V e i n t i u n o.

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La cabeza me daba vueltas, Niklas dormía a mi lado profundamente y yo no podía pegar un ojo. Me encontré más confundida que antes. No podía poner mi cabeza en orden o por lo menos callar los pensamientos y dormir un poco. Algo no se sentía correcto y no sabía qué, si el haber rechazado a Niklas para que ese beso fuera más allá o que él me sonrió, besó mi frente y prometió que sólo dormiríamos. No podía evitar sentir que yo todavía no estaba al cien por ciento con él, y la culpa y el remordimiento volvieron, susurrando en mi cabeza que él no lo merecía, que Niklas debía ser dueño de toda mi atención, de mis sentimientos, de mí, porque yo misma me lo había propuesto. Quería intentarlo con todas mis fuerzas, Niklas era un chico maravilloso, tenía todo lo que una chica podría pedir y cuando yo lo tenía enfrente, como hace un par de horas, no podía pensar en otra cosa que no fuese él. Pero cuando todo se calmaba y mi cerebro volvía a despertar, era un espiral de pensamientos que no me dejaban en paz. Un momento me sentía completamente segura y dispuesta a estar con Niklas, y sólo con él, y al siguiente minuto mi indecisión era inmensa.

Unos golpes torpes sobre la puerta me sacaron de mis cavilaciones, de un brinco me puse de pie para atender la puerta y callar el escándalo antes de que Niklas despertara, le eché un ojo al reloj que colgaba en la pared de la estancia y me di cuenta que eran casi las cuatro de la mañana.

Abrí la puerta de golpe y Harry estaba ahí, sentado sobre la alfombra con una sonrisa boba en el rostro.

- ¿Harry qué haces aquí? Son las cuatro de la mañana. - susurré y cerré la puerta detrás de mí.

- ¿Estás con alguien? - su voz salió en un susurro escurrido y con palabras arrastradas, entonces me fijé en sus ojos; rojos y desorientados. Estaba ebrio.

- ¿Qué? Te lo dije por la tarde, Niklas está aquí.

- ¡NIKLAS ESTÁ AQUÍ! - soltó un alarido y se puso de pie tambaleándose. Estaba más que ebrio.

- ¡Cállate! Vas a despertar a todo el piso. - mascullé y él se echó a reír como tonto.

Sus carcajadas no eran nada parecidas a las usuales, salían irregulares y con sonidos extraños que jamás le había escuchado.

-HAY QUE DESPERTAR A NIKLAS. - otra carcajada seguida de varios balbuceos dejaron su boca. Intentaba sostenerse de las paredes pero aún así le fue imposible mantenerse quieto. - ¡NIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIICHOLAS! DESPIERTA HIJO DE PERRA.

- ¿Qué carajo te pasa? - susurré de nuevo pero Harry no pareció inmutarse. -Y no se llama Nicholas.

- ¡NICHOLAS! - repitió en un grito con los ojos fijos en los míos.

¿Qué demonios le había picado para que se pusiera así de borracho? Me acerqué a él y lo tomé del brazo para arrastrarlo hasta su habitación al final del pasillo. Gracias a Dios, él se mantuvo en pie aunque trastabilló en varias ocasiones y casi se va de bruces en otra. Una vez en su habitación él se dejó caer sobre la alfombra de la estancia.

-Nicho... Niklas o como sea la mierda que él se llame. - dijo para sí mismo. -Él no me agrada.

-Vamos, levántate. Hay que llevarte a la ducha. - ordené e intenté jalarlo de un brazo pero él mantuvo resistencia y a mí me era imposible levantar a un tipo más alto y más pesado que yo.

-No, no, no, no, no, no, no, no, no, no. - sacudió la cabeza frenéticamente y también negó con uno de sus dedos índice. -Nicholas se va a enojar... se va a enojar si su novia toma un baño con Harry. - otra risa torpe salió de su boca y dejó caer su espalda también sobre la alfombra.

Starstruck | h. s. | a. u. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora