Noviembre 2013
Ya es Noviembre y nada más no puedo terminar con Axel. Llevamos oficialmente 6 meses "juntos". A él le pasa lo mismo que a mi. Nos hemos distanciado mucho y yo la verdad ya no quiero continuar con esta mentira. Comencé recordar todos los buenos momentos que viví con él. Admito sinceramente que me la pase de maravilla, pero no puedo engañarlo de esa manera. Además, creó que el también me está ocultando algo. Sus amigas "confidentes", ahora me miran extraño, como que con lástima.
Ya hay muchas peleas, muchas discusiones sin sentido. Hay ocasiones en las que ni siquiera soporto hablarle porque sé que va a terminar en alguna estúpida discusión.
Dios, la otra vez se peleó conmigo porque le dije que los mapa mundi estaban más baratos en la papelería cerca de mi casa. o me enojé con él por un chiste de mal gusto que le hizo a un compañero y terminó siendo un pleito por como él siente que no lo comprendo.
Y la verdad, es que ya no lo hago, ya no sé como hablar con el de forma pacífica.
Creo que ambos tenemos muchas cosas que decirnos.
Así, que llego el día.
Odiaré ese viernes con todas las fuerzas. Tal vez el peor día de mi vida.
***
Hoy tengo que terminar con Axel. Ya no puedo engañarme a mí ni a él; debo decir que voy a necesitar mucho la ayuda de Ricardo, de Janet y de Priscila. Nuestra primera materia en este momento es Español, mientras la maestra se sentaba después de darnos las actividades del día, Ricardo se sentó delante de mi para conversar:
—Hola, ¿Qué hay? —Me dijo con su indiferencia de siempre. —Tengo algo que contarte, muy importante.
—Luces serio. ¿De que se trata ahora?
—Bueno, quería decirte que eres mi mejor amiga, y que en este momento te guardo toda mi confianza para decirte esto.
—Me estas asustando Ricardo.
Soltó un pequeño resoplido y me miró con ojos divertidos. Me dio risa.
—Tranquila no es nada malo, solo que creo que...—Tomo un largo respiro y guardo silencio por un momento. —Creo que, me gusta Priscila.
Oh.
Después de sus palabras me quede sorda, no escuchaba a mis compañeros de al lado y estaba atónita.
—¿Qué? —Dije muy bajo que ni creo que yo no entendí, pero él si.
— ¿Te sorprende? ¿Pasa algo malo con eso?
No sabía que sentir. ¿Son celos? ¿Celos de quién? ¿De los dos? Me empezó a latir el corazón ferozmente, no sabía que decirle. Algo en mí me decía que tenía que parar con la situación en ese mismo instante y la otra me decía que estaba mal siquiera pensar en herir los sentimientos de mi mejor amigo.
Porque al final de cuentas, eso era, mi mejor amigo.
Buscando una excusa para justificar la cara de asombro que puse, recordé. Me acorde que Priscila me dijo alguna vez que no estaba nada interesada en tener novio, no quería tener que preocuparse por algo que alguna vez iba a acabar. Me acuerdo que le dije de casi broma si entonces mejor no quería novia. Soltamos las carcajadas para finalmente decirme que no.
Miré a Ricardo durante un momento y le dije con cierta tristeza:
—Es que, no creo que tengas mucha suerte con eso.
ESTÁS LEYENDO
Diario de una bisexual®
Non-FictionVal tiene un problema. Bueno, tiene varios. Se enamoró de una chica cuando tenía novio. Su novio es un estúpido. Sus dos mejores amigos no son razonables entre si. No sabe lo que siente por su mejor amigo. Su familia a veces es un pésimo ejemplo de...