LVII

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*POV NARRADORA*

Después de estar un rato con sus amigos, estos tuvieron que irse ya que el anochecer estaba empezando. 

Dando paso así al comienzo del plan de Hisui, que le fue explicado a Towa por parte de Moroha, enseñándole las conversaciones que había tenido, y que estaba teniendo con Hisui mientras Setsuna era distraída por sus amigos.

Futa y Raita se enteraron de lo que tenia planeado Hisui cuando este les envió un mensaje mientras estos iban a por el desayuno de Setsuna. Inmediatamente aceptaron en ayudarle.

Saori y Shiori se enteraron gracias a Moroha mientras iban de camino al hospital para ver a Setsuna. Ninguna de las dos dudo en ayudar en el plan.

A estas horas Hisui ya lo habría preparado casi todo. 

Towa sabia cual era el siguiente paso, pero tardaría un poco ya que su hermana tenia que hacer algo importante antes.

-Ya se han ido todos ¿Lo harás ahora? Si prefieres puedes hablar con el mañana.- Le sugirió su hermana empujando la silla de ruedas al lado del banco de piedra en el que estaba sentada.

-La verdad es que quería preguntárselo para la cita con Hisui... Pero supongo que ya da igual. Al parecer esa cita no se va a hacer.- Hablo sin ocultarle su desanimo a su hermana.

-Vamos vamos, no te pongas así, seguro que el te puede ayudar.- Intento animarla. -Además... E ido a casa de la Abuela, la cual me a mandado al inframundo y me a hecho matar a un perro guardián de allí, para que una vez que saliera me tirase el collar a la cara como si fuese una baratija...- Setsuna comprendió el mensaje.

Se puso el collar, y tomando la piedra con sus manos, esta comenzó a brillar, mostrando poco tiempo después la persona con la que querían hablar.

-Hola, abuelo.- Le saludo Setsuna.

-Hola Golondrinita.- Le saludo el Yokai con amor.

-¡Abuelito!- Le saludo enérgicamente Towa poniéndose detrás de su hermana para que también la viese.

-Hola Trocito de Manzana.- Le saludo también con alegría. -Como estáis ¿Habéis cuidado de vuestra prima?- Ambas niñas asintieron a la vez con una amplia sonrisa.

-Estamos bien abuelito, y Moroha sigue igual desde la ultima vez que la viste.- Le explico Towa.

-Literalmente... No a crecido ni un centímetro.- Añadió Setsuna causándole un risa al famoso Yokai.

-Nos vamos a quedar la piedra Meidou por un tiempo. La próxima vez la traeremos.- Prometió Towa.

-Abuelo.- Le llamo Setsuna. -Necesitamos que nos diga algo... ¿Cómo se declaro a Doña Izayoi?- Pregunto sin tapujos.

El que una vez fue el Lord del Oeste se sorprendió por la pregunta.

-Esto... Pues...- No sabia que decirle. -¿Para que quieres saber eso?- Pregunto confuso por la pregunta de la mediana de sus nietas.

-Quiero saber como confesarme a un humano.- Le dijo sin rodeos.

-Eso... ¿Significa que le darás un yerno a mi hijo?- Solo de pensarlo no sabia si reírse, o preparase para darle la bienvenida a ese chico al inframundo.

-Significa que quiero decirle lo que siento. Nada mas.- Contesto pensando en la posible negativa del chico.

-Nada mas... ¡No lo digas como si te fuese a rechazar!- Le regaño Towa. 

Algo bastante extraño.

-Golondrinita, escúchame.- La llamo su abuelo para intervenir antes de que comenzase una pelea entre hermanas. -Que te quieras confesar y decirle lo que sientes esta muy bien. Pero las palabras se las lleva el viento. Si realmente quieres que el sepa lo que sientes, no solo hables. Actúa también. Demuéstrale que le quieres.- Sugirió el de cabello platinado.

Mariposas en el ViolínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora