capítulo 24

24.5K 817 22
                                    

Raisa.

 -¿Puedes venir a mi casa?, quiero hablar -dije por llamada.

- Si claro, en media hora voy solo espera- colgó Jane.

 Me acosté en mi cama mirando el techo recordando lo que ocurrió hace nada, como fui tan fácil a decirle a Damián que lo intentaría o algo así, y pienso en que quisiera ser una persona fuerte, como mamá, Jane o otras chicas  que dicen lo que piensan y no tienen miedo al que dirán, no se dejan vencer por nada en cambio yo, yo soy tan estúpida, nunca me he defendido de algo, nunca he hecho algo que sea grande por mi, nunca he enfrentado mi miedo de quedarme sola, algunos pensaran que el estar solo los alivia pero yo le tengo miedo, no hacer algo bien, quedarme sola, y se que suena tonto pero siempre e idealizado a Damián, desde pequeña pensé que el era mi príncipe con el que siempre iba a estar y me iba a cuidar, siempre me pensé que necesitaba a alguien para que me cuide, y ese era el, estoy tan... no se que palabra  describe lo que siento por el, que nunca me a interesado otro por más que lo intente, cuando salía a citas solo pensaba o los comparaba con el, que me terminaba yendo y es tan irritante quererlo, y es tan doloroso intentar olvidarlo, y ahora que por fin se cumplió uno de mis únicos sueños, el que el por fin se fijase  en mí me causa conflicto, yo lo he intentado superar, lo juro solo dios sabe cuanto lo e intentado superar, y ahora que él se fijó en mí yo simplemente no lo se, porque creo que me debo de valorar un poco , no conformarme con un no sé, o con ser suya desde las sombras, una simple amante, o un capricho porque eso es, yo quiero mas yo creo que todos merecemos más que ser una simple diversión de vez en cuando, y más cuando queremos más de esa persona, y así con eso en la cabeza me repito en la cabeza lo que me he repetido por años, yo valgo lo que quiero valer, si creo que valgo solo como algo pasajero eso valdré, pero yo valgo para más.

- ¿En qué piensas?- siento como me acarician el cabello, abro los ojos y mire a Jane que está sentada en la cama- ¿Por qué lloras?- me llevo mis manos a mis mejillas y veo que es verdad.

- Ayer tu hermano me llevó con él, al parecer hice todo un show subiéndome a un escenario bailando y manoseándome con un tipo-  Jane suelta una carcajada, yo también me río tuvo que haber sido divertida.

-Tu si que te divertiste, lo bueno que es privado el club porque si no ya me imagino tu saliendo por primera vez en una revista de chismes con el título " la inocente Raisa Bech deja su prominente carrera para ser stripper ¿Cuánto cobrara por un privado?- se ríe de sus babosadas y yo niego sonriendo sentándome en la cama junto a ella-  solo te dejo sola unos quince minutos y ya andas animando la fiesta y luego dicen que yo soy la que te profano, si supieran que es al revés.

- O tal vez es porque de tanto que me junto contigo ya te estoy copiando mañas- asiente.

-Eso debe de ser, pero cuéntame qué más pasó- asiento tratando de recordar por mi misma pero algunos recuerdos son borrosos.

-Pues por lo que me dijo Damián me bajaron del escenario y me llevó con él, pero en la recepción de su departamento vomité al recepcionista y le debo unos zapatos- se ríe.

-Bueno ya vimos que te la pasaste bien, y ¿luego qué pasa?, pero es obvio cogieron- lo dice decidida pero yo niego y se me subieron los colores.

- !Que¡, no, luego de eso para que se bajara la borrachera me mojo con agua fría y me cambio de ropa y antes de que digas algo no se aprovechó, luego de eso me acostó y dice le pedí que se quedara a dormir conmigo y- suspiro cuando me llega ese recuerdo- pues en la madrugada dice que le dije algo como que le quería chupar el pene- y es ahí es  cuando Jane se echa a reír como nunca tirándose en la cama y yo me pongo de mil colores.

- Joder, y el como el amargado que es apuesto que no te dejo, casi lo violas, pero el no creo que se opusiera, si me gustaran las mujeres yo tampoco lo haría- mueve sus cejas de arriba a abajo y no se porque se porta como puberta a veces ya cuando paso a la edad adulta.

-Cállate, pues bueno luego en la mañana yo con un dolor terrible de cabeza me desperté y él me empezó a regañar para luego decirle yo todo lo que tengo guardado, y el me confeso que no sabe que siente por mi pero que quiere intentarlo o algo así- ella deja de reír para poner cara de asombro.

-Vale, parece que ya tuvo por fin valor de decirte, ¿y tú qué le dijiste?- hice una mueca.

- Pues que lo puede intentar pero esta vez no seré yo la que lo siga sino él me mira y niega.

- Muy mal Raisa, se lo hubieras puesto siquiera un poco más difícil para enseñarle aunque lo ibas terminar aceptando, pero ahora no se lo tienes que dejar fácil y me voy a enojar si lo haces, hazlo sufrir como él te hizo sufrir- es esta etapa de Jane la que me da un poco de miedo, cuando pone esa cara como si planea algo  mientras sonríe.

- Eso pensé, le enseñare que valgo más que un capricho o para ser de unas noches esta vez él será el que se enamore hasta la célula de mi- lo digo segura pero por dentro estoy flaqueando.

-Asi se habla, tu debes de tener ovarios de mas- toma mis manos entre las suyas.

-Esta vez no me dejaré tan fácil, quiero que él sepa lo que valgo- sonrió y Jane me ve con orgullo.

- Esto lo espere por mucho Raisa, vas a dejarlo mas idiota de lo ya lo tienes de eso te apuesto lo que quieras- asiento pero recuerdo que estaba preocupada por ella ya que ayer no la vi después de que se fuera al baño.

- Cambiando de tema ¿dónde estabas, que no te vi después de que fueras al baño?- ella abre los ojos y se queda pensando.

- Pues, bueno yo, este- me rio y ella me ve mal- pues encontré al sexi francés, peleamos un poquito pero cuando yo ya iba por ti para que no fuéramos te encontré con el diablo, y una cosa llevo a otra y me llevo a su casa, cuando me fije tu ya no estabas y pues pensé que te fuiste con el idiota además ese francés me beso con tanta pasión que me nublo la mente, unas cosas llevaron a la otra y termine con el en su cama, déjame decirte que es un puto dios del sexo que envés de tener miembro tiene una  metralleta, esta bien dotado- hace la seña de lo que le mide y es ahi cuando la corte, ya que me asqueaba de solo pensarlo y a ella le brillaban los ojos como a un niño que le regalan algo.

-Basta, sáltate esa parte no quiero vomitar- ella asiente acomodándose mejor.

-Pues solo te digo que es un amo en la seducción ya que yo nunca duermo con un hombre mas de una vez y con el lo hice cuando nos despertamos además de que no se como lo hace que engatusa con sus palabras y te deja queriendo mas de el, pero no se, vamos a ver a donde nos lleva todo esto ya que no quiero algo serio- la miro y alzo la ceja ella suspira- creo, además es un dios del sexo yo no culparía a nadie por caer en sus garras pero lo que el no sabe es que si el es un zorro yo soy un lobo a si que conmigo no se juega- me rio ya que tiene razón, nunca hay que jugar con Jane ya que ella siempre gana de un modo o otro, no se rinde hasta ganar, ella espera hasta que sea el momento correcto de atacar, como enemigo nadie la quisiera, es muy buena en todo eso además de que cuando alguien se mete con ella no da el jaque mate de una si no que es como una cazadora le gusta jugar y  divertirse con sus victimas tanto que da miedo.

-Pobre hombre no sabe con quien se mete, yo que él salgo corriendo- me ríe con ella pero nos interrumpe una llamada de el celular de Jane ella se levanta y contesta, el de el otro lado habla y Jane deja su sonrisa para poner una cara de póker y eso significa que algo está mal.

No me mandasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora