Quiéreme Por Quien Soy

Capítulo 23.

Conseguí que Malik se quisiera ir del lugar conmigo, no me moleste en avisar a Nicola porque seguramente estaría follando por algún lugar de la casa. 

— ¡Te vas a caer idiota!— le grito mientras se tambalea entrando al ascensor.

— Como si te importara— dice riendo y encogiéndose de hombros.

No le digo nada y cuando el ascensor se detiene lo ayudo a salir, luego cuando estábamos frente a su puerta empecé a revisar sus bolsillos en busca de la llave.

— No creí que tú darías el siguiente paso linda Kayra— dijo arrogante— Pero no te culpo se que nadie puede resistirse a mi sexy cuerpecito.

Río sin poder evitarlo y casi grito cuando por fin encuentro la llave, al entrar en la habitación lo guío hacia la cama el me jala y caigo encima de él.

— Suéltame— digo revolviendome entre sus fuertes brazos.

— Quédate conmigo hoy— dijo ignorándome olímpicamente.

— Estás borracho.

— Suena como la línea que tendría que decir yo— suelta una carcajada— Solo a dormir nena, otro día podrás disfrutar de mi.

— Que atrevido estás— murmuro acurrucandome a su lado.

Nos quedamos en silencio un rato hasta que su tonta risa aparece de nuevo.

— Te quedaste— afirma con una sonrisa.

— Me iré en cuando acabes de joder— contradigo.

— No te vayas— dice juntandonos más— Por favor… solo quédate.

— ¿Por qué?— digo muy confundida por su cambio de actitud.

— Porque mañana vamos a hablar— sus brazos se tensan a mi alrededor— Y cuando todo esté dicho tal vez me odies.

Luego de eso, ninguno dijo más.

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Siento que alguien me acaricia el pelo mientras me besan la frente, ya estoy despierta pero la sensación es tan placentera que no quiero moverme, soy consciente de que estoy con Malik y la idea no me desagrada para nada.

— Despertaste— susurra.

— Si— digo con voz ronca, acomodándome para verlo mejor— ¿Hace cuánto estás despierto?

— No lo sé— esconde su rostro en la curva de mi cuello.

— ¿Qué te pasa?— digo un tanto preocupada pasando mis dedos por su cabello.

Suspira y se separa de mí, enfoca sus ojos en los míos, y son sus orbes bicolores con los que me encuentro, parece un cachorrito indefenso y mi corazón se aprieta.

— ¿Malik que está pasando?— pregunto de nuevo.

— Hoy hay que hablar— dice con la mirada perdida.

— ¿Y eso que tiene de malo?.

— Puede que luego de que todo esté dicho me odies Kayra— suelta una risa sin una pizca de humor— La ira nos ciega a todos.

Estoy muy confundida, miro por la ventana y veo que apenas ha salido el sol, es muy temprano.

— Se que me mandaste a investigar— la garganta se me seca— Y también sé que no encontraste nada.

Abro la boca para decir algo pero no tengo palabras.

— Te dije que mi pasado era una mierda… te dije que cuando tuviera el suficiente valor te lo diría porque confío en ti— no me mira mientras habla— Solo te pedí tiempo Kayra nada más, siempre te respeté a ti en todo, cumplía  con todo lo que me pedías y yo solo te pedí una puta cosa.