XLIX

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*POV NARRADORA*

La pobre enfermera se tubo que apartar para evitar que el joven la arroyara cuando se fue corriendo en busca de la única persona que le había enamorado.

-No le a pasado nada, de momento sigue descansando.- Aclaro el malentendido a Towa y Kohaku. -Tan solo queremos tener unas cuantas transfusiones de reserva por si las volviese a necesitar.- Añadió relajando a la peliblanca.

Por su parte, Sesshomaru llegaba junto a un Ah-Un cargado de baúles. Aterrizo en la azotea Oeste del Hospital, donde Jaken ya sabia que tenia que esperarle.

-¡Amito Bonito!- Grito con lagrimas en los ojos al verle.

-Jaken.- Le llamo con su seriedad. -¿Le dijiste lo que te dije dándole lo que te dije en el orden que te dije?- Pregunto sin apartar su mirada inquisidora del pequeño demonio.

Escalofríos recorrieron el cuerpo de Jaken haciendo que comenzase a temblar.

-P-p-pues, le di lo que me dijo, pero la Amita Bonita miro primero el folleto.- Respondió recibiendo un golpe del gran demonio.

-Lleva el resto.- Ordeno poniendo rumbo a donde estaba su hija. 

A pesar de que ya todo había vuelto a la calma, nada mas entrar a urgencias pudo sentir el caos que momentos atrás dominaba el lugar. 

-¡Padre!- Exclamo la niña al ver como entraba a donde le estaban sacando sangre a ella y curando las heridas de Kohaku.

-Towa ¿Has sido una buena niña?- Hablo acercándose a la mayor de sus hijas. Towa asintió con la cabeza en respuesta.

-¿Que es eso?- Pregunto la chica al ver el hermoso baúl que portaba su padre. El demonio le enseño el contenido de este para acto seguido volver al pasillo y retomar el camino que le llevaría con su otra hija. -...- Noto que a Towa le ocurría algo. -Oto-san.. ¿Recuerdas lo que me dijiste?- Le pregunto mirándole fijamente con los ojos entristecidos.

...

-Papa...- Llamo Towa. -Si Setsuna abandonase el Violín... ¿Qué harías? ¿Qué opinarías? -Pronuncio llamando la atención del mayor.

Sesshomaru se sorprendió por la cuestión que le había planteado su hija. Pero mas se sorprendió Towa al escuchar la respuesta de su padre.

-Protegerla.- Respondió.

-¿Que?- Mustio. Towa no se esperaba esa respuesta.

-Ella es libre de decir por si sola su camino. Lo único que haría seria protegerla. No tengo ninguna opinión al respecto, si eso es lo que ella quiere, esta bien.- Añadió dejando algo perpleja a la de ojos magentas.

-Setsuna no lo dice, pero... Se que tan solo lo hace para que te sientas orgulloso de ella.- Admitió cerrando los puños frustrada. Sesshomaru se puso en frente de ella.

Towa le miraba sin comprender lo que estaba haciendo. 

-Estoy orgulloso de vosotras.- Proclamo poniendo dulcemente su mano encima de la cabeza de su hija manteniendo su rostro inexpresivo.

...

Se volvió a acercar a ella y de la misma manera que hizo aquella vez, poso su mano de forma dulce en la cabeza de su hija sin tener ningún tipo de expresión en su cara. Dándole a entender a Towa que no había olvidado nada de esa conversación.

Volvió a retomar el camino en dirección a su hija mas pequeña seguido de Jaken, que potaba un gran chichón en su cabeza y estaba haciendo malabares para que ninguno de los baúles que portaba de diferente tamaño se le cayesen. 

Mariposas en el ViolínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora