*POV NARRADORA*
Los charcos del suelo y las manchas en las paredes tiñan el lugar de Rojo.
Su cuñado le frotaba la espalda intentando alentarle. Estaba exhausto cuando toda esa situación llego a su fin.
Echo una mirada a la joven que tenia detrás y se fue agachando la cabeza, cabizbajo.
Nada mas salir la madre de la pobre niña estaba esperando con los ojos llorosos. Ella lo había visto todo a través de la gran ventana que había en el pasillo y dejaba ver lo que pasaba dentro del la sala de operaciones.
Le esperaba con lagrimas en los ojos y un enorme papel enrollado entre sus manos.
Por parte de Jaken, el no pudo dejar de llorar ni un minuto a pesar de que cuando su Amita Bonita se descontrolo estuvo a punto de no contarlo.
Miroku suspiro y le puso una de sus manos en el hombro, provocando que el llanto de Rin volviese a salir desenfrenadamente.
La madre cayo de rodillas al suelo.
-Arigato...- Decía la mujer sin dejar de sollozar, y manteniendo una sonrisa.
-Ahora es importante que la dejemos descansar.- Hablo Miroku ayudándola a reincorporarse. -Kohaku se ira ahora un momento a curarse las heridas, pero el se quedara cerca de ella vigilándola. Por ahora nadie puede entrar a verla. No sabemos como reaccionara cuando despierte.- Le explico a la madre que estaba profundamente agradecida por haber salvado a su hija.
-Esto era lo que acordasteis. También esta el plano de donde pusieron el primero.- Hablo Rin entregándole los papeles que su marido le había dado antes de irse.
-Esta bien. Ahora mismo están habilitando el ala oeste de urgencias para Setsuna. Yo estaré estudiando esto en un despacho de ahí, y cuando terminen de curarles las heridas a Kohaku se llevaran a Setsuna a una habitación de esa ala que esta cerca a un quirófano por si hay que volver a intervenirla.- Termino de explicar.
Rin la agradeció mil veces lo que había echo por su pequeña.
Miroku se despidió de ella yéndose hacia donde había dicho y poco después salió Kohaku.
-¿Como estas?- Le pregunto Rin viendo las múltiples heridas que tenia por todo el cuerpo.
-Estoy bien, no hay de que preocuparse.- Dijo mientras se presionaba la herida que tenia en uno de los costados del abdomen para impedir que la sangre saliera.
-Tu nariz...- Hablo algo apenada.
-Tranquila, solo dejara una cicatriz.- Hablo para restarle importancia. -Antes de que necesitase el desfibrilador estuvo llamando a Sesshomaru-sama.- Confeso mirando junto a la Madre de la Hanyo por la ventana viendo como esta ultima estaba conectada a diversas maquinas.
Ambos suspiraron sonoramente aliviados al ver como el pecho de la niña subía y bajaba indicando que estaba respirando.
-Exactamente... ¿Qué es lo que dijo?- Pregunto Rin sin quitar la vista de su hija mas menor.
-Al principio Chichiue, y... cuando comenzó a... llorar... Oto-san.- Dijo Kohaku recordando lo que había pasado en ese quirófano.
-Mi pequeña.- Se le quebró la voz a Rin.
-Ella es como su padre. Heredo la fortaleza de Sesshomaru-sama.- Intento animarla Kohaku.
-Es hija la hija de mi Amo Bonito, no se esperaba menos.- Hablo Jaken con orgullo de la pequeña.
-E de irme un momento, no tardare mucho.- Tras eso ambos amigos de la infancia se despidieron.
Kohaku cruzo la puerta automática y al girar la esquina se topo con una estampa sorpresiva.
Hisui y Towa estaban siendo retenidos por enfermeros. Mas Towa que Hisui por la fuerza que tenia la chica.
-¿Que estáis haciendo vosotros dos aquí?- Pregunto el exterminador parándose delante de ellos.
-¡Tío Kohaku!- Gritaron ambos al unísono. -¡¿Tío?!- Se preguntaron ambos el uno al otro.
-Este no es sitio para hacer el tonto.- Hablo seriamente llevándose a ambos jóvenes de ahí para que no molestasen.
-¿Porque llamas tío a mi tío?- Le pregunto Towa a Hisui.
-Eso te lo debería de preguntar yo.- Respondió el chico mientras a Kohaku comenzaban a limpiarle las heridas.
-Es amigo de Papa y de Mama, para nosotras es como un tío.- Argumento la Peliblanca.
-Pues el es el hermano de mi madre.- Contesto Hisui. -Tío Kohaku, tu estabas con Setsuna, ¿Verdad?- Pregunto sorprendiendo al mayor.
-¿La conoces? Inquirió al escucharlo.
-Si, de echo fue ella la que me llevo a casa después del haber ido a esa mansión abandonada.- Remarco Hisui haciendo que a su tío se le abriesen los ojos de par en par.
El sabia a que mansión se refería, al igual que también sabia lo justo sobre la historia que había en ella y las reacciones tan distintas que les daban a Rin y sus hijas.
No estaba seguro, pero el presentía que esa casa había participado de alguna manera en la transformación de Setsuna.
-Eso no es lo importante ahora. ¿Cómo esta mi hermana?- Vocifero Towa re dirigiendo la conversación.
-¡¿Cómo esta?!- Preguntaron ambos jóvenes sacando del trance al exterminador.
-Esta fuera de peligro.- Tanto el Hisui como Towa sintieron como un gran peso se desvanecía.
-¿Señorita Taisho?- Se escucho una voz desde el pasillo. -Señorita Taisho, necesitamos sacarle mas transfusiones de sangre para su hermana.- La felicidad no les duro mucho.
-¡¿Qué le a pasado?!- Hablo Towa asustada.
Hisui por su parte se fue corriendo hacia donde su amada descansaba.
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Mariposas en el Violín
Fiksi PenggemarEn la era Reiwa, Setsuna, una talentosa violinista Hanyo, es abandonada por su inspiración. Pero todo esto cambia cuando un estudiante humano ingresa a la academia a la que ella acude. Sentimientos que se convertirán en melodía con el aleteo de las...