Agosto, 2013
Tengo 12 años.
Desperté. Hoy era mi primer día en la secundaria y era algo emocionante para mi.
A pesar de levantarme una hora mas temprano de lo que acostumbraba, decidí dar lo mejor de mí este día. Ya no era una niña pequeña para cagarla en lo más mínimo; hoy conocería gente nueva, que venían desde otras escuelas primarias que las mías. Sí, yo asistí a dos escuelas primarias, y recuerdo cuando cometí el ridículo de mi vida en el tercer día de la nueva escuela.
Pero eso para mi ya me era indiferente, yo ya había crecido y hasta madurado en la mayoría de los puntos que una pequeña niña de 12 años debió aprender a una mayor edad (creo), pero todo eso ya estaba dicho y hecho.
Me había quedado en la secundaria que tanto quería, tenía mala fama, pero según mi hermano, en esa escuela conocería más que solo estudios, sino, cosas especiales que me cambiarían para siempre. Se apodaba, la Técnica 91. Mis dos hermanos mayores asistieron ahí y mi mamá siempre hablaba de los maravillosos que habían sido los años de mis hermanos ahí, entonces, digamos que de cierta manera quería vivir la misma experiencia.
Como era de nuevo ingreso, las siguientes 3 semanas podía entrar vestida de civil. Mi mamá dejó que eligiera mi ropa, para que me sintiera más cómoda. La elegí rápido: jeans color azul marino, una playera un tanto holgada y una chamarra de mi primer escuela primaria (extrañamente aún me quedaba), yo que era de esas chicas a las que no le interesa mucho la moda, me iba más a lo que era fácil y cómodo.
—Te ves muy bien pequeña—dijo mi madre—, ¿lista?
—Si, ya estoy lista.
Mi madre tenia un auto lindo, suficiente como para andar por aquí. Era verde y tenia una calcomanía de un pato detrás de él (Debo decir, que siempre reconocían a mi mamá por esa calcomanía). Salimos a las 6:30 de casa y fuimos a la escuela.
—¿Emocionada?
- Nah—dije sonriendo, y claramente emocionada—.
- Claro que lo estas, y no se ve a menudo ese brillo especial en tus ojos.
Supongo que las mamás siempre intuyen cuando los hijos están pasando por algo.
No conteste y sonreí. La verdad es que no todo era emoción con respecto a entrar a la secundaria. Volvería a ver a mi ex novio, Axel. Habíamos terminado por un malentendido y lo extrañaba mucho. Era alto, con el pelo bastante corto, blanco o pálido y muy muy gracioso.
***
Me quede en el 1° "B".
Yo y otros 45 personas más, las escuelas públicas son así, hay demasiada gente. Para mi mala suerte me toco en el mismo salón de mi ex. No sabia si agradecer o maldecir por haberme quedado en este grupo. Todo el mundo se conoce y yo no puedo entablar conversación con nadie. Axel esta ahí contando chistes y conociendo a los demás. Él tiene ese don, atraer personas. Miré a mi alrededor, y solo 5 personas de cuarenta y tantas estaban igual que yo.
Nuestra primera clase resultó ser Geografía, me senté en la mera esquina frente a la puerta. Había aquí compañeros que conocía desde kinder y de las dos primarias a las que asistí, pero toda las demás personas eran totalmente desconocidas para mi.
Llegue a pensar que, tal vez, esto sea más difícil de lo que pensé.
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Diario de una bisexual®
Non-FictionVal tiene un problema. Bueno, tiene varios. Se enamoró de una chica cuando tenía novio. Su novio es un estúpido. Sus dos mejores amigos no son razonables entre si. No sabe lo que siente por su mejor amigo. Su familia a veces es un pésimo ejemplo de...