Quiéreme Por Quien Soy

Capítulo 9.

— Son solo 6 minutos Nicola— digo con sorna.

— No sabes lo que podría hacer en 6 minutos princesa— sonríe de lado— Por ejemplo darle una lección al incompetente de la entrada.

Ruedo los ojos, ya sabía que se enteraría; se me queda viendo fijamente, sus ojos azules queriendo ver más allá de mi, yo igual lo miro, hace ya 2 meses que no lo veía, sigue igual, aunque puedo notar que de su cuello resalta su nuevo tatuaje.

— Bueno princesita ¿aún estás enojada?— pregunta con un tono suave, un tono que no utiliza casi con nadie además de mi.

— ¿Qué crees idiota?— resoplo— Por Dios Nicola, mandaste a un chico al hospital y esta en coma hace más de 2 meses, todo por tu sobreprotección.

— Sabes bien que nadie te toca y sale impune— dice ahora con voz más seca y los ojos oscurecidos— Nunca dejaré que nadie te haga algo princesita.

Ya sin poder evitarlo me tiro a sus brazos y lo abrazo con fuerza; Nicola en realidad no es mi hermano biológico pero nuestro lazo es más fuerte que cualquier cosa, nos conocimos de una forma un tanto extraña, yo estaba yendo a mi casa después de la escuela Ares iba conmigo, cuando estaba por llegar en un callejón se escuchaban unos cuantos gritos, como la entrometida que era fui a ver qué ocurría y ahí estaba Nicola siendo apuntado con un arma por otro chico, no se que me llevó a hacerlo pero al final me tiré encima del chico, el se distrajo y eso lo aprovechó Nicola quien terminó dejándolo inconsciente, casi enseguida habían llegado varias camionetas negras, Ares estaba bastante inquieto me estaba por ir pero antes recuerdo perfectamente lo que me dijo: "Te debo mi vida y eso nunca te lo podré pagar, desde hoy tú estás bajo mi protección", en ese minuto no entendí muy bien, pero un tiempo después si, todos los días sentía que alguien me seguía y observaba, terminé descubriendo que era Nicola, él quería cumplir su palabra de cuidarme, con el tiempo fuimos hablando más, él seguía cuidándome, tenía un perro, Draco el cual se empezó a llevar bien con Ares, varias veces los sacamos a pasear y en una de nuestras tantas conversaciones me confesó que él era el líder la mafia italiana, yo lo sospechaba por lo cual no dije mucho, nuestra amistad se fortaleció lo cual dio como resultado que quisiera con todas mis fuerzas a ese chico alto, con cuerpo de dios griego y de mirada azul como el cielo pero fría como el invierno, los dos éramos personas cerradas y frías pero nos entendíamos bien, así termine siendo la mejor amiga y practicante hermana del líder de la mafia italiana.

— Te extrañé idiota— digo aún abrazada a él.

— Vaya esto sí que es nuevo— su pecho vibra a causa de su risa— La gran Kayra Rinaldi diciendome que me extraña, veo que NY te está hablando.

En un rápido movimiento tomó su brazo y lo dobló haciendo que quede de rodillas, la sonrisa de idiota que tenía en el rostro se le borró en segundos.

— Vamos princesita la última vez que esto pasó no terminamos muy bien que digamos— dice y una sonrisa aparece de nuevo en su rostro.

Lo suelto de mala gana pero inconscientemente una sonrisa también se empieza a formar en mi rostro.

— Imbécil— digo por lo bajo.

— Te escuché— dice aun con una sonrisa que me encantaría borrar de un puñetazo— Yo igual te extrañe Kayra, ya sabes que eres la única que me soporta, no te puedes librar de mi tan fácilmente.

— No te me pongas cursi idiota— ruedo los ojos y el suelta una corta risa— ¿Qué me dices de asistir a una pelea hoy? Necesito golpear algo— lo miro maliciosamente— A menos de que por hoy aceptes ser mi saco de box.

— Ya estoy preparando un auto— dice rapidamete— Yo también necesito liberar tensión, y tengo que aprovechar que Ares no está contigo hoy, así recuperamos el tiempo perdido.