RAISA
Hoy es un día muy bonito ya que no hace ni calor ni frío, faltan dos horas para salir del trabajo, mi trabajo ya se me está facilitando más, y lo bueno de comenzar desde abajo es que me esfuerzo más para subir de nivel, a pasado cuatro días desde que fuimos a la casa de los Tuell, y la verdad me siento mucho mejor al no verlo, es como si una parte de mi alma descansara pero la parte masoquista y acosadora quiere saber qué hace y que pasa a cada minuto con su vida, por la parte de Jade ni que decir, ella está loca de por sí pero estos días ha estado callada raro de ella, como si estuviese distraída, le preguntó qué le pasa pero ella solo me responde que ha tenido jaqueca, pero yo no me lo trago y es raro que no me lo quiera decir.
-Raisa ¿le puedes llevar estos papeles al señor Bach?- asiento a la pregunta de Melody la que es como mi jefa, es un poco amargada, no habla con nadie de la empresa pero es muy buena en su trabajo y por eso la admiro.
-En un momento la señorita Pres- tome los papeles y con una gran sonrisa me dirijo al ascensor, cuando llego a la oficina de mi padre me encuentro con Arion el secretario y mano derecha de mi padre, él trabaja para papá desde que tengo memoria es muy callado y observador pero siempre me brinda una amable sonrisa.
-Señorita Raisa su padre la espera- sonrió y entró a la oficina de mi padre, el cual está sentado viéndome muy sonriente.
- hola capullito, que bueno que viniste justo estaba por llamarte para que me acompañaras- se para de su silla, yo me acerco a su escritorio y dejo la carpeta en su escritorio.
-Y ¿a dónde te voy a acompañar?- me acerco y lo abrazo, me separo con mi gran sonrisa y él me la regresa.
-Pues a la empresa Tuell- se me va borrando la sonrisa poco a poco cuando lo escucho- no pongas esa cara, desde que llegaste a Atenas no has ido y eso que antes de que fueras a esa universidad te la vivías allá- dice caminando a la puerta, si supiera que la razón por la que ya no insisto en ir y pongo excusas es para no toparme con Damián, sentir tristeza porque él no es mío ni lo será.
-Qué esperas, vamos- me dice a lo que resoplo dirigiéndome a la puerta.
Cuando vamos en camino se me hace que los minutos son segundos ya que no quiero llegar a mi destino.
-Hemos llegado baja- asiento bajando del auto y los dos caminamos a la compañía la cual la conozco como la palma de mi mano, desde pequeña he venido con Jane y Damián recuerdo cuando nosotras nos poníamos a hacer travesuras y escuchar chismes de los empleados, aunque también me servía para espiar a Damián en silencio, él cuando venía muy pocas veces se quedaba con nosotras, él más bien iba a la oficina de su papá a observar y aprender o se ponía a leer los libros de finanzas los cuales eran avanzados para su edad lo que me hacía admirar más de lo que lo hacía, siempre quise ser mejor para estar a su nivel, lo cual nunca pasó, él desde pequeño ha sabido lo que quería, ser el mejor en los negocios, administrar la dirección, y lo está consiguiendo, es como un cuervo.
-Hemos llegada- me dice mi papá a lo que veo que he estado tan sumida en mis pensamientos acerca de mi niñez aquí que no me he dado cuenta que estamos enfrente de la oficina de mi tío, papá entra y yo entro después de él.
-Tiempo que no te veo- se para mi tío y abraza a mi papá como siempre, como si no se hubieran visto desde hace mucho cuando no ha pasado ni una semana, mi mamá y mi tía son igual pero ellas no trabajan con sus esposos ya que ellas hace mucho pusieron una marca de joyería la cual se hizo famosa, la cual ellas manejan perfectamente, como también se encargan de la compra de empresas en la quiebra.
-Y tu niña malcriada no has venido en todo el tiempo que has estado aquí, eso me hace sentir triste ya no quieres a tu tío- hace un puchero mi tío y yo me tiro a abrazarlo, él y mi padre en eso se parecen con los desconocidos o la demás gente pueden ser unos desconfiados, manipuladores y crueles, pero con su familia y personas queridas son unos cachorritos que los manda su mujer.
-Vamos a sentarnos a esperar a los demás- frunzo el ceño, que no sea lo que estoy pensando.
Esperamos, ellos se pongan a platicar pero yo estoy ansiosa, me sudaron las manos cuando se abrió la puerta.
-No me esperaron para hablar, que barbaros- me relajo ya que la que entró es Jane con su habla como siempre, desde que entro así como así sospechaba que era ella ya que Damián siempre es muy educado y hubiera tocado la puerta no como Jade que le gusta dar sus entradas de diva, ella se sienta junto a mi y nuestros papás siguen hablando de los negocios y como van, cuando papá me lleva a una Reunión es solo es para que vea ya que tengo que ver cómo los trata, como habla y me familiarice, la verdad yo casi ni hablo pero con el tío es diferente ya que el es como mi familia, me rio a carcajadas por lo que dice Jade y mi padre solo niega sonriendo, seguimos hablando hasta que tocan la puerta, mi tío dice adelante y lo veo.
-Perdón por la tardanza- entra y me ve rápidamente para desviar la mirada, él va con un traje a la medida de tres piezas azul como mi vestido el que nos viera pensaría que venimos combinados, sonrió pero luego recuerdo que nunca pasará apropósito.
-Siéntate- dice mi tío y él se sienta en el lugar que queda, junto a mí, me siento incomoda, al sentirlo cerca veo como el tío me guiña un ojo y siguen hablando como si nada pero yo ni digo pío, mis ojos quieren voltear a verlo pero mi mente dice que no por mi dignidad, así pasaron unos minutos que sentí como si fuesen horas pero luego el tío dice algo que me hizo alzar la mirada.
-Olvidaba que nos teníamos que juntar con los Montaner en unos minutos por el contrato de la aseguradora- se para mirando su reloj, mi papá sonríe de una manera rara.
-Es cierto lo olvidaba- se para y yo me iba a para cuando dice.
-Lo siento no te puedo llevar capullito ya que es solo para adultos- lo miro mal, cómo regresaría a esta hora- Damián puedes hacerme el favor de llevarla a casa- miro a Damián pero luego bajó la mirada, sé que su respuesta va a hacer no porque está ocupado.
-Está bien, yo la llevo- dice con su voz ronca pero tranquila que hace que todos mis vellos se paren y que me reacomode, esperaba todo menos eso.
-Bueno ya que sé que está en buenas manos nos vamos- salen de la oficina, atrás se va Jane la cual no sé por qué se va, se gira y me guiña un ojo y sale, me quedo quieta en mi lugar esperando que él se pare para llevarme a casa.
-Por fin- dice parándose, me tiende la mano para que me pare, lo miró asombrada ya que nunca había hecho ese simple y caballeroso gesto conmigo, indecisa la tomó él me ayuda a parar pero cuando me voy a soltar de su mano el me jala pegándome a su cuerpo, yo me quedo quieta, esto es nuevo y siento que me voy a caer o esto es un sueño.
- al fin solos- lo veo a los ojos y él está viendo mis labios, eso hace que mi corazón lata sin frenesí lo miro a esos ojos oscuros estos que de cerca son mucho más preciosos que de lejos, pero estos son distintos a los de siempre estos tienen un brillo que nunca he visto y sus facciones lucen más relajados.
Cuando iba a bajar la cabeza él toma mi barbilla con su mano alzando más mi cara y acerca sus labios a mi boca hasta el punto que se rozan y nuestras respiraciones se mezclan, todo mi ser desea que se unan así que me pongo de puntillas haciendo que se junten como uno solo, como en mis sueños, mueve su boca con ternura y deseo pero luego se vuelve un beso posesivo y hambriento, baja su mano de mi cintura a mi cadera donde me atrae más a él, cuando nos quedamos sin aire nos separamos un poco, jadeando y juntamos nuestras frentes mirándonos a los ojos, ¿y ahora qué?.

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No me mandas
عاطفيةRaisa Bech la mejor amiga de jane Tuell de toda la vida, sus padres son ricos pero nada comparado con la fortuna de los Tuell, de las dos ella es la dulce y la que sigue las reglas, pero algo que pocos saben es que la dulce Raisa lleva toda su vid...