Perfecta Imperfección

No tan mala mañana

Jessica PoV

No estaba acostumbrada a despertar temprano, pero hoy no fue por la falta de la persona que debía dormir conmigo lo que logro despertarme.

Fue el miedo.

Desperté cuando la puerta se abrió casi de golpe, no era la mejor manera en la que una se querría despertar, eran las 7 am, normalmente ellas despertaban un poco más tarde, por lo menos yo, despertaba cuando tenía que bañarme, sin embargo, había dos personas en esta casa que se despertaban increíblemente temprano, JooHyun y YooJung, y la que había ensartado la puerta en la pared no era la menor de las Choi.

JooHyun quien regularmente lucia calmada, ahora parecía asustada.

Al borde del colapso.

(Jessica) - ¿JooHyun? – Sorprendida, podría decir que estaba sorprendida, ella nuca entraba así, creo que nunca entraba, golpeaba la puerta y nada más, pero estaba respirando con mucha velocidad, tanta que parecía al borde de un ataque de pánico, así que me levante, no fue difícil porque estaba sola en la cama, ahora poco importaba que durmiera en ropa interior, JooHyun podía entrar en un ataque de pánico si no empezaba a respirar normalmente – JooHyun, escúchame, necesito que te calmes y respires, inhala, exhala.

No me estaba escuchando, respiraba tan agitadamente que podría jurar había corrido kilómetros para llegar, aun cuando su cuarto estaba un tramo de escaleras de distancia, se le había bajado el color y ni siquiera me estaba mirando, estaba asustada, la había visto miles de veces así, asustada desde el fondo de su corazón.

(Jessica) – JooHyun – Tuve que agitarla un poco para que me pusiera algo de atención, agitarla y presionarla contra mi cuerpo, darle la seguridad de que no estaba sola, que lo que la hubiera asustado no estaba cerca de aquí, y funciono, porque me estaba mirando, aun cuando su respiración seguía a toda marcha – Necesito que respires a mi ritmo, vamos tu puedes, Inhala...Exhala, vamos otra vez.

Ahora me estaba escuchando, agarrándome con tanta fuerza del brazo que aseguraba me dejaría la mano marcada, en estos momentos me gustaría que SooYoung estuviera aquí, pero no estaba, tal vez se había vuelto a quedar en la sala, pero de ser así JooHyun no habría subido a la habitación, la mano que no me presionaba el brazo presionaba otra cosa, una carta, era extraño, estaba totalmente arrugada, pero ellas no recibían correo, además de las cuentas, y ella no presionaba las cuentas, así que se la quite, intentando alejarme lentamente de ella para guiarla a la cama de su hermana mayor, antes de que despertara a todo el mundo dentro por los ruidos que hacia abriendo puertas.

(JooHyun) – Nos envió... una carta Unnie – Gire la carta para ver el emisor, porque estaba al otro lado, no tuve que leer el nombre entero para saber quien mandaba esa carta, reconocía la caligrafía, Papa había recibido muchas de esas cartas hacia 10 años – él nos envió una carta.

(Jessica) – Tranquila JooHyun, nada pasara por una carta – No estaba segura, porque nunca habían recibido una, pero intente mostrarme segura, aun cuando lentamente la puse dentro de mi mochila, no iba a dejar que ellas la leyeran, podía pasársela a Papa para que me dijera que sucedería después, claro, primero la leería yo – Me asegurare de hablar con el chico del correo y decirle que estas cartas no serán aceptadas.

No sé si pudiera hacerlo, pero de algo tenía que servir ser la hija de YunHo Jung, usaría todas las influencias posibles para obligarlos a quemar estas cartas o redirigirlas a mi casa, lo que fuera para que ellas vivieran tranquilas, ¿acaso no podían tener una vida tranquila jamás?

Tuve que estar unos 10 minutos monitoreando que ella respirara con normalidad, me asustaba que volviera a hiperventilar cunado dejara de vigilarla, pero cuando se calmó un poco la deje salir de la habitación, más porque ella estaba empeñada, aun con las manos temblando de miedo, en que tenía que cocinar el desayuno, además yo tenía que ver la carta, así que cerré la puerta con seguro luego de asegurarme que no habría ninguna puerta de esa manera otra vez, no quería que ninguna entrara mientras yo leía la carta.