XLVI

272 40 131
                                    

*POV NARRADORA*

Había tardado un poco mas de lo previsto, pero por fin había llegado. Aterrizo en ese bosque adentrándose en el en busca de ese árbol.

-Nos volvemos a ver.- Hablo una voz. -Sabia que volverías a visitarme Sesshomaru. - Dijo la voz proveniente del árbol de magnolia.

-Bakuseno.- Saludo este parándose delante del árbol que tenia una cara de anciano en el centro.

-La ultima vez que viniste, esas cachorras tuyas me pisotearon jugando a las escaladas.- Comento el tal Bakuseno.

-Sabes a por lo que e venido, ¿Verdad?- Pregunto Sesshomaru en un tono cordial. Pues Bakuseno era uno de los pocos seres, por no decir el ultimo al que Sesshomaru respetaba.

-Conseguiste sellar a la mayor, pero la menor se te esta dificultando.- Respondió el árbol sabio.

-La única forma de poder sellarla es que sea capaz de asimilar en veneno que corre en sus venas.- Añadió el demonio.

-Y ahi es donde entro yo.- Intercepto Bakuseno. 

-Totosai necesita el material, y el encargado del sello ya debería de tener los planos.- Informo Sesshomaru.

-¿Como a estado desde el incendio?- Pregunto el árbol sabio. Sesshomaru simplemente negó  cerrando sus ojos de forma seria. -Comprendo, si es así dejare que tomes mi madera.- Acepto.

El viento cambio de dirección y unos gritos de dolor y sufrimiento llegaron a oídos de Sesshomaru. Esta vez no fallaría.

-Setsuna...- Mustio para si mismo.

-Parece que te necesitan.-Dijo Bakuseno escuchando también el martirio que padecía la nieta de su buen amigo, y la hija de quien estaba parado en frente de el. -Toma lo que necesites.- Ofreció para que pudiesen hacer el objeto que la niña tanto necesitaba.


*POV HISUI*

*Yo no imagine que así, mi vida seria*

Escribí debajo del dibujo que hice de ella plasmando el hermoso rostro que tenia mientras me tarareaba esa bella canción que ella no recordaba como es que la sabia.

Ya casi era la hora de comer, así que guarde el cuaderno en su respectivo lugar y baje con felicidad hacia la cocina encontrándome tan solo a mama, lo que me extraño ya que tenia entendido que el tío Kohaku hoy se quedaría todo el día con nosotros, pero tan solo le había visto en el desayuno.

-¿Donde esta el tío Kohaku?- Le pregunte a Mama sin rodeos acercándome a ella.

-A habido un problema con un medio demonio en una propiedad privada. Se ve que se a descontrolado y necesitaban ayuda para inmovilizarle.- Me respondió. 

Los demonios me llamaban la atención ya que yo siempre quise ser un cazador de demonios como Mama y el tío Kohaku. Pero los Hanyo jamás me habían llamado la atención hasta que conocí a Setsuna.

-Mama, ¿Qué pasa cuando un medio demonio se descontrola?- Pregunte pelando una patata para ayudarla.

-No se mucho sobre el tema. Por lo poco que tengo entendido es que los seres híbridos no pueden transformarse completamente en demonios, pero cuando estos se descontrolan, su sangre demoniaca les dominan y se transforman para protegerse.- Explico mama cortando las patatas que yo le entregaba y poniéndolas en la sartén.

-Suena fascinante.- Opine impresionado.

-Mas que fascinante, es peligroso.- Contesto a mi comentario.

-¿Por que dices eso?- Inquirí cortando en rodajas una de las zanahorias.

-La sangre demoniaca que heredan es capaz de comer su propio corazón y mente.- Declaro Mama dejándome impactado. -Pierden la noción de quienes son, y no diferencian entre aliados y enemigos. Cuanto mas se transformen mas perderán su mente y corazón.- Ella lo hablaba con mucha naturalidad pero yo me estaba asustando. -Se convertirán en monstros que tan solo querrán matar, y seguirán matando hasta el día en el que perezcan.- Concluyo poniéndole la tapa a la olla.

-Pero, no siempre pasa eso, ¿Verdad?- Pregunte algo atemorizado por la respuesta.

-No tengo ni idea.- Iba a decirme algo mas pero su celular sonó despistándola de la conversación. -Hola... Si dime... No vendrás... Vale, vale... si.- Comenzó a hablar con la otra persona. -¿Esta allí?... Ah ya veo... Pobrecita... No te preocupes esta bien. Yo también te quiero.- Dijo para después colgar la llamada.

-¿Quien era?- Pregunte.

-Era Papa, Hoy no podrá venir a comer, se ve que la paciente importante que tenia hoy era la misma chica por la que Kohaku se a tenido que ir. Están los dos en urgencias con la chica, al parecer esta en estado critico.- Una mala sensación invadió mi cuerpo. -Ves a llamar a tus hermanas, la comida ya esta casi lista.- Ordeno sacando unos platos. 

Subí las escaleras dispuesto a picar en sus puertas para llamarlas a comer pero el sonido del tono de mi celular me desvió de mi cometido. 

Entre a mi habitación y vi como en la pantalla del celular había un numero extraño que no tenia agendado. 

Dude en si recibir la llamada o no pero al final acepte.

- ¿Hola? ¿Hisui?.- Me costo reconocer su voz por lo quebrada que la tenia.

-¿Towa?- Pronuncie extrañado. 

-No sabias si me ibas a contestar, es que me deje el celular en casa.- Hablo temblorosa.

-¿En casa? ¿Dónde estas?- Pregunte extrañado.

-Te llamo desde el hospital privado...- La mala sensación se incremento al momento. -Quería contártelo yo antes de que alguien mas lo hiciera, creo que Setsuna lo querría así..- Me pare en seco.

-Setsuna... Towa ¿Qué a pasado?- Pregunte pausadamente con un gran temor en mi interior.

-Setsuna...- El llanto le impidió seguir hablando.

Mariposas en el ViolínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora