En la misma casa (Terminada)

Capítulo 32

Narra Betty

Cuando Reggie me preguntó eso, escondí rápidamente la prueba.

B: Mmm, salió negativa, es un alivio. -No le iba a decir, Reggie es capaz de muchas cosas malas.

R: Qué bien, ahora ya no tienes que vivir encadenada a él y puedes buscar otras opciones -Dijo y me guiñó el ojo.

B: Eso supongo, pero no, lo amo a él -Vi su cara llena de furia, me daba un poco de miedo, así que apresuré el paso para que llegáramos a la casa antes, entramos y todos, a excepción de Jughead, estaban ahí - Hola, ¿Y Jughead?

C: Arriba.

T: Se veía preocupado.

A: Mucho.

B: Bien, gracias -Dije y me dispuse a subir las escaleras.

V: Un momento, ¿A dónde fueron?

B: Al parque -Dije y miré a Reggie, él de quedó hablando con las chicas y yo subí a la habitación, entré y Jughead estaba en el borde de la cama, viendo a la nada- Hola..

J: Princesa, estaba esperándote -Dijo parándose.

B: Que bien, debemos hablar.

J: Lo sé -Dijo y señaló donde el estaba antes, así que nos sentamos- Ahora sí, dime -Se veía angustiado.

B: Jughead, en serio aprecio que te preocupes por mí, pero esto no funcionará, por mucho que me duela, si sigues así. Sí, Reggie usó términos que, para ser sincera, me hubiera gustado que tú me los dijeras en ese momento. Además, vi algo en tu mirada que me espantó un poco.

J: ¿Qué? ¿Te doy miedo? -Dijo con la voz quebrada.

B: No, Jug, no -Dije y acaricié su mejilla, él suspiró- Sé que no me harías nada a mí, o eso quiero pensar.

J: Claro que no princesa, yo te voy a cuidar siempre, independientemente estemos juntos o no, nunca te haré daño.

B: Lo sé Juggie, lo sé. Pero, como te decía, vi en tu mirada un odio o una furia, por alguien a quien no conoces, Reggie se portó grosero, si, lo reconozco, pero el trata de protegerme, siempre lo ha hecho.

J: ¿Te puedo preguntar algo?

B: Si Jug.

J: ¿Por qué terminaron?

B: Era demasiado controlador, me daba miedo a veces, a cualquiera que se me acercaba lo golpeaba y a veces se enojaba conmigo, una vez... -Dejé de hablar, si le contaba lo que había pasado no tendría piedad con él.

J: ¿Una vez...?

B: Nada, olvídalo. Entonces, ¿Me prometes que dejarás tus celos?

J: Pero Betty, tienes que entenderme ustedes estuvieron juntos por 3 años princesa, tú y yo llevamos dos. Además se llevan muy bien y se conocen desde siempre, tú me conoces desde hace muy poco tiempo comparado con él.Tienes que ponerte en mi lugar.

B: Sé que parece sospechoso, pero tienes que confiar.

J: Sí amor, yo confío en ti, solo que me pone muy molesto que cualquier persona te toque o te diga cosas que yo te digo, eres la persona que más he amado en el mundo y nunca quiero perderte, no importa lo que pase lo haré -¿Le diré el embarazo? - Si estás enojada puedo dormir en el sillón -Dijo muy cabizbajo y triste, definitivamente se lo diré, pero antes tengo que estar completamente segura.

B: No Jug, quiero que duermas aquí, se volvió una necesidad dormir contigo -Dijo y sonrió.

J: ¿Entonces estamos bien?

B: Estamos más que bien. Solo hay otra cosa de la que quiero hablarte. Es un poco más seria -Jughead se enderezó y asintió- Tú me gustas, mucho, no solo eso, te amo -El sonrió bobamente, lo que hizo que yo igual sonriera- Sé que tal vez sea muy pronto para esto y no quieras contestar, y lo entendería perfectamente, pero, ¿Lo nuestro va en serio? ¿O es solamente porque somos dos personas encerradas en una casa y solamente pueden tener sexo? -Jughead sonrió tiernamente.

J: Princesa -Puso una mano en mi pelo y lo acarició- Lo nuestro, para mí, es más que sexo, contigo quiero ir más en serio que nunca, sé que tenemos mucho sexo y me gustaría hacer otras cosas de pareja contigo, pero por ahora no te puedo llevar al cine ni nada, pero algún día Cooper -Hizo una pausa- Es más -Sonrió- Mañana tú y yo vamos a ver una película, con comida, sábanas y demás, ¿Quieres?

B: Nada me encantaría más -Sentía que estaba muy roja- Jug, hoy vendré un poco más tarde, las chicas y yo nos pondremos al corriente con Reggie.

J: Está bien hermosa, cualquier cosa avísame -Me besó y sonreímos al separarnos.

En la noche, más chicas y yo estábamos con Reggie, nos poníamos al corriente, yo no podía pensar en él y pensar otra cosa que no fuera miedo, desesperación, no de él, si no mío.