Raisa
-Me concedería un baile señorita Raisa Bech- me tiende la mano, la acepto con gusto, esto es lo que siempre he querido, nuestro primer baile juntos.
-Me encantaría señor Damián Tuell- me lleva a la pista de baile donde están varias parejas entre ellas nuestros padres, veo como mamá me guiña un ojo para después ser girada por mi padre, dirijo mi mirada al los hermosos ojos de mi pareja cuando me toma de la cintura y la mano, le sonrió viendo su cara amargada, nos ponemos a bailar al son de la música, estos son los momentos que atesorare en mi mente siempre, siento como me da la vuelta Damián para rodearme en sus fuertes brazos.
-Le diré señorita Bech que no baila bien- siempre mata los momentos románticos, quito mi sonrisa viéndolo mal- pero para su suerte le toco un muy buen bailador como pareja- Me da otra vuelta.
-Eres un presumido- el sonríe por segunda vez en la velada plantando un beso en mi nariz.
-Lo se- escucho como se pone una música lenta, pongo mis brazos alrededor de mi hombre mientras el las posiciona en mi cintura acariciando mi piel con sus dedos, agradezco llevar tacones ya que ahora puedo estar un poco mas a su tamaño.
-Todavía eres pequeña, ni con tacones creces- veo como se ríe, damos una vuelta juntos, luego de eso nos quedamos bailando en un solo lugar, veo su rostro que esta a centímetros del mío mientras el hace lo mismo detallándome, siento como si quisiera guardar en su mente una imagen mía.
-Eres tan bella Raisa Tuell- dice aun viéndome, y siento que lo dice mas para el que para mi.
-Te amo- digo de repente el sale de sus pensamientos viéndome con cara de confusión, para poco a poco mostrar una expresión de ternura sonriendo iluminándose sus ojos.
- Por ti siempre quiero ser la mejor parte de mi Raisa, solo quiero sumar a tu vida, te amo- me besa mostrando todos sus sentimientos, sonrió en el beso, haciéndome saber que siempre he tenido razón el es el hombre de mi vida y el tiempo me dio la razón, en este instante siento como si solo estuviésemos el y yo sin gente rodeándonos y ese sentimiento que embriaga mi pecho es uno de los que quiero sentir por siempre y espero que el también, nos separamos quedando viéndonos a los ojos sintiendo todo.
-Te confieso algo- le digo cuando me acomodo en su pecho mientras bailamos lento, escuchando lo acelerado que esta su pecho, lo contrario de sus expresiones.
-Dime- siento las caricias lentas que me da en la piel descubierta, sonrió veo que le gusto mi vestido.
-Sea lo que sea que pase en el futuro nunca me arrepentiré de estos momentos junto a ti mi amor- siento que deja de acariciarme para después de unos segundos volver a esa acción.
-O Raisa, te prometo que aremos ese futuro juntos y ninguno saldrá herido y mucho menos tu, no lo permitiré, yo debo de ser el que este agradecido con el destino por no perderte incluso después de todo lo que te he hecho pasar, prometo protegerte y solo a ti mostrarte siempre esta faceta mía, nunca te lo he dicho y creo que si me vieras en este instante no me atrevería por vergüenza porque siempre que estoy contigo siento cosas nuevas que nunca he sentido nunca incluso la cobardía la conocí contigo mi pequeña dulzura pero gracia Raisa por no rendirte y quererme hasta el final prometo hacer lo mismo, te daré todo lo que tengo con solo una palabra tuya.
- Solo ámeme señor Tuell, ese es mi deseo- levanto la cara sintiendo como se me resbala una lagrima, el inclina la cabeza dándome un beso en donde se resbala esta.
-No llores, cuando quieras llorar mejor bésame- me basa con ternura, siento como sus labios y los míos se reciben como viejos amantes conociéndose a la perfección.

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No me mandas
RomansaRaisa Bech la mejor amiga de jane Tuell de toda la vida, sus padres son ricos pero nada comparado con la fortuna de los Tuell, de las dos ella es la dulce y la que sigue las reglas, pero algo que pocos saben es que la dulce Raisa lleva toda su vid...