14. En mi interior.

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Se sentía raro.

Esa mujer fantasma en el interior de su cuerpo estaba haciendo de las suyas ya desde hace unos días, sintiéndose, muy extrañado, ya que aunque su cuerpo siguiera siendo el mismo, no sabía porqué sentía cómo este cambiaba con el pasar de los días(han pasado 2), cómo si esa maldita fantasma le estuviera haciendo cosas que no podía entender.

No había hecho mucho acto de presencia, además de siempre atormentarlo en su mente y decirle cosas que harían que cualquier joven de su edad tuviera miedo, sabiendo que ninguna de esas cosas era verdad, él se las arreglaría para sacarse este mal. Aprovechando el hecho de que ya habían llegado a las vacaciones de verano, después de mucho, ya podía atender sus asuntos sin que la tarea fuera algo que le molestase, aunque no era del todo bueno, ya que en su mente no había ningún pensamiento suyo.. solo la voz de esa mujer.

Esperando y rezando al Dios que tanto venera su hermana.. que tuviera un poco de suerte.

Solo.. un poco.

Cuarto de Lemy









Estaba jugando videojuegos.

Bueno.. eso estaba haciendo hasta que su cuerpo dejó de obedecerlo, haciendo que por más que lo quisiera, no podía tomar el mando(control) de su consola para seguir en su juego, llegando al punto donde una de sus manos se tornó en dirección a su rostro dándose un fuerte golpe en la cara.

Era ella.. esa maldita fantasma estaba haciendo de las suyas, jurando como en su cabeza escuchaba la risa de ella, sintiendo como se reía más y más fuerte de su persona, como si tenerlo de su marioneta fuera su forma de entretenerse, queriendo.. casi hasta gritando que quería decirle a su padre. Pero no podía.. siempre que quería contarle del mal qué hay en su interior, no le salían las palabras, por más que se esforzara, ninguna palabra salía de sus labios, teniendo que huir al ver cómo ni podía decir la verdad.

Y no es que no quisiera, no podía.. estaba bajo el control de esa mujer.. que no parecía querer dejarlo en paz.. ni ahora.. ni nunca.

- D-Déjame en paz..—Tenía miedo, miedo de que ella lastimara a su padre o a su hermana.. peor, así mismo, no queriendo eso para nada, más teniendo en cuenta lo inutilizado que se encontraba— A-Abandona mi cuerpo..

- No puedo hacer eso Lemuel..—Dijo ella, Luna, atormentando a Lemy que se encontraba inútil— tienes que sufrir.. para que tú voluntad se quiebre.. de esa forma, yo no necesitaré controlarte.. ya que tú harás lo que yo te diga..

Después de decir eso, Luna sonreía de una forma no muy sana para nadie, observando con sus ojos rojos el estado deplorable de su hijo, se veía más pálido, como si estuviera a punto de vomitar, viéndolo en el suelo mientras este susurraba palabras al azar. ¿Sé sentía mal?, obvio que no, ya no le importa si su hijo se siente bien.. o mal, eso ya no le importaba, teniendo en mente su plan.. plan que no le importaría cumplir, ya que Lemy lo haría por ella, y de no ser así.. ella tomaría el control para hacerlo.

Siendo algo extraño para ella.. ya que nunca lo había hecho por aquel agujero, pero daba igual, con lo que haría.. Lincoln se sentiría como la peor escoria, queriendo que deseara estar muerto por lo que obligaría a Lemy a hacer, teniendo un plan B por si algo salía mal.

Esperando con muchas ganas tener que hacer el plan B.

- ¡Déjame solo..!, no he hecho nada malo.. pero.. insistes en obligarme a hacer cosas que no quiero..—Decía acostado en el suelo de su habitación, pues no tener control de su propio cuerpo le había generado un miedo de siquiera moverse.

Más allá de lo visible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora