18. Sufre, conejito.

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Tiene mala suerte.

En su momento solo siendo una excusa que una de sus hermanas había inventado para echarle la culpa de la propia mala suerte que esa hermana tenía, años posteriores nunca volviéndose a mencionar.

Aunque, quizás tenía razón, no en que daba mala suerte, pero si en que tenía mala suerte, un hecho que nunca quiso aceptar, y hasta la misma Luna una vez le dijo que eso no era verdad, pero ya no servía de nada discutir del pasado. Algo estaba pasando en el presente, algo que no podría resolver ni con un plan, ni por su cuenta, teniendo que acudir a la única de sus hermanas que le seguía hablando y que era la más adecuada para lo que estaba pasando.. que bueno, ella también tenía parte de la culpa.

Pues.. si le hubiera dicho que Luna seguía por la casa, quizás.. este problema se podría haber evitado.

Casa Loud, comedor









No podía decir nada.

Por mucho que quisiera, esa mirada que su padre le daba al desayunar, se daba cuenta de que no debía decir nada, no entendiendo ese aspecto de Lemy, pudiendo jurar que ahora este era igual de alto que ella, además de los otros cambios, pero debía mantener silencio.

Para Lincoln era más o menos lo mismo, quería decir todo lo que pensaba, pero.. ver esos ojos rojos mirándolo lo dejaban muy débil, quería con todas sus fuerzas detener a Luna de hacer lo que imaginaba que haría, estando muy limitado. Cada acción sospechosa de su parte sólo haría que el sufrimiento de su hijo fuera peor, teniendo que mantener contenta a Luna para que no intentara hacer alguna estupidez que le costara mucho, tampoco pudiendo comunicarse con Sam y explicarle su situación debido a la misma Luna.

Estaba demasiado limitado y eso era algo que no le gustaba, debía hacer algo.. esperando que Lyra no lo odiará por esto.

- Iré a la cocina.. por.. jugo.—Dijo levantando rápido de su asiento, sintiendo como alguien lo tomaba del brazo impidiendo su escape.

- ¿Qué pasó papi..?, ¿no te gusta desayunar conmigo..?—Decía Luna, o Lemy, lo que sea, mirando al albino fijamente pues sabía que si lo dejaba solo probablemente llamaría a esa estúpida de Lucy, o al contrario.. a esa zorra de Sam.

- Papá quiere más jugo.. así que deberías dejarlo en paz..—Se puso de pie enseguida, tomando de uno de los brazos a lo que parecía pero estaba segura de que no era su hermano, ganándose una profunda mirada de odio, pero cumpliendo su cometido al ver cómo soltaba a su padre y este se adentraba a la cocina.

- Eres una maldita entrometida.. esto no tiene nada que ver contigo maldita estresada..—Sabía de los problemas que tenía su hija, así que no le molestaría herirla donde más le duele, poco le importan sus hijos ahora, la venganza era primero.

- Escúchame estúpido ente maligno.. no sé porqué entraste al cuerpo de mi hermano.. pero si no lo abandonas en este preciso momento te juro que..—A punto de seguir su amenaza, se vió interrumpida por aquel ente.

- ¿O si no que?, si me haces algo.. lo que sea.. el que sufrirá todo será tu querido hermanito.. ya que.. yo solo soy una invitada..

Luna sabía que había sido mejor opción tomar el cuerpo de Lemy, después, de todo de los dos, él es el más vulnerable, por lo tanto el más protegido, pudiendo notar en los ojos de Lyra esa rabia asesina, que se contenía al ver quién era en parte. Tenía todo bajo control, y aunque quisiera darle lo que merece a esta posible traicionera que tenía por hija, sabía que no debía distraerse, Lincoln, tiene contactos, contactos que pueden ayudar a deshacerse de ella, siendo algo que no iba a permitir para nada.

Más allá de lo visible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora