Quiéreme Por Quien Soy

Extra I

Extra I "Sorpresas inesperadas"

—Mierda— susurro cuando veo que no hay pepinillos en la nevera.

—Buenos días amor— me saluda Malik entrando en la cocina.

—Hola amore— le digo dándole un casto beso que él profundiza enseguida.

—¿Qué buscabas?— dice mientras se sirve un vaso de jugo.

—Se acabaron los pepinillos— me quejo y él me mira raro— ¿Qué?

—Pero si a ti no te gustan.

—Bueno da igual— niego con la cabeza— Luego me compras y date prisa que ya vamos tarde.

—Que mandona— ríe.

—Soy tu esposa, tengo todo el derecho de mandarte— bromeo.

—Repítelo— exige, yo ruedo los ojos y él hace un ridículo puchero— ¿Por favor?

—Soy tu esposa— repito y enseguida se acerca para levantarme en sus brazos— ¡Ya bajame, idiota!

—Te amo— susurra y luego desaparece rápido hacia la habitación.

En menos de 10 minutos vuelve y salimos camino a la universidad, estábamos en unas pequeñas vacaciones de luna de miel pero ya es hora de volver.

—Señorita Rinaldi es un placer tenerla de vuelta— saluda el director en cuanto me ve.

—Señora Wilson— lo corrige Malik, dándole una mirada que hace que el director se torne un poco pálido.

—Y-yo he ¿U-ustedes…?— suena la campaña y veo como el pobre señor suspira aliviado, nos despide y se va prácticamente trotando.

Sin poder evitarlo me largo a reír.

—Deja de querer golpear a cada persona que me diga Rinaldi— digo dándole un suave golpe y recordando como casi golpea a Mark por lo mismo, él solo se encoge de hombros despreocupado.

—Nos vemos después linda Kayra— dice dándome un beso y yendo a su clase.

En cuanto entro en mi aula veo que ya hay varias personas pero el profesor aún no llega, ignorando a todos como siempre me siento en el último puesto y espero.

Aunque despues de unos minutos me llega un olor asqueroso, al parecer es el perfume del idiota de adelante, intento ignorar el olor pero de pronto las arcadas se empiezan a hacer presentes, me levanto enseguida y salgo en dirección al baño.

—¡Señorita, la clase ya va a empezar!— escucho al profesor pero yo solo lo ignoro.

Al llegar al baño me encierro en un cubículo y enseguida descargo todo mi estómago en el inodoro, por un momento me detengo pero las arcadas siguen, al final me siento muy débil, pero me levanto y voy a lavarme la boca.

—¡Kay!— escucho como grita alguien.

—¿Sky?— susurro.

—¿Qué pasó?— dice acercándose, se moja las manos y las pasa por mi cara.

—No lo sé— susurro y siento mis ojos cristalizarse un poco ¿Que mierda?— Yo solo…

—¿Vas a llorar?— casi chilla— Ay dios mío no estoy preparada para esto.

—No se que me pasa.

—Tal vez estás embarazada— bromea y yo me pongo pálida— ¿¡Estás embarazada!?

—¡No!— grito enseguida— Aunque… ¡Oh no, no, no!

—¡Seré tía!

—¡No!— niego enseguida— Tengo que hacerme una prueba.