6. Aprendiendo a vivir.

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Seguía muy asustado.

¿Y cómo no estarlo?, algo de origen desconocido había usurpado su cuerpo y no parecía tener la intención de devolvérselo pronto.. o nunca. Veía cómo esa cosa dormía plácidamente en su cama con una sonrisa, como si se estuviera burlando de su persona por haberle robado el cuerpo.

¡Esto no podía estar pasando!, qué mala era su suerte por Dios.. creía que se trataba de un sueño así que intentó despertarse.. no funcionó. Intentó dormirse, tampoco funcionó, esto definitivamente no era un sueño, ahora debía averiguar quién o qué había tomado su cuerpo, porque si sus sospechas del día anterior eran correctas, le asqueaba lo que una chica en su cuerpo podría hacer, o peor.. una mujer adulta.

Le daría escalofríos, claro si pudiera sentirlos en estos momentos, no necesitaba dormir, en esta forma de espíritu tenía muchas ventajas pero siempre estaba la misma desventaja, no estaba vivo. Aunque tenía que estar pendiente de su alrededor, ya que al estar en teoría muerto su percepción del tiempo había cambiado, diciendo esto porque tenía la sensación de que todo iba más rápido, y así era si se distraía, porque cuando estaba al tanto de lo que pasaba, cualquier segundo era importante para planear cómo volver.

Volteó a ver a esa usurpador@, solo para encontrarse con la sorpresa de que ya no estaba.. ¿¡Cuanto tiempo estuvo pensando?!, salió atravesando la pared de su habitación, y así sucesivamente por todas las habitaciones hasta que vió donde se encontraba.. estando que se sonrojaría.. pero de vergüenza.

- ¿¡Porqué te sientas al orinar?!—Decía Lemy avergonzado de ver a lo que ya temía.. era una chica en su cuerpo— ¡R-Responde..!

- ¿Huh..?—Ya había terminado de atender "sus" necesidades, lavándose las manos para ahora mirar de nuevo al espíritu de su hijo— es la única forma en la que sé hacerlo.. no es mi culpa que tengas esta pequeña cosa entre las piernas..—Se reía al ver la expresión en la cara de Lemy, en realidad pudo orinar de pie, pero sabía que él vendría y.. simplemente no pudo resistir él avergonzarlo.

- Maldita sea..—Se volteaba momentáneamente para después tranquilizarse un poco— no.. te saldrás con la tuya.. encontraré una forma de volver.. ¡Y cuando lo haga me aseguraré de bendecir esta casa hasta al cansancio!

- Que lindo..—Dijo viéndolo con sus adorables ojos cafés, así es, tanto control tenía sobre su cuerpo— pero.. me aseguraré de que ese día nunca llegue.. porque..—Se ponía seria, mientras su mirada cambiaba— tú maldito padre tiene que pagar.. haré que desee estar muerto..

Eso le había dado miedo al castaño, ¿Quien era.. ella?, ¿y qué quería con su padre?, ver esa mirada de odio puro en sus ojos le daban una muy mala señal de lo que pudiera pasar, notar de igual manera ese color rojo brillante en sus propios ojos solo lo alarmaban más y más.. ¿Acaso su padre habría hecho algo tan malo?, ¡Imposible!, su padre siempre había sido muy bueno con él y con su hermana, lo que sea que este espíritu quisiera de él.. se aseguraría de detenerlo.

- Antes de que digas una sola palabra.. te lo diré..—Cerró los ojos unos momentos, volviendo estos a verse de un color café— tú papi hizo algo muy malo hace mucho tiempo.. me hizo mucho daño... Y qué mejor manera para castigarlo que con sus propios hijos..—Dijo con una sonrisa no muy alegre que digamos— él pagará.. Lemuel.

Cerró los ojos nuevamente, ahora con la intención de hacer invisible para sus ojos el espíritu de su hijo, al haber conseguido eso, salió del baño, pensando en ir directamente a "su" habitación pero.. no iba a desperdiciar estos momentos de libertad, claro ya era algo tarde, aunque podía aprovechar para visitar a la persona que provocó muchos de sus suspiros cuando estaba viva hace ya mucho tiempo. Le haría una pequeña visita al Albino que ahora en teoría era "su" padre por estar en el cuerpo de Lemy, no tardando nada ya que.. no por nada estuvo vigilando y cuidando cada rincón de esta casa.

Más allá de lo visible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora