Llego a mi casa y corro a mi habitación, me tiro al piso y lloro, lloro por ser una ingenua pensando que algún día me amaría como yo lo hago, una idiota por creer que yo sería la princesa de un cuento de hadas y el mi príncipe en traje, una idiota porque no me quise dar cuenta antes y él me lo tuvo decir, una parte de mi lo sabía, sabía que mi felicidad no es con él por más que me duela, pero otra parte me decía que me debo aferrar a lo que amo y a el lo amo.
Me levanto del suelo, ya no más, ya nunca más voy a llorar por él, ¿Cuántas veces he dicho esa misma frase?, no lo recuerdo, pero esta es verdad, lo siento, prometo ya no ser más una tonta, ya no lo volveré a buscar y por más que me duela ya no lo mirare y aunque me queme por dentro lo olvidaré sea como sea, y seré feliz sin él, aunque me tarde años lo haré.
-Tú ya no eres una tonta, eres la dueña de tu destino- me miro al espejo mientras lo digo limpiando mis lágrimas.
-Sé que no será fácil, pero te sacaré de mi corazón Damián- tocó mi corazón.
-Tú no eres el dueño de mi felicidad, ya no lo serás, ahora será como siempre tuvo que ser, yo seré la propia dueña de mi felicidad comenzando desde hoy- con esas promesas me acuesto a dormir para olvidar el dolor.
cuando despierto, siento junto a mi a un cuerpo el cual me abraza con sus delgados brazos, sonrió sabiendo perfectamente quién es, recuerdo cuando éramos niñas, cuando una tenía miedo nos abrazábamos hasta quedarnos dormidas y así amanecíamos, con ese recuerdo tan sagrado me siento ella se remueve y me mira sonriente, mientras se sienta a mi lado.
-me enteré de todo- me abraza a lo que copio su acción, ella talla mi cabeza.
-lo sé, duele pero es lo mejor para ti- nos separamos y ella me sonríe.
-¿cómo te enteraste? ¿Él te lo contó?- ella niega y agarra mis manos.
-Robert me lo contó, ya vez que ese mayordomo no se guarda nada- me río con ella.
-es todo un caso- digo y ella se levanta.
-bien, vamos a el antro- niego ya que no me siento preparada- no te estoy preguntado, todavía es temprano apenas son las once, además no les puedes quedar mal a tu "amigos" ya que les prometiste ir- asiento resignada mientras ella busca en mi armario y me muestra un lindo y revelador vestido negro que ella me regalo el día de mi cumpleaños.
-no- ella asiente.
-o si nena, este es el indicado y esto- toma una tanga negra que ella también me regaló junto con miles más.
-no- ella asiente sentándose junto a mí.
-claro que sí, estas bellezas van a ser tus armas mortales para conquistar a muchos hombres- me los da.
-ahora cámbiate, no quiero llegar tan tarde- me empuja al baño y me los pongo, cuando me veo al espejo me veo como yo misma pero no me siento yo, salgo y ella chifla.
-excelente, ahora solo falta un poco de maquillaje para tapar esos ojos y nariz roja, quedarás perfecta, pero no tanto como yo, no te crees tan bella- ríe mientras me pone un poco de base en las partes rojas y luego me pinta los ojos y labios para separarse y verme.
-perfecta, mira- me veo en el espejo y sonrió ya que me veo bonita.
-ahora vamos- me jala y me saca de la casa, me mete al auto el cual maneja el chofer ya que sabemos que cuando acabe la noche no podremos manejar.
-no me dejes hacer una estupidez- le digo pero sé que ella es peor.
-no cuentes con ello, hoy es para hacer estupideces pero buenas- me mira y reímos.
Cuando llegamos miro que mis amigos hacen cola, así que jalo a Jane de su brazo para llevarla con ellos, cuando estoy junto a ellos me saludan alegremente y se le quedan viendo a Jane, el moreno se queda embobado con la belleza de Jane, ese es el efecto que ella tiene en las personas, pero la rubia le da un codazo y el reacciona.
-ella es Jane Tuell, mi mejor amiga- los presento- ella es celeste, Estela, atenea y Patrick - le da la mana a cada uno.
-ahora a entrar- dice Jane jalándonos.
-pero estamos haciendo fila- dice Estela confundida a lo que Jane ríe y niega.
-no hace falta, ahora vengan- ellos nos siguen confundidos, cuando llegamos a la entrada el guardia mira a Jane y a mí y nos deja pasar como si nada pero detiene a mis amigos.
-ellos vienen conmigo- digo y el guardia asiente y los deja pasar.
-wow eso fue grandioso. Ahora te llevaré a todos los antros cuando valla- dice Patrick.
-eres un idiota- le da un golpe Estela.
-vamos- ellos me miran confundidos.
-pero ya entramos- niega jane.
-vamos allá arriba- señala la zona vip a lo que ellos emocionados asienten, pero yo por más que haga no puedo estar del todo feliz.
Subimos y nos sentamos en una mesa.
-invito la primera ronda- grita Jane llamando al mesero, cuando llega nos la tomamos de un trago y así vamos por la quinta y ahora estoy más contenta, todos salen a bailar y Jane me saca a bailar.
-esta buenísima la fiesta- grita mientras que bailamos, me da una copa y me la tomo sin miramientos, ya que ya estamos un poco tomadas.
Cuando veo atrás de mí ya no está Jane sino un pelinegro veo a un lado y miro como Jane me guiña un ojo, me volteo y lo veo, es muy guapo.
-bailas bien, hermosa- me dice.
- igual guapo- digo y nos ponemos a bailar, a los minutos me voltea y me besa, yo le respondo el beso y por un momento me imagino que lo beso a él, niego ya que no tengo que pensar en él. Me separo de él y me voy, me voy donde Jane pero cuando casi llego me toma un pelirrojo de la mano.
- ¿bailamos muñeca?- asiento riendo ya que estoy algo tomada, bailamos por un rato y el sin preguntar me besa, me dejo llevar y por un minuto olvido lo que me atormenta, me separo de él y digo:
-no besas mal pero me voy- y me decido, esta noche me voy a olvidar de todo, voy a disfrutarla como nunca y nadie ni nada me la va a arruinar hoy solo importo yo y nadamos yo.
-...

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No me mandas
RomansRaisa Bech la mejor amiga de jane Tuell de toda la vida, sus padres son ricos pero nada comparado con la fortuna de los Tuell, de las dos ella es la dulce y la que sigue las reglas, pero algo que pocos saben es que la dulce Raisa lleva toda su vid...