No tenía intenciones de publicar de nuevo hoy, pero me di cuenta de que llegamos a más de 100 leídas, para algunos tal vez no es nada pero yo enserio estoy muy sorprendida, asi que aquí hay otro capítulo.
Desearía en este momento tener una cámara, la cara de Malik es realmente graciosa, abre y cierra la boca sin saber que decir, y tiene los ojos muy abiertos.
— ¿Tt-tu…?— carraspea— ¿Tu perro? ¿El doberman gigante que anda contigo siempre?
— Bueno que yo sepa aun no tengo otro perro— me encojo de hombros sonriendo— Así que sí, ese es Ares.
— Ah…— es lo único que dice.
Ahora que está distraído me quedo viéndolo haciendo una inspección como Dios manda, es alto le calculó un metro ochenta y ocho, su pelo es castaño, no es oscuro pero tampoco es muy claro, mandíbula marcada, labios gruesos, hombros anchos, musculoso y un six pack que está en todo su derecho de presumir… Todo un Adonis, pero no es el primer chico guapo que me cruzo en la vida y estoy segura de que no será el último.
— ¿Te gusta lo que ves linda Kayra?— pregunta con una sonrisa egocéntrica.
Oh no amigo no vayas por ahí, soy muy conocida por dejar el orgullo de los hombres por el piso.
— Nada que no haya visto antes, así que no, no veo nada que me guste mucho— digo despreocupadamente.
La sonrisa se le borra del rostro en cuestión de segundos, mientras que en mi cara va apareciendo una que disimuló mirando nuevamente por la ventana, el agua sigue cayendo sin intenciones de parar, creo que tendré que aceptar la oferta de Malik, ya es muy tarde y dudo que vaya a encontrar algún taxi a esta hora. Me doy nuevamente la vuelta para decirle a Malik que me quedaré y me lo encuentro mirándome fijamente de arriba hacia abajo.
— Vaya ¿Encontraste algo interesante?— pregunto socarrona.
— Nada que no haya visto antes— cita mis palabras a lo que suelto una corta risa.
— Ahí te equivocas cariño, un monumento como yo no lo has visto antes— le guiño un ojo— A menos de que te guste mucho el silicon.
Se los dije mi ego es muy grande, y rara vez por no decir nunca me dejan sin palabras.
— Bueno Mali— hago énfasis en el apodo, me gusta irritar a las personas más a las que no tienen paciencia— Creo que aceptaré tu oferta de quedarme hoy aquí la tormenta no tiene intenciones de parar, me conformo con que me des unas mantas y puedo dormir en el sofá.
Se queda mirándome fijamente, enarco una ceja y él parece salir de su raro trance.
— Emm… puedes ocupar mi habitación— se encoge de hombros— Hoy me ayudaste mucho, además hace mucho frío para que duermas en el sofá, tu duerme en mi cama y yo duermo en la sala.
Camina hacia la que creo es su habitación y lo sigo, abre la puerta y me invita a pasar primero, lo primero que observo es una cama en donde perfectamente caben dos personas, su habitación es normal, en las paredes tiene colgados pósters de algunas bandas, en la esquina hay un escritorio con una silla giratoria pero lo que logra captar mi atención es una guitarra que descansa en la cama.
— ¿Tocas la guitarra?— pregunto sin poder evitarlo.
— Ehh...— vacila un momento— Si.
— Malditamete me tienes que enseñar a tocar Malik— casi chillo.
Siempre quise aprender pero mis padres decían que debía estudiar otro instrumento como el piano o el Arpa, con el tiempo perdí el interés, pero ahora ya puedo tomar mis decisiones por mi cuenta y si quiero algo no voy a dudar en obtenerlo.
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Quiéreme Por Quien Soy
RomanceKayra Rinaldi, una chica nueva en la universidad de NY... espera ¿piensas que es la típica niña estudiosa tranquila y nerd que solo piensa en estudiar? Pues lamento decirte que no, ella es todo menos tranquila y nerd. Es más del tipo que detesta los...