XXI

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*POV HISUI*

Todo se había alineado para crear este momento. 

Los pétalos en el aire, la brisa, el sol primaveral. De alguna manera u otra habíamos acabado así. 

Cerca del otro. 

Con nuestras miradas fijas en los ojos del otro, y nuestras manos sin separarse de ese nuevo tacto. 

Mas. 

Quería saber mas de ella. Quería estar mas cerca de ella. 

Todo lo que había averiguado en estas horas que e estado con ella solo me a echo querer estar mas a su lado. La belleza quedo en segundo plano, su actitud y personalidad eran las que se estaban robando todos mis sentidos. 

Si tan solo pudiese estar mas cerca de ella.

-¿Que estáis haciendo?- Del susto me caí de espaldas.

-¡Kin'u! ¡¿Se puede saber que haces?! ¡Me vas a matar del susto!- Reprendí por lo que había echo. Justo en el mejor momento viene a interrumpir. Por motivos como este Gyokuto era mi hermana favorita.

-E venido a avisaros de que la comida ya esta lista.- Hablo con una sonrisa.

-¿Que? Oh vaya, ya son las 13:00. Supongo que ya es hora de irme.- Pronuncio Setsuna viendo la hora sorprendida.

-¿De que estas hablando? Hemos puesto un plato mas en la mesa para que te quedes a comer.- Espeto Kin'u con obviedad en su tono de voz. 

-No era necesario. No quiero ser una molestia.- Respondió Setsuna con cortesía. Sus modales eran absolutamente impecables. Era muy educada, eso me gustaba.

-Vamos, pero si estamos encantadas de tenerte. Eres la primera chica que Hisui trae a casa.- No. No era verdad. Que alguien me pellizcara y me dijese que no era verdad que Kin'u había dicho eso. ¿Por que le había contado eso? ¿Es que acaso quería dejarme en evidencia?

-¡Kin'u!- Vocifere molesto de la vergüenza.

-¡Ja! ¡Te has puesto rojo!- Exclamo señalándome la cara. ¿Cómo me iba a poner sino después de algo tan vergonzoso?

-¡No lo estoy!- Replique. Sentía el calor en mi cara, seguramente estaba mas rojo que antes.

-¡Si! ¡Si lo estas!- Siguió burlándose.

Ambos nos detuvimos al escuchar una tenue pero melodiosa risa. Apenas había sido audible y tan solo había sonado unos segundos pero ese sonido se me había quedado gravado en la mente.

*POV NARRADORA*

Towa regresaba a su habitación después de haber comido junto a su madre. Estaba dispuesta a terminar la tarea que le faltaba cuando su celular empezó a sonar.

-Hola Raita.- Saludo la peliblanca

-Hola Towa ¿Esta Setsuna contigo?- Hablo el que estaba al otro lado de la línea

-¿Eh? ¿Pero no que estaba contigo?- Pronuncio confundida.

-¿Que? No, conmigo no esta.- Aclaro el de ojos azules.

-Eso es raro. Esta mañana a salido diciendo que iba ir a estudiar. Había deducido que habíais quedado los dos.- Confeso la de mirada magenta.

-Pues aquí conmigo no esta.- Reitero confundido.

-A lo mejor esta con Futa.- Contesto dando una posibilidad.

-Yo estoy aquí con Raita.- Dijo otra voz atreves de la llamada.

-Le hemos mandado unos cuantos mensajes pero no nos contesta y la ultima vez que estuvo en línea fue hace media hora.- Explico sembrando el pánico en la chica. -¿Towa?- Hablo al no escuchar repuesta de nadie.

-Luego os llamo.- Pronuncio seria.

-¡Mama! ¡Mama!- Grito Towa nada mas colgar para irse corriendo al jardín donde estaba su madre con los ojos repletos de lagrimas.

-¿Que pasa?- Dijo su madre dejando de regar las flores.

-Sets... Sets... Sets-una.- Intento pronunciar Towa entre sollozos.

-Towa me estas preocupando. ¿Qué a pasado? ¿Qué me quieres decir de Setsuna?- Pregunto Rin al ver la actitud de su hija.

-Sets-unaaaa.- Logro pronunciar mientras un moco comenzaba asomarse por su nariz, y el rio de lagrimas cada vez aumentaba mas. -Ha desparecido.- Añadió para lanzarse a los brazos de su madre.

-¿De que hablas?- Dijo extrañada recibiendo a su retoño entre sus brazos.

-N-n-n-no es-es-esta con Ra-Raita y Fu-Futa.- Confeso aumentando su lamentar.

-Ya lo se.- Hablo su madre con una hermosa sonrisa.

-Eh- Towa había dejado de llorar de lo desconcertada que estaba por la reacción de su madre.

-Ella esta en casa de un chico.- La ama bonita había inundado a su hija de terror con esas palabras.

-¡¿NANI?!- Grito completamente desorientada por el hilo de los acontecimientos.

-Si, había quedado con el para ir a estudiar. Hace 30 minutos me a avisado de que su familia le había invitado a comer.- Explico enseñándole la conversación que habían mantenido por el celular. -¿Towa? ¿Tesoro estas bien?- Pregunto preocupada al ver como la chica había empezado a dar vueltas de aquí para allá de forma pensativa.

Jamás olvidaría tal felonía. 

Era su hermana, se suponía que se lo contaban todo. ¿En que momento dejo de confiar en ella? Su hermana se había ido a casa de un chico.  La mente de Towa comenzó a funcionar ja que para ella eso solo podía significar una cosa. 

Setsuna estaba manteniendo un romance en secreto... 

¿Pero porque haría algo así? No tenia sentido. A no ser... No, no no, no podía ser eso.  O a lo mejor si.. 

A lo mejor era un amor prohibido y por eso se tenían que profesar su afecto en secreto. De ser así... ¿Quién podría ser ese chico? ¿Y si era secreto por que eran enemigos? Tal vez, había pasado como en esos animes y mangas en los que dos rivales se enamoraban 

... 

No podía ser. El único "enemigo" de Setsuna era ese Lobo sarnoso, pero hasta yo me había dado cuenta de que el esta colado por Moroha, por mucho que el Lobo apestoso lo intentase ocultar.

Towa seguía pensando cada vez mas teorías. Cada una mas alocada que la anterior, hasta que la teoría mas destornillada aterrizo en su mente. 

¿Y si están metidos en un triangulo amoroso? 

A lo mejor el estaba enamorado de Setsuna y de Moroha al mismo tiempo y al ser un indeciso se reunía con ambas a solas. 

Si eso es cierto, significaría que mi hermana y mi prima tarde o temprano se acabaran enfrentando. No lo puedo permitir, no dejare que se hagan daño por el Lobito pestilente.

Rin seguía viendo como su hija andaba de un lado para otro.

-¡No lo puedo permitir!- Exclamo asustando a Rin ya que no se lo esperaba. -¡Moroha, Setsuna! ¡Las salvare!- Proclamo para seguidamente irse corriendo. 

La ama bonita se quedo en el sitio preguntándose que mosca le habría picado a su hija.

Mariposas en el ViolínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora