.- Añadió Gyokuto.


*POV NARRADORA*

Después de que el chofer dejara a Moroha en su casa, esta ultima no perdió el tiempo y se baño antes de bajar a cenar. Se puso su pijama y bajo al salón con sus padres.

-¿Que tal tal a ido?.- Le pregunto su padre cuando esta se sentó junto a el para iniciar la cena.

-Muy bien, a vuelto a quedar primera. Le dieron un premio enorme.- Explico Moroha con la boca llena de arroz.

-Moroha.- Llamo su madre. -E de pedirte un favor.- Dijo esta vez llamando la atención del mayor el cual también tenia la boca llena de arroz.

-¿Que favor?- Pregunto Inuyasha tragando la comida que apenas había masticado.

-Al mudarse, Miroku y Sango, han tenido que cambiar el centro de estudios de sus hijos, y les han aceptado en la misma academia a la que acude Moroha. Kin'u y Gyokuto ya conocen a gente allí, pero Hisui no, así que Sango me a pedido si Moroha puede acompañarlo el primer día y enseñarle el lugar.- Hablo contando la situación por la cual necesitaba a su hija.

Moroha suspiro profundo. No tenia nada en contra de Hisui, simplemente no le apetecía mucho hacer de niñera.


Mariposas en el ViolínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora