Las terapias eran lo más horrible de toda la semana. Había dado infinitas gracias al cielo por haber salido de ese horroroso hospital pero ahora debía volver cada cuatro días para la terapia física. Yo sentía que era demasiado pronto para que ya me obligaran a moverme, es decir, tenía la pierna partida en dos, un par de clavos y además una escayola que me mantuvo los huesos en su lugar por más de un mes. Harry iba conmigo y mi madre también.
-Estoy exhausta. - me quejé por milésima vez después de haber regresado de la terapia.
Harry rodó los ojos y suspiró un "no seas exagerada" para después revolver mi cabello y besar mi frente. Se tumbó a mi lado en la cama y se cubrió la cara con los antebrazos.
- ¿Crees que tu madre me deje dormir aquí hoy?
-Creo que ella es todavía del pensamiento de no dormir juntos hasta después del matrimonio.
-Pero yo le caigo bien. - musitó con la voz deformada por los brazos sobre su boca. -Me adora. - quitó los brazos de su cara y me miró divertido.
-Harry...
Quería pedírselo desde hace un par de días pero no sabía cómo hacerlo y si era correcto que yo le pidiera algo así. Habían pasado ya un par de meses desde el accidente y aunque me sentía un poco mejor, los recuerdos de Niklas me invadían a cada momento y no dejaban mis pensamientos tranquilos. Necesitaba despedirme de él apropiadamente.
-Eleanor. - respondió con una sonrisa en los labios.
-Quisiera... puedes decirme que no, sólo que me gustaría que me acompañaras... -dejé escapar todo el aire de mis pulmones y retomé las palabras. -... quisiera ir a Viena. Sé que los restos de Niklas volvieron allá y siento que... quiero ir y ver dónde está, quiero visitar a su padre y...
-Dime cuándo quieres ir. - sonrió. -Sólo debemos consultarlo con tus médicos y estaremos allá.
[...]
Íbamos en aquel avión y cada momento que pasé con Niklas se me reproducía en la cabeza. Iba rumbo al lugar en donde lo conocí, a ese lugar donde él ya no estaría para recibirme con un abrazo y una sonrisa.
Sabía que Niklas ya no estaba, que había muerto hacía un par de meses, lo sabía pero no podía acostumbrarme a aquella idea. Todo había terminado tan repentinamente cuando momentos antes todo había terminado bien... irónicamente había terminado. ¿Por qué algo malo debía pasar cuando todo se acomodaba en su lugar? Tontamente creí que tendría en mi vida a Niklas y a Harry. Pero los planes de Dios son muy diferentes a los nuestros.
Aterrizamos sin problemas en Viena y cuando menos lo noté ya nos encontrábamos en el hotel. Mi madre se había empeñado en acompañarnos también y ahí estaba, exigiendo una habitación para nosotras solas. Harry habló con el padre de Niklas durante el vuelo y organizó todo para que pudiéramos vernos a la mañana siguiente en el restaurante del hotel.
[...]
El señor Herrmann lucía más delgado pero la sonrisa en su cara era genuina. Me saludó con un abrazo al igual que a mi madre y a Harry. No tocamos el tema de Niklas hasta que terminó el desayuno, podía sentir un poco de tensión en el ambiente aunque el señor Herrmann lo hizo bastante fácil, sonreía y hablaba de su emporio de tiendas musicales y también escuchaba animado las anécdotas de Harry y de mi madre. Pude notar ese atisbo de tristeza y nostalgia en sus ojos cuando me dedicaba miradas fugaces y me sonreía.
-Bien...- suspiró el padre de Niklas y dejó caer los cubiertos sobre su plato terminado. -Si les parece bien creo que ahora podríamos partir al cementerio.
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Starstruck | h. s. | a. u. ©
Fiksi Penggemar"Starstruck: Deslumbrado por una estrella." © 2012/2017, MitziArlene | TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. Este libro contiene material protegido por leyes internacionales de copyright federales y tratados. Cualquier reimpresión o uso no autorizado de...