Quiéreme Por Quien Soy

Capítulo 28.

Malik.

Veo como Kayra arranca su auto y sale a toda velocidad de la universidad, tomo una respiración profunda intentando calmarme, odio que sea tan impulsiva.

—¡Malik!— grita Abigail, me doy la vuelta y la veo venir corriendo en mi dirección— No me dejes sola, por favor. Esa... bestia que tienes como novia puede volver a hacerme daño.

—No la vuelvas a llamar así— digo mirándola mal.

—Pero eso es lo que es ¡mira!— dice señalando su cabello y las marcas de uña en sus brazos y una sonrisa quiere asomarse en mis labios pero la reprimo— Yo te juro que no le hice nada, estábamos hablando y de pronto me ata…

 —Para— gruño enojado— ¿Enserio crees que no conozco a mi novia? Se que ella no es así Abigail, algo hiciste y por eso reaccionó así.

—No…

—La única razón por la cual me quede contigo fue para ver si Kayra ta había roto algo, no quería que se metiera en problemas— espeto ya perdiendo la poca paciencia que me queda— No me interesa escuchar tus excusas Abby, conozco lo suficiente a mi chica para saber más o menos lo que paso.

Se me queda mirando con la boca abierta, sus ojos se muestran dolidos ante mis palabras pero no podría importarme menos.

—No creo que por ahora sea conveniente que nos sigamos viendo, tu presencia incomoda tanto a Kayra como a mi.

—Conmigo nunca fuiste de esta manera— dice en un susurro.

—Siempre fui sincero Abigail, te dije que ya le pertenecía a alguien más.

Sin mas me doy la vuelta hacia la cafetería, lo único que tengo en mente es ir con Kayra, pero para mi mala suerte no tengo mi moto conmigo.

—Dame las llaves de tu moto— le digo a Liam cuando llego a su mesa.

—Hola a ti también cabrón— dice mirándome mal— ¿Para que quieres a Mía?

—Aún no asumo que le pusieras nombre— ríe Dylan, luego me mira con una sonrisa—¿No tienes algo que decirnos Malik?

—No— digo seco— Solo dame las putas llaves.

—Uh ¿estas?— dice mientras las agita en su mano para después alejarlas de mi alcance— Te las daré luego de que nos digas porque se te ocurrió desaparecer sin decir nada y luego llegar como si nada de la mano de esa diosa indomable.

—Vuelve a llamarla así y mañana tendrás que estar pagando a un cirujano plástico para que te arregle la cara luego de la golpiza que te daré— él alza las manos en señal de rendición pero ambos siguen mirándome a la espera de una explicación— Kayra aceptó hablar conmigo, una cosa llevó a la otra y ahora es mi novia, fin.

Sus ojos de abren tanto que me hace querer soltar una carcajada, pero aprovecho su distracción para poder sacar las llaves.

—¡Por favor cuida a mi bebé!— escucho el grito de Liam, Dios me da vergüenza ajena.

Mientras iba camino al estacionamiento le marco a Kayra pero como ya era de esperarse no atiende ninguna de mis llamadas, ya cuando veo que no contestará decido llamar al número que nunca creí tendría que utilizar.

—Nunca creí que recibiría tu llamada—se burla Nicola al otro lado de la línea— ¿Qué quieres?

—¿Donde está Kayra?— espeto ignorando lo que dice.

—No soy su puta sombra— gruñe.

—Claro que no, eres su jodida niñera— me burlo yo ahora.

—Cuida tu tonito Wilson— espeta— Puede que ya te tolere un poco hasta ahí.