Capítulo 5.

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Al final su casa sí quedaba un poco lejos, luego de unos 15 o 20 minutos caminando (no podíamos ir en taxi, porque nos llevaría al hospital) con dificultad llegamos a un edificio bastante pequeño en comparación al mío, entramos y por suerte no había nadie en la entrada, esperaba ver unos ascensores o algo  así pero solo habían escaleras, Malik me dijo que él vivía en el segundo piso, por lo cual no tardamos tanto en llegar, para luego entrar a su departamento, al ingresar él me guió hasta una pequeña sala en donde estaba el sofá.

— Bueno ¿Tienes un botiquín o algo así?— pregunté esperando una respuesta afirmativa.

— Si en el ba… ¡MIERDA!— soltó un grito cuando le intenté quitar la camiseta— Está en el baño, la segunda puerta por el pasillo.

— Okey, no tardó y por favor no te muevas mucho la herida se puede abrir más.

Fui corriendo hacia el pasillo, que la verdad no estaba tan lejos porque el departamento como ya mencioné era de reducido tamaño, aunque tenía todo lo necesario, una sala, una cocina por lo que alcance a ver con una encimera, y por el pasillo hay tres puertas, una lleva baño por lo cual las otra deben ser habitaciones; ya en el baño busqué rápidamente el botiquín, además de que moje una toalla, volví a la sala y me encontré a Malik sin camisa, y traté de no mostrarme afectada por sus hermosos abdom…. ¡tatuajes! Sus hermosos tatuajes.

— Tu acento es un poco distinto, aunque no logro distinguir de donde ¿Eres extranjero?— pregunto mientras limpiaba la herida, para así distraerlo un poco.

 No logro distinguir su acento, al pronunciar algunas letras como la letra R queda un poco al descubierto que no es nativo, y la verdad soy muy curiosa.

— Viví varios años en Alemania— dice, aunque lo noto bastante tenso, al parecer quiere cerrar el tema rápido.

—Oh nunca he ido a Alemania debe ser muy linda; al parecer la herida no es profunda, se veía peor de lo que era— dije terminando de limpiar— ¿Porque estaban peleando Malik?

Él tenía la cabeza reposada en el sofá y los ojos cerrados, pero en cuanto las palabras salieron de mi boca apretó los puños y estoy segura de que no era por el dolor.

 — Bueno si no me quie…

— Querían robarme, por estos lados es algo relativamente normal— me cortó, luego soltó una sonrisa ladeada— seguramente no sabían quién era, y en algún momento el tipo del que me separaste sacó una navaja y me atacó con ella.

— Y yo que pensaba que los estabas golpeando por respirar el mismo aire que tú— intente bromear, pero él se mantuvo serio— Oye que es una broma amigo.

— Yo no busco pelea porque si Kayra, a veces me cuesta controlarme, pero no soy un puto cavernícola— espetó.

Vaya… si que es sensible.

— Bueno tampoco es para que te molestes— rodé los ojos, mientras que terminaba de poner una venda alrededor de su abdomen— Ya está listo.

— Muchas gracias linda Kayra— me dice con voz suave y con un brillo en los ojos que antes no estaba— No tenias porque tomarte tantas molestias.

— No te iba a dejar solo y herido— me sincero— Pero no te preocupes no es na...

Toc Toc, joder siempre me están interrumpiendo.

Malik hace el intento de querer levantarse pero no se lo permito, él suelta una maldición por lo bajo. Voy hacia la puerta y al abrirla me encuentro con una señora de unos 40 años, con cara de pocos amigos.

— ¿Está Malik?— pregunta, o más bien escupe la pregunta.

— Si está, pero por ahora no puede salir— le digo secamente— ¿necesita algo?

Quiéreme Por Quien Soy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora